Vaya...
Tenía tiempo sin sentir eso.
Sin experimentar la sensación del dolor quemar todo su interior, el de las lágrimas recorrer con velocidad sus mejillas.
Desde la azotea en la que se encontraba, Alejandro estaba llorando en silencio.
Si, Alejandro.
En sus ojos rojos, podías deducir que llevaba un tiempo así.
La noticia que recibió ayer, fueron palabras de alto impacto.
"E-eres tú, Alejandro"
Las palabras de Lili seguían resonando en toda su cabeza. Era como una tormenta que seguia causando estragos aún despierto de la misma.
—M-maldicion...— suelta apretando sus labios. Su mente estuvo impactada por tan inesperada información que no pudo ir a su casa, no podría dar la cara a sus padres, ni a su hermano menor.
¿Que ejemplo le daría a Alan?
¿Era siquiera un ejemplo a seguir?
Se sentía una mierda.
Un sonido de una manilla se escuchó.
Estaban abriendo la puerta de la azotea, se voltea para ver quién era.
El cabello rojo fue suficiente para saber de quién se trataba.
Francisca.
Esta ve al castaño, y siente como algo dentro de ella se estremece.
El aspecto que este tenía, le traía unos agrios recuerdos.
No era la primera vez que veía a Alejandro en ese estado.
Ya había sucedió antes, pero las circunstancias y razones fueron diferentes.
—toc toc...¿Quién es? José...¿Cuál José? El que te cogió y se fue...— De pronto esas palabras salieron de la boca de la pelirroja. Pero el castaño no se río.
Tomando unos indecisos pasos, se acerca con lentitud hacia el.
—¿Todo bien?— Coloca su mano en el hombro de este.
Esta acción género que una corriente le recorriera a Francisca, odiaba verlo así, y más se odiaba al saber que una vez ella fue la causante.
—Alejandro...puedes hablar conmigo— Le dice con ojos de súplica. —Hablame, dime qué sucede—
—...Dejame en paz Fran— Responde, en su voz había enojo, resentimiento, y dolor, pero hacía su mismo.
Fran le tomo por ambas mejillas y lo obligó a verla.
—Estas así por algo, así que ahora mismo me dirás, o te voy a golpear—
Francisca tampoco estaba en sus sentidos, ni siquiera pensó en lo que le estaba diciendo.
Alejandro sacudió su cabeza para que está lo soltara, pero le agarró por sorpresa que está soltara una abofetada.
Pash...
—Deja la pinche ridiculez, no estoy bromeando—
—...J-odete— escupió en su rostro. Esa acción fue la gota que derrumbó el vaso.
Pash...pash... pash...PASH
Unas cuantas más, y las mejillas de Alejandro estaban rojas.
La mano de francisca se alzó con intenciones de seguir.
—¿Te molesta ser el padre del bebé que Lili espera?— Le pregunta dándole a entender que estaba informada de la situación.
—...No es eso— este cabizbajo, sus ojos seguían soltando aquellas dolorosas lágrimas.
—¡Entonces háblame imbécil!—
PASH!
Una última pero con más fuerza se estanca en su mejilla.
Alejandro no sentía dolor físico, todo el dolor emocional opacaba al que Francisca le provocaba.
—Y-yo...— Mira los ojos de Francisca, y se queda sin palabras para continuar. Lo que estaba apuntó de admitir no era fácil —...yo...viole a Lili—
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Messenger
Short StoryDesconocido: Te me haces conocida, Erika, eres tú? Erika: Mmmm de dónde ??? Cómo te llamas Desconocido: Soy yo, Alejandro. No te acuerdas de mi?