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Kenny.

—No.
lamí mi labio inferior en cuanto escuche al pelinegro delante de mi negarse sin si quiera pensarlo, lo abracé por el cuello acercándolo a mí para caminar lejos de su grupo de amigos que nos miraban extrañados.

—Vamos, Craig... Es una gran cantidad.
Sus ojos con aquella extraña combinación de verde y café me miraron con algo de molestia por un par de segundos, suspiro y volvió a negar.

—Vete a la mierda, es a la hora de la fiesta.
Sus manos se escondieron dentro del azul poleron de la nasa que solía llevar siempre, lo solté para poder pararme delante de él. Sonreí al notar que nuestra altura era la misma.

—¿Ni si quiera por mi?
Intente hacerle ojitos pestañando un par de veces, alzo su dedo haciendo su típica seña a centímetros de mi rostro.

—No me hagas vomitar.
Me dio la espalda, entonces me apresuré a hablar sacando mi última carta.

—Entonces hazlo por Tweek.
Hable logrando que se volteara para verme más enojado aún, cerré mis ojos cuando se acercó esperando algún golpe pero solo sentí su dedo empujar mi pecho.

—Si no llegó a la hora con Tweek, date por muerto Mccormick.

12 horas para la fiesta.
22:00 pm. viernes.

Tweek.

—¡Ya me voy mamá!
Me agaché abrochándome los zapatos en el momento en que mamá bajó casi corriendo de las escaleras, me abrazó con cariño y beso mi frente haciéndome sentir algo avergonzando.— ¿Y eso por qué?

—Tweek solo prométeme que te cuidarás, ¿Si?
La miré algo extrañado por un par de segundos antes de asentir, abrí mis labios cuando puso un billete de 100 en mis manos.

—Mamá solo voy a quedarme con Craig por el fin de semana, lo hago siempre.
Rasque mi nuca bastante confundido por su actitud.

—Pero nunca habías estado solo con Craig, Laura siempre me informaba que estaban haciendo... Tweek por favor usa condón.

—¡Gah!
Apreté mi ojo izquierdo en un fuerte espasmo en cuanto escuche lo último, mis mejilla ardieron y escondí mi rostro tras las palmas de mi mano.— ¡Mamá basta!

—Mi hijito homosexual, un día te tomabas de la mano con Craig y ahora tendrán...
ni si quiera sé de donde salió papá.

—¡Basta, basta! ¡Gah! Me voy.
Salí corriendo dando un fuerte portazo antes de seguir escuchando cualquier estupidez vergonzosa que dijeran mis padres en ese momento, toque mis mejillas sintiendo el calor que emanaba.
Espera, ¿Mi suegra nos espiaba?

Me fui en el último autobús hacia el otro lado del pueblo en donde recientemente habían abierto la universidad y varios complejos de departamentos, la noche ya había caído en South Park provocando que el clima fuera bastante frío y aún que el viaje no sería largo decidí recostar mi cabeza cerrando mis ojos por un par de segundos.

"Ngh... Tweek."

Abrí mis ojos en cuanto aquella imagen de Craig sobre mi vino a mi mente, mire mi reflejo en la ventana notando como mis mejillas estaban al borde de estallar como la punta de un termómetro, me eche aire con la mano intentando no recordar esa imagen de nuevo. Dios, que me pasaba pensando ese tipo de cosas.

Baje unos minutos después sonriendo cuando observé a Craig sentado en la parada esperando por mi, alce mi mano en forma de saludo y el hizo lo mismo, por alguna razón ambos actuábamos de manera torpe ya que ninguno se acercaba, camine con lentitud sintiendo que mi corazón se saldría del pecho y cuando estuve frente a él pude notar un pequeño sonrojo.

—Hola, cariño.
Su mano se deslizó con suavidad por mi brazo antes de entrelazar nuestros dedos, se acercó robandome un beso pequeño sintiéndose incluso como el primer beso que nos dimos hace más de ocho años.

—¿V-vamos?
Mi voz salió bastante temblorosa, a este altura no sabía si los nervios me estaban comiendo vivo o una nueva crisis de abstinencia estaba atacandome, mis manos sudaban y temblaban, me sentía mareado e incluso el aire se me iba.

