Capítulo Quinto: Ae Intouch.

566 81 18
                                    


Ae

Había tenido un mal momento cuando Pete se desmayó en brazos. Para empezar, quería estar con él para ver cómo estaba. Segundo, no quería enfrentar a todos y responder sus preguntas. Pero tuve que hacerlo. Por suerte, Can me ayudó. Él calmó a todos mientras me ayudaba a llevar el cuerpo de Pete a una habitación. Él estaba tan pálido.

Su cuenta bancaria está en mal estado... —me había dicho Can mientras le acariciaba el rostro. El roce provocó que apriete mis puños.

No me gusta. Aléjate de él.

Debe tomar vitaminas, pero el mes pasado noté que ni siquiera las compró... —esa información me descoloca. Noté sus ojos mirándome atento a mi reacción—. ¿Planeas hacerte cargo?

Pete toma mi mano, trayéndome al presente y dejando el recuerdo del momento de enfrentarme a todos atrás. Observo su rostro. Se sigue viendo pálido. Siento como guía mi mano y la posa suavemente sobre el costado de su barriga.

—Así ¿Ves? Suave. —Me dice.

Pasan unos segundos y siento un pequeño movimiento. Abro mis ojos por la sorpresa.

—¿Lo sentiste? —Me pregunta mirándome a los ojos. No tengo palabras, no salen, así que asiento.

La pregunta de Can vuelve, y me la hago a mí mismo.

¿Planeo hacerme cargo?

—Rompiste nuestro pacto de silencio... —soy idiota. Las palabras eligieron un pésimo momento para salir de mi boca. Pete arruga la frente, no entiende lo que estoy diciendo—. Can lo sabe... —Le aclaro.

—Oh, eso... bueno... no lo rompí... ¿Sabes? No estuvimos solos, él fue el padrino. No lo recuerdo, pero él insiste en que trató de detenernos. Fuimos unos idiotas en no hacerle caso...—Trata de reírse. Yo también lo intento, pero fracaso.

Nos quedamos en silencio. El bebé se ha tranquilizado así que alejo con cuidado mi mano de su panza. Los segundos pasan, y espero que el médico se apresure, porque no veo que el color vuelva a las mejillas de Pete.

—¿Lo saben todos ya? —pregunta. Asiento. Cierra los ojos y veo una lágrima caer por su rostro—. Tus padres y tu hermano van a odiarme...

—Bueno... Tin no ha dicho mucho...Dely salió corriendo de casa cuando se enteró que estuvimos en Las Vegas, y creo mi hermano está enojado por evidenciarlo, así que puede ser... Mis padres están... contentos... o algo así...

Vuelvo a recordar el momento de cuando se los expliqué. No lo hice solo, Can me ayudó, pero su versión de la historia cambiaba por momentos. Tenía la ligera impresión de que trataba por todos los medios de hacer quedar a Pete como un ser pobre, inocente y demasiado alcoholizado para saber lo que hacía. Mi recuerdo en cambio era el de un Pete coqueteando conmigo. Pero tal vez si dejaba que Can contara su versión las cosas saldrían mejor.

Yo estuve presente, y créanme... hice todo lo que estuvo en mis manos para detenerlos... —explicó. Todos me miraron, buscando aprobación o no. ¿Qué podía decir? No lo recordaba. Mis memorias eran bastas, sólo había alcohol, Pete coqueteándome, sé que tuvimos sexo, y todo lo que pasó después de despertar juntos. Sólo asentí y Can prosiguió—. Pete no paraba de decir cosas sobre las almas gemelas y Ae... —me puse nervios ¿Qué diría de mí? ¿Me haría quedar como el malo?—. Ae sólo lo arrastraba hacía la capilla más cercana...

Fue allí donde Dely empezó su berrinche, y luego golpeó la puerta de casa, yéndose. Tin no fue tras ella, pero me dedicó una mirada llena de odio antes de caminar hasta Can. Pensé que iba a golpearlo, pero todo lo que hizo fue apuntarle con el dedo con una mirada llena de resentimiento, como si Can lo hubiera traicionado de la peor manera posible,

Noche en las Vegas [AEPETE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora