Eran las 8 :00 am aquella chica despertó sola en aquella habitación, se levantó de la cama y observó su rostro en el espejo, se veía demacrada, había estado llorando cómo una hora antes de quedarse dormida, tomó su bolsa donde estaba su billetera, y su teléfono para salir de aquella habitación. Eren estaba desayunando en aquel enorme comedor, aquella señora estaba leyendo un libro, el castaño veía algo de la laptop de la chica afro más joven mientras desayunaba, casi se sentía ignorada, el castaño volteó a verla y se sonrojó.
—B...Buenos días Mikasa— habló un tanto nervioso por lo sucedido anoche, no quería causar malos entendidos y solo esperaba que Mikasa no mencionara nada de lo ocurrido.
—Buenos días Eren— dijo de mala gana, sus cabellos estaba revueltos y tenía los ojos hinchados y algo rojos.
—¿Estás bien?, lo digo por cómo te ves hoy, no digo que te veas mal solo... me preocupa tu estado— sonrió a aquella pelinegra, ella asintió, no quería responderle.
—Eren, pienso ir a Berlín con alguien más— el castaño sintió algo extraño en su pecho se le era difícil ocultar sus emociones, tampoco quería sofocar a Mikasa si no se sentía cómodo con su presencia.
—Me parece bien, ese sitio es muy bonito, Giselle me mostró fotos de Berlín en la computadora, no se ve cómo lo recordaba, de hecho parece que hubiese avanzado 200 años en el futuro cuando solo pasaron 75, es increíble— sonrió aunque internamente quería cambiar su gesto.
—Voy a mandarle fotos a Levi, espero que él te las muestre—
—Ojalá y te relajes mucho en el viaje Mikasa, aveces cambiar de rutina es bueno, yo cambié rutina más de 3 veces mientras vivía con mi padre, casi muero pero estoy aquí, al menos puedo hacer el intento de convivir con los de su época— Mikasa vió algo cabizbaja su desayuno y comenzó a comer sin ganas, Eren observó aquel comportamiento tan depresivo en la chica, no quería verla así pero quería darle tiempo para que ella hablase consigo misma sobre sus emociones.
—Gracias...— habló la pelinegra con aquellas ojeras negras en su rostro, Eren dedujo que no había dormido mucho por su estado.
—Levi viene para acá, Giselle desbloqueó tu teléfono anoche y marcó al número de tu hermano, dijo que viene acompañado de una chica— Mikasa abrió los ojos de golpe, esa chica era Sasha su mejor amiga, era la única cercana a la familia y con la que había interactuado con Levi desde que ella y Mikasa estaban en la preparatoria.
La pelinegra salió de la cocina para ir corriendo hacia la entrada donde un auto apenas comenzaba a estacionarse y vió a la castaña rojiza salir del auto para correr a los brazos de Sasha mientras comenzaba a llorar otra vez.
—Me siento muy mal Sasha, quiero ir a casa— la chica con sus suaves y largas manos tocó los cabellos de la chica mientras la abrazaba.
—Shhhh, todo estará bien, ¿Que sucedió?— dijo confusa ya que era extraño ver a Mikasa tan decaída de la noche a la mañana.
—Creo que me gusta un chico pero es extraño mis sentimientos me están jugando mucho y me duele— la pelinegra seguía abrazando a Sasha, Levi salió del auto un tanto enojado.
—¿Qué te hizo ese tipejo Mika?— preguntó el mayor mientras veía a ambas chicas.
—Si necesitas ir a comer algo o no se, ir a relajarte, aquí estoy, podemos dar un paseo juntas— sonrió aquella chica castaña, Mikasa asintió sorbiendo su nariz mientras veía a lo lejos a Eren que estaba asomado en la entrada de la puerta demasiado preocupado.
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Viaje a lo desconocido (EreMika AU)
Ciencia Ficción¿Que pasaría si por salvar la vida de un pobre muchacho te lo arrastras a una época que no le corresponde? Esto le pasó a la reconocida astróloga y científica Hange Zöe al tratar de salvarle el pellejo a un chico que estaba a punto de morir a manos...