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-Entiendo, eso lo tengo claro- Suspira recostando su cabeza de la rodilla.

Alejandro le estaba repitiendo lo que le dijo por mensajes acerca de la decisión de Lili, Erika entendía, sabia por su madre lo que conlleva traer un bebe al mundo.

–Alejandro...es que no se, ¿odio esto sabes? Odio no saber qué decir, odio quedarme sin respuestas-

-En otras palabras, ¿odias no tener argumentos contra mi lógica?-

-...Puede que sea eso- Desvía la mirada hacia otra parte. El joven castaño frunció el ceño, de hace rato noto que la chica estaba actuando extraño, de ves en cuando lo miraba de reojo y cuando el la atrapaba haciéndolo voltea, puede que sea por la presencia de él, pero no resultaba ser nada más que una hipótesis de su parte.

Erika escucha una pequeña risa, dirige su mirada al castaño, este se tapaba la boca con intención de aguantar la risa.

-¿De qué te ríes? ¿Te volviste loco?-

Miraba al joven con preocupación, su inesperada acción de reírse sin sentido le llamo la atención. Este hace un gesto de que espere con la palma de su mano, cuando siente que no podría volverse a reír le revela:

-No es eso, solo que me acorde cuando escribiste “Dictaminar” Al principio me pareció una palabra extraña para tu vocabulario, pero como estabas sensible decidí no ahondar en el tema-

La mirada de Erika se torna confusa, ¿Qué estaba diciendo? ¿La posibilidad de que haya parado a loco sigue en pie, verdad?

Y su mente le hizo retroceder hacia un mensaje que ella que había enviado con dicha palabra.

-Ah ya... ¿E-ehhh?-

Se sobresalto casi cayendo de la cama, sus mejillas tomaron un tono rojizo. Se había acordado, días antes había pensando en escribir con palabras técnicas para impresionar a Alejandro puesto que este lo hacía; Pasado un tiempo se le paso por alto dejar de hacerlo, supone que es porque se le quedo y ya.

Lo curioso era que justamente este chico lo mencionaba en un momento como ese. Alejandro no entendía el comportamiento de Erika, quien seguía sonrojada, sacude su cabeza mientras vuelve a desviar la mirada.

-No hagas eso-

-... ¿Hacer qué?-

-Lucir tan linda-

-...-

-...-

La consciencia le había fallado, Alejandro no contaba con que eso se fuera a escapar, Erika tenía todo el rostro rojo, el humo imaginario estaba expulsándose de su cabeza mientras asimilaba lo que acababa de pasar.

Alejandro.

El chico seco.

Amargado.

Que lo único que sale de él son comentarios hirientes y sarcásticos.

Le dijo que era Linda.

Sorprendentemente se asombro al igual que Erika por lo que dijo sin pensar.

-¿Q-que fue lo que dijiste?-

-N-nada-

Eso fue suficiente para captar la atención de Erika, ¿Alejandro tartamudeo? ¿Es eso real? ¿No estaba soñando en este momento?

Por unos segundos pensó que las galletas de su madre tenían alguna droga, esto no podría estar sucediendo de verdad. No solo le dijo que era linda, algo que la descolgó, sino que también tartamudeo, si Alejandro seguía actuando de una extraña forma estaba segura que no aguantaría mucho, su cerebro saldría disparado.

Alejandro se recompuso con una ligera tos. Erika se acerca con una sonrisa para tratar de fastidiarlo.

-Oye oye... ¿Eso fue lo que creo que es?-

-No, no fue nada-

-Si...estoy segura que si-

-Estás loca, es la conclusión-

-Menos mal que tengo una memoria que jode-

En ese momento los teléfonos de ambos sonaron.

-Hum? Que gracioso cierto? Al usoninó-

-Se dice Unisonó, y si, es graciosa la casualidad-

Ambos toman sus teléfonos.

Para Erika: Malcom: Hola. ¿Podemos hablar?

Para Alejandro: Definitivamente no tiene solución: Ey imbécil, ¿Cómo te encuentras?

Sus miradas se encuentran al momento de haber terminado de leer sus respectivos mensajes.

¿Responderían? Erika tiene que disculparse con Lili, y darle a entender que tendrá todo su apoyo como mejor amiga, aun si su decisión no sea la aceptada por la joven.

Alejandro, aunque no lo admita abiertamente le debe mucho a Fran.

Como si se trasmitían un mensaje a través del asentimiento de sus cabezas, fue un momento especial el que vivieron, donde ambos no sabían que sucedería, y lo bien que se llevarían, pero era hora de regresar a la realidad.

Abren los chats que le corresponden.

MessengerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora