Lost in Love ━━ [En curso] 《8》

Capítulo III

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El inicio del fin de una leyenda viviente
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Muchísimos años antes de que una banda pirata —cuyos miembros vestían de etiqueta con el propósito de irrumpir en un evento formal— derrumbara la puerta del salón donde se compartía copas de promesa capitán-subordinado para sellar una alianza, y que aquel a quien se conocía como: Shiki «el león dorado», se mofara de dichos invasores al llamarlos «escuadrón suicida», porque tenía la plena seguridad que acabaría con ellos sin sudar... la historia del mencionado y gran Kinjishi no Shiki comenzó tres años antes de que se levantara el telón para la gran era de la piratería.

Las alarmas sonaban en el cuartel general de la marina, justo cuando un joven soldado daba un inesperado aviso a Kong, quien en ese entonces era el almirante de flota.

—¡Roger y El león dorado han hecho contacto en la batalla de Edd, en el mar del Nuevo Mundo!

Tras escuchar el comunicado, un vicealmirante de mediana edad que respondía al nombre de Monkey D. Garp, que acababa de rechazar el asenso a almirante, salió de la oficina del almirante de flota sin siquiera escuchar que éste le ordenaba detenerse. A él tan solo le interesaba subir al barco que zarparía al lugar del los hechos, porque tenía como propósito aprehender a aquel que pronto sería proclamado como el rey de los piratas.

—Gap-san —habló un joven moreno de cabellos abundantes y rizados que usaba gafas oscuras de corte redondo. Siguió al susodicho por el pasillo—, ¿has rechazado otro asenso? —preguntó pese a saber la respuesta. Este mencionado joven, dentro de algunos años sería conocido como aquel que haría suyo el lema oficial de: «la justicia perezosa». Se trataba de Kuzan Aokiji—. Eso es algo genial por tu parte —dijo al mirar sonreír de manera desafiante al elogiado. 

—Puedo hacer lo que se me dé la gana. No necesito un rango más alto —respondió Garp sin dejar de avanzar. Volteó a su otro extremo y miró a la vicealmirante que caminaba delante de otro que parecía no querer participar en la misión, su nombre era Jaguar D. Saul, quien años más tarde sería desertor y congelado por el hielo de Aokiji durante una Buster Call en una isla llamada Ohara—. Tsuru-chan, si vas a zarpar déjame ir contigo.

—Nadie te ha invitado, ¿verdad? —le preguntó fingiendo indisposición—. Destrozarás el barco tan pronto como pongas un pie en él.

Tanto Tsuru como Garp al igual que un tercer hombre de nombre Sengoku, habían pertenecido a la misma generación de marinos y por lo tanto, eran muy cercanos aunque no lo demostraran.

—Oh, vamos. No digas eso —le pidió Garp, sonriendo confiadamente—. Seré el único que acabe con ese maldito Roger.

Se dirigieron a la plataforma de abordaje donde se encontraban muchos buques listos para zarpar.

—¡Garp, el caso de Shiki es mi responsabilidad! —vociferó desde arriba de un navío, el hombre que años más tarde ejercería el puesto de almirante de flota; Sengoku el buddha—. ¡Manténte alejado de esto!

Al lado de Sengoku, se encontraba un vicealmirante que usaba traje amarillo con rayas naranjas, su nombre era Borsalino, mas conocido como Kizaru.

—Oh, no te preocupes —le respondió Garp desde abajo, muy simpático—. Dejaré que te lleves todo el mérito.

—¡Eso no es lo que quise decir! —alegó Sengoku. Garp rió muy divertido.

—El almirante Sengoku y el vicealmirante Garp en un solo barco —comentó un marine bajo el cargo de vicealmirante, cuyo nombre era Yamakaji. Fumaba su puro tranquilamente. Sentía emoción por lo que observaba.