—Vamos.

Advertencia +18.

Mi espalda se azoto suavemente contra la pared una vez nos encontrábamos dentro del departamento, los labios de Craig se paseaban libremente y sin vergüenza por el largo de mi cuello dejando marcas cada cuantos centímetros, corrió un poco mi cabeza dejando una mordida en mi hombro que provocó que de mis labios escapara un vergonzoso sonido.

—No voy a detenerme esta vez.
Sus manos tomaron con firmeza mis mejillas haciéndome observar el brillo en sus pardos ojos, intenté bajar mi vista sintiendo que podría morir de vergüenza.

—Tampoco pienso pedirte que lo hagas, tigre...
mi camisa desapareció en un pestañeo mientras me tomaba entre sus brazos para caminar hasta la habitación, sin perder la suavidad me recostó sobre la cama recorriendo con sus labios desde mi mentón hasta mi abdomen, me estremecí cuando su lengua se paseó por la orilla de mi pantalón.— Cra-Craig...

Me sonrió desde su lugar deslizando mis pantalones con una lentitud tortuosa, la yema de sus dedos recorría con suavidad cada centímetro de mi piel expuesta mientras nos dábamos miradas cómplices entre el silencio, se acercó hasta mis labios nuevamente uniéndolos con los míos y comenzando de inmediato una guerra entre nuestras lenguas en donde demandaba control haciendome sentir sumiso, gemí en cuanto nos separamos.

En un rápido movimiento me sentó sobre él, logrando que diera un pequeño salto cuando sentí el duro bulto bajo mi trasero, inflé mis mejillas por unos segundos cuando noté que yo era el único en ropa interior. Al parecer lo noto soltando una pequeña risa mientras alzaba sus brazos para que yo me deshiciera de su camiseta, la lancé en algún lado de la habitación sintiendo como mis mejillas volvían a hervir cuando por primera vez en años podía observar el trabajado abdomen de mi novio debajo mío, sentí sus dedos rozar la desnuda piel de mi espalda y temblé.

—Puedes tocar.

—¿Y-yo?

—Si, ¿Quién más? ¿Los duendes que roban calzoncillos?

—¡Gah! No los nombres, Cr-Craig...
Di un pequeño salto escuchando como este gemía ronco por el brusco movimiento, mi piel se erizo y lleve mi mano hasta su boca para que no volviera a nombrar a los duendes, volví a sobresaltarme cuando su lengua se paseó entre mis dedos mirándome con sus ojos oscuros dándome una vista que nunca antes había tenido, el calor me bajo... Más bien me subió.

Sin si quiera notarlo yo me encontraba entre su fuerte cuerpo y el colchón de la cama, con tan solo una mano este desabrochó su pantalón y sacó... Dios mío.

—¡Eso no va a entrar! ¡No, no! Olvídalo Craig, vete a la mierda.
Intente escapar pero este entre risas tomo mis manos dejándolas sobre mi cabeza, trague saliva animándome a mirar una vez más hacia bajo subiendo mi vista inmediatamente realmente sentía que mis mejillas iban a explotar en cualquier momento.

—¿Quien dijo que lo voy a meter, cariño?
Sentí su fría mano bajo mi ropa interior liberando mi erección en el momento, mordí mi labio por la vergüenza y para evitar el gemido que quería arrancar desde lo más profundo de mi garganta cuando Craig tomo nuestros miembros con su mano comenzando a bombear sobre estos mientras se rozaban entre ellos con cada movimiento.

—Ngh... Tigre.

—Solo te haré sentir bien, mi amor.~




Mis disculpas no sé escribir este tipo de cosas a.
Y PERDÓN POR DESAPARECER TANTO TIEMPO, les cuento que el covid golpeó mi puerta 😞✋🏼 pero estoy bien a.
Ojalá les guste y disfruten 🥺

𝖠𝖻𝗌𝗍𝗂𝗇𝖼𝖾 𝗌𝗒𝗇𝖽𝗋𝗈𝗆𝖾 •𝖢𝗋𝖾𝖾𝗄• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora