Capítulo 4: El Golpe

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Julia se toco las mejillas para sentir lo calientes que estaban. Debía calmarse, lo que menos deseaba era que Mark notara esto.

Escuchó pasos, enseguida Mark abría la puerta.

—Karen ya se fue— le dijo.

—Entonces debería irme— pasó la correa de su mochila sobre su cabeza hasta que se asentó en su hombro, bajo un poco la cabeza —Hasta luego —se despidió.

Mark iba a decirle algo pero su móvil sonó y Julia aprovecho el momento para irse.

—Si mamá, estuvo aquí ........... me pidió dinero prestado............ no me dijo para que,. ............... si mamá ............. yo también estoy preocupado por ella ............. si mamá, si ocurre algo te lo dire......... si adios.

Karen, Karen, ........ que estaba haciendo con su vida? ......... . Sus constantes problemas lo mantenían frecuentemente preocupado.

Por el momento no podía hacer nada.

Lo que más anhelaba ahora era dormir.

Se lavó el rostro y los dientes, se puso la camiseta que usaba para dormir y estaba a punto de levantar la colcha, cuando notó la chaqueta de Julia; sobre su cama, se acercó y la levantó, seguramente la olvidó por la forma tan apresurada en la que se fue.

Por cierto por que se fue de esa manera? Surgio una emergia de pronto?, extraño, parecía que el día de hoy, todo el mundo tenía como propósito hacerlo sentir como un tonto.

Mañana iria a darsela, y también le debía un agradecimiento por la limpieza a su departamento.
                               
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Julia se sentó sobre su cama con un ligero suspiro; tenía su pijama puesta, y estaba lista para dormir, pero la noción de que estaba terriblemente sola, la deprimia un poco.

Cuándo fue la última vez.......?, empezó a hacer memoria; su última relación fue hace dos años. Y en todo ese tiempo, se dijo a si misma que estaba bien sola, sin ninguna clase de compañia, y hasta esta tarde-noche estaba convencida de aquello.

Ni siquiera fue un acercamiento de varios minutos, fueron segundos, segundos en los cuales sintió el aroma de Mark, su torso ........ y sus brazos ............, como si su figura alta pudiera resguardarla de cualquier peligro; tenía pleno conocimiento de que sonaba como una muchacha inexperta, que por primera vez en su vida había estado tan cerca de un hombre, pero para ella era inevitable, seguramente la soledad, o la falta de ese tipo de contacto hicieron ese efecto en ella.

Era vergonzoso, si le contara esto a alguien más, seguramente le diría que sonaba como una muchacha tonta.

En fin. ........ pensar en esto..... no tenía objeto, porque su vecino, Mark, aunque no era apuesto como un actor de cine, no era desagradable a la vista, era alguien ....... con apariencia común, y ella ............. no creía que tuviera apariencia común, estaba debajo de eso; cómo lo sabía?, bueno ........ eso .......eso era tema para otra noche; el punto era que pensar en Mark de una manera ...... amorosa..... no tenía caso. Él estaba fuera de su alcance; eso era todo.

Se acostó, decidida a dejar sus pensamientos tontos atrás.
                           
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Unos golpes en su puerta interrumpieron su desayuno dominguero. Quien podría ser un domingo por la mañana? Con la taza de café en su mano, fue a abrir la puerta.
                    
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Eran las 10:00 de la mañana; los domingos Mark se levantaba tarde, lavaba ropa, ordenaba un poco.

Había estado ordenando su ropa, cuando vió la chaqueta de Julia apoyada en su silla, recordó que debía devolversela.

La Chica Del Ascensor. ✓ (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora