Viaje a lo desconocido (EreMika AU)

Capitulo 17

—¿Te llamas Eren?— habló la chica afro mientras veía a aquel castaño abrazando a la pelinegra que yacía dormida.

—Si...— dijo algo nervioso.

—¿Mikasa es importante para ti verdad?— el castaño asintió.

—Demasiado, la amo tanto, no puedo imaginarme estar sin ella... no quisiera volver a perderla—

—¿Entonces ya sabes sobre las reencarnaciones?, creo que no será necesario hacer algo de regresión contigo, lleva a la chica a una de las habitaciones de allá déjala descansar, voy a traerte un kit de primeros auxilios para que se lo pongas a la chica porque su herida sigue sangrando— el ojiverde cargó a la chica en sus brazos para llevarla a una de las tantas y tantas que había en aquel lugar que era grande.

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La pelinegra despertó lentamente en una cama desconocida, aquella habitación era casi como la de un palacio la cama tenía pabellones muy bonitos observó su mano que ya tenía un vendaje en su mano, sus pies descalzos estaban pálidos, todo le daba vueltas entre aquel pabellón vió un chico de cabellos castaños atados en una coleta abrir aquella tela para tocar su mano que tenía una herida.

—¿Te sientes mejor?— preguntó mientras tocaba suavemente los dedos pálidos de aquella chica, la pelinegra sonrió ante tal gesto.

—Eso creo...¿Donde estoy?—

—En una de las habitaciones de este hotel, ¿Recuerdas algo de tu última regresión?— la chica negó tenía aquellos recuerdos más distorsionados que nunca.

—Me regalaron un suéter, ¿Se ve lindo no?— preguntó dando vueltas para presumir aquel suéter de color negro que quedaba a la perfección con aquellos jeans holgados que traía puesto Eren.

—Se ve muy lindo, Oye, ¿Podrías contarme que fue lo que decía mientras estaba hipnotizada?— el castaño negó no iba a contarle porque era algo que iba a ser crudo decirle.

—Espero y algún día puedas recordarlo por ti misma— tocó suavemente el rostro de Mikasa ella inconscientemente comenzó a sonreír ante aquel tacto tan suave, sin querer gimió gustosa.

—Eren... soñé algo muy bonito, tu estabas allí, vivíamos en una casa bonita en un prado, soñé que... que estábamos casados— habló con demasiada normalidad hasta dudaba que Mikasa dijera algo así, Levi le había dicho claramente que aquella chica no iba a poder corresponderle.

—¿Enserio?—

—Si... soñé que también teníamos dos hijos, es gracioso, porque yo no quiero tener hijos... ¿Tu quieres tener hijos?— preguntó risueña viendo a los ojos a aquel castaño.

— A mi si me gustaría tener hijos... pero creo que es responsabilidad, nunca he vivido mi experiencia como padre así que soy bastante inexperto en el tema—

—Ese tema lo veremos más adelante entonces, me han invitado a un viaje a Berlín, creo que sería fascinante ir, pero tengo solo un boleto pero creo que Erwin dijo que era opcional invitar a alguien, no quería ir pero tal vez sea algo relajante ir, pero necesitas pasaporte... — Eren estaba tan confuso por la actitud tan extraña en Mikasa, lo estaba tratando de una forma tan peculiar.

—Mikasa... me... me gust...—

—Tu también me gustas— el castaño se sonrojó ya que eso no era lo que iba a decirle.

—Te iba a decir que me gustaría ir pero... creo que malinterpretaste eso, ¿Te encuentras bien?, Puedo llamar a Levi y decirle que estamos aquí—

—No, no, va a pensar otra cosa aunque... no estaría mal—

—Mikasa, ¿Enserio te encuentras bien?, es extraño de ti decir eso, creo que iré a llamar a Giselle, vuelvo en un momento— la pelinegra le miró confuso, éste salió de aquella habitación y fue hasta el piso de abajo para hablar con aquella chica que se encontraba tomando un té a pesar de ser las 3:00 am.