Memories.

85 6 0
                                    

D a l l a s . . .

Doce años, una semana después de mi décimo segundo cumpleaños fue cuando mis padres pensaron que lo mejor para festejarlo era hacer un viaje todos juntos. Iríamos a Disney World después de pasar por la casa de mi abuela como cada fin de semana.

Llegamos con ella para la cena con las maletas ya en el auto, por lo que fue prácticamente lo mismo que otras noches; comer, hablar sobre mis padres, sobre como había sido un gran niño, jugar con su perro- un dálmata demasiado viejo para poder entretener a un niño- obtener algo de dinero para que "comprará algo en el camino" aún cuando siempre lo guardé todo en realidad, en fin fue una tarde un tanto larga.

El accidente automovilístico surgió en el trayecto al aeropuerto. Era demasiado tarde y oscuro por lo que todo se dificultaba más.

Estaba por quedarme dormido mientras escuchaba a lo que creo que era Queen en la radio mezclado con la conversación de mis padres que se basaba en sí, sobre el tiempo de viaje y organización del mismo.

Cerré los ojos y me concentre en el movimiento del coche para dormir un poco, faltaba cerca de una hora para llegar al aeropuerto.

Recuerdo que el coche se sacudió, el sonido del caucho contra la acera saliendo de un auto, tal vez algunos insultos, abrí los ojos y el coche daba vueltas, este se detuvo cuando otro lo impactó pero a diferencia de quedarse en el mismo lugar dio contra la barra que separaba el camino.

Para eso yo ya había caído inconsciente. Desperté es el hospital. Solo, en un cuarto blanco con el olor a productos de limpieza y medicamentos inundando mi nariz, con pánico como primer sentimiento pues no tenia del todo claro lo que había sucedido. El doctor me contó que unos adolescentes ebrios salidos de una fiesta conducían a gran velocidad por lo que ambos autos junto con otros dos habían salido dañados. Nosotros recibimos todo el impacto.

No me dijo lo de mis padres muertos hasta después de una semana en la que no dejé de preguntar por ellos, a diferencia de eso me mandó a recostarme en lo que una enfermera llegaba para revisar signos y todo eso.

No tenía padres, sólo tenia la pierna y varias costillas rotas, junto con varios cortes y moratones a lo largo del cuerpo.

Susan trabaja en el hospital, por eso ahí mismo firmó las notas de tutora o yo daría a parar a una familia sustituta. Mis abuelos a su parecer estaban muy viejos para cuidar de mí, y no tengo otra familia cercana.

Susan siempre quiso un hijo, pero no tuvo la ocasión, creo que ella al igual que su esposo considera una virtud que sea su pariente mas cercano. Su esposo murió un año después de adoptarme como su hijo gracias al SIDA, durante sus últimos días no dejó de recordarme que fui un hijo para él.

Mis abuelos siguen en contacto conmigo y dándome su apoyo en todo, por suerte aún los tengo, pero la noticia que mas me dolió de su parte fue cuando me dijeron días antes del funeral que mis padres pensaban darme una gran sorpresa en el parque de atracciones. Iba a tener una hermana, de la cuál nunca me llegó la noticia gracias al accidente.

Los ataques no llegaron hasta después de haber cumplido catorce hace poco mas de dos años. Primero fueron pesadillas, luego el recuerdo era un golpe bajo y más realista.

- Entonces por eso tienes ataques.

-Pánico desde entonces.- dige tallando mis ojos recordando el primero de todos.- Cada maldito día, cada vez que el recuerdo llega es como vivirlo de nuevo.

Mi respiración se hizo pesada pero igual seguí. Necesitaba decírselo a alguien.

-El choque, el desconcierto al despertar en un hospital, - respirar resultaba complicado - es como si lanzaran un piano contra tu corazón haciendo que este se aplaste, y con cada nota desastrosa mueve tu cuerpo al mismo tiempo en el que rompe tus oídos, todo con la noticia de que tus padres han muerto.

Ella dejó que me recostara entre sus brazos y llorará como lo necesite por mucho tiempo.

Después de un rato se puso de pie y me obligó a seguirla hacia la entrada.

- Ven, hay algo que tenemos que hacer.

Chamomile [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora