𝐼 𝑀𝐸𝑇 𝑌𝑂𝑈 𝐼𝑁 𝑇𝐻𝐸 𝐷𝐴𝑅𝐾

20⚪️𝙋𝙖𝙯✍︎︎

Una vez en el hospital, habían tenido que vendar a Taehyung y ponerle puntos en la muñeca. