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—¿Podrias escucharme?— Pregunto observando como la joven pelirroja caminaba de un lado a otro. Se le veía en su rostro el disgusto y enojo que le género lo que Erían anuncio.

Tomando en cuenta el hecho que todos en el colegio escucharon, podemos señalar que lo que más disgusto le causaba se trataba de que no era real lo que anunció.

Ella no sentía nada por ese chico, el único que ocupaba lugar en su corazón era el joven, con lentes y cabello castaño ondulado.

Erían para ella solo era un chico que apareció para amargar su vida, y espera con ansias culminar la tarea de química para dejar de tratarlo.

—¿Aserní? ¿Me estás escuchando?—

—Mentiria si dijera que no— comenta entre dientes. En eso ella encara al pelinegro, estaba harta, su voz, su rostro, su horrible degradación y todo lo que el poseía le agobiaba. —Escupe una explicación, y espero que sea buena, porque de ser así, tengo una hermana que estaría a gusto de dejarte sin descendencia-—

El rostro de Erían se llena de incredulidad para después sacudir la cabeza y comenzar a contar.

—Hace días, creo que una semana antes, hay una chama que...cómo decirlo—

—Como palabras Erían—

—...si eso lo tengo claro- suspira cambiando su rostro con cejas arqueadas —La chama gusta de mí, y me pidió para ser novios— Termina por decir, en eso Vero se le queda mirando sin entender.

—¿Y bien?—

—¿Que?—

—¿Te felicito? ¡Felicidades Oxi-kun hay alguien en el mundo que puede aguantarte!— dice fingiendo alegría

—le dije que no— Verónica se mostró sorprendida por unos segundos

—¿Ohh? ¿Erían Lattan? ¿Acaso escuché bien? ¿El grandísimo Erían Lattan rechazo a una chica?—

—Si escuchaste bien— Su tono cambio a uno de seriedad, Verónica lo pudo notar así que dejó de molestarlo. —No quiero nada con chicas que solo se fijan en mi físico, sé que soy irresistible y que podrían filmar una película con mi cuerpo, pero no soy así, tiene que ser mutuo— Afirma sin una pizca de broma.

Verónica no podía creer que ese joven tuviera el ego tan alto, ¿De verdad se traga todo lo que dice?

—Me conmueven Oxi-kun, tus palabras llegan a mi corazón y me hacen entrar en razón, eres irresistible— Las cejas del joven se alzaron un poco, eso no se lo esperaba. Pero después bajaron cuando la pelirroja prosiguió — Irresistiblemente molesto y te detesto, seré sincera, no entiendo porque dijiste eso afuera del colegio, pero debes alejar esas ideas de los demás—

Tiene una voz firme, mientras señala a Erían, y después a los demás estudiantes que pasaban cerca del aula.

—Tch... Aserní, solo será por unas semanas, si logro que la chama deje de interesarse en mi será suficiente, porfavor— eso último lo dijo con dificultad, se le hacía difícil usar ese tipo de palabras, ya que nunca pedía favores ¿Y porqué lo haría?

Para el era suficiente tenerse a si mismo para solucionar cualquier cosa, pero esto no, necesitaba a la pelirroja.

—¿Porfavor? ¿Esa palabra existe en tu vocabulario? Me sorprendes Oxi-kun— Fue sarcástica pero después de posarse una mano en la frente, lo consideró. —...de acuerdo, pero solo hasta que la chica deje de hacerlo, y solo hago esto porque necesitamos continuar con la tarea, y sería un problema que tú no puedas reunirte solo porque una chica te este fastidiando— Llega a la conclusión Verónica, lo dijo con calma y un poco de molestía. Cómo respuesta Erían asiente a su condición.

Y hace algo que ella no se esperaba, la rodea en un abrazo.

—Gracias— le  susurra cerca del oído, haciendo  que  Verónica se sobresalte por su ronca voz —...sabía que detrás de esa toxicidad, había aire puro en ti, Aserní—

No sabía cómo reaccionar, la dejo sin palabras.

En eso suena la campana que da a entender: era hora de comenzar clases.

Erían se separó de ella mostrándole una sonrisa, Verónica lo miro nuevamente, ¿Quién eres, Erían lattan?.

Quería preguntarle pero después se escucharon pasos y sus compañeros de sección entraron como animales.

El pelinegro tomo asiento en su respectivo puesto, y Verónica lo imita aún atónita.

Después el último en pasar es un joven con lentes y cabello castaño. Alan Sobrevilla.

Saluda a Verónica y después se sienta en su puesto, que queda unos mas por delante de Vero.

No entendía muchas cosas al interactuar con Erían, pero lo que si estaba claro era que, tenía una relación falsa con el pelinegro, y le preocupaba que Alan lo malinterpretara, no sabía cómo pero tenía que explicarle sin llegar a esos malentendidos.

MessengerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora