La música sonaba a todo volumen. Las luces no neón ayudaban a poder visualizar mejor el lugar.
Muchos jóvenes entre sus 17 y 18 años estaban disfrutando como todo adolescente de su edad.
Tenían uno que otro alcohol en su interior. Y bailaban al son de la música.
La cual hacia bajar y subir la intensidad de los movimientos al bailar, dándole al ambiente un lugar impropio para los menores.
Cierta rubia estaba bailando junto a otra chica, ambas se divertían sin estar acompañadas de alguien del sexo contrario, se tenían la una a la otra.
Obvio, ambas habían bebido, más la rubia, quién gritaba como una desquiciada la emoción que sentía en ese momento.
Su amiga la imito después, captando la atención de los demás jóvenes quienes las observaban como casos perdidos.
La rubia momentos después empezó a sentir sed, y su amiga le ofreció más alcohol, pero esta negó diciendo que quería agua.
En eso se le ocurre ir a la cocina, con cuidado y tambaleándose por influencia del alcohol, logra llegar.
Pero para mala suerte de ella, el lugar estaba siendo usado por una pareja que se estaba "divirtiendo".
La rubia sonrojada, y cubriéndose los ojos fijo su dirección a otro lugar.
"Cielos vayen a una habitación...carajo justo enfrente de la nevera"
Tropezaba con algunos y les pedía disculpa, hasta que después logro llegar hasta su destino.
El baño.
Con una de sus manos toca la manilla de la puerta y la abre.
Suelta un suspiro cuando por fin encuentra un lugar para estar a solas, le pasa Seguro.
El cuarto de baño era espacioso, 4 metros de largo y 5 de ancho.
La bañera estaba a unos pocos pies de la rubia, cubierta por una cortina blanca con rayas negras.
Pero no quería ir allí, su objetivo era el lavamanos.
Con dificultad camino hacia el, y de pronto sintió náuseas.
Parece que su cuerpo quería expulsar el alcohol que se hallaba en su sistema.
Aguantando las ganas llega al lugar, y abre el grifo permitiéndo que un pequeño chorro cayera encima de sus palmas.
Cuando alcanzaba un poco, sorbia el agua. Y así sucesivamente hasta quedar llena.
Se sintió bien después de hidratarse.
Incluso disipó las ganas de vomitar de hace rato.
En eso decidió mirarse en el espejo.
"Diablos, parezco una loca"
Río para sí misma, pero su risa de pronto se apagó al escuchar unos sollozos.
Se le erizo la piel, ¿Había alguien más allí?
Volteó su cabeza, el sonido provenía de la bañera.
Tragando saliva, y consiguiendo Coraje de quién sabe dónde, aparta la cortina revelando el origen de aquellas lágrimas.
Un chico, de tez blanca, y cabello castaño estaba allí.
El joven con quién ella se la pasaba de arriba para abajo cuando eran niños.
Incluso ella llegó a verlo con otros ojos al entrar en la adolescencia.
Pero la rubia nunca le dijo nada porque este gustaba de otra persona.
Así que apagó ese algo que sentía, y trato de seguir viéndolo con los ojos de la amistad.
Tenía la cabeza enterrada entre sus rodillas. Debajo de él había una botella casi vacía.
-¿Alejandro?-
Con timidez pregunto, no pensaba molestarlo pero quería saber que ocurría con el.
Parece que no alcanzo a oírla, entonces volvió a repetir su nombre por segunda vez.
Consiguiendo que el joven alzara su cabeza. La rubia se tenso, tenía los ojos rojos, señal de que había estado llorando desde hace rato.
Y otra cosa que ella pudo notar, al igual que está, el había bebido.
Alejandro se levanta de la bañera con dificultad.
La rubia retrocede.
-¿E-estás bien? ¿Porque estás llorando?-
-Hip..Li...Liliangel...hip-
Pronunció su nombre. Parece que por lo menos no estaba tan ido como la chica creía.
Este salió de la bañera casi cayendo de la misma, de no ser por la rubia hubiera probado el suelo de una dolorosa forma.
-c-calma...todo estará bien- Abrazo la cabeza del castaño que estaba encima de su pecho.
Miro los alrededores del baño, ¿Cómo nadie se pudo percatar antes de esto?
Luego recordó que estaba en una fiesta, había alcohol y que la gente ni siquiera estaba consciente ni dónde dejaba su ropa.
-...Lili..tú..hip-
Esta acercó más su oído para poder escuchar, pero en eso sintió como Alejandro tiro de su camisa.
Está le dio un leve empujó. No quería lastimarlo.
El castaño se pudo recomponer, y centrando su atención en la rubia se acercó con ferocidad.
Logrando que ella se asustara, corrió hacia la puerta con intenciones de irse, pero es retenida por el joven.
Sintió miedo.
Quería gritar pero sabía que era inútil, la música estaba a todo volumen, nadie lograría escucharla.
El castaño detrás lamió su cuello. generando que un escalofrío apareciera en la espalda de la joven.
Su respiración estaba agitada. Alejandro rodeo con su brazos la cintura de Lili.
Y desabrochó el pantalón, está volvió a golpearlo pero era inútil, este tenía más fuerza.
El miedo la estaba invadiendo, las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos.
Y su primera vez resultó ser...una violación.
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Short StoryDesconocido: Te me haces conocida, Erika, eres tú? Erika: Mmmm de dónde ??? Cómo te llamas Desconocido: Soy yo, Alejandro. No te acuerdas de mi?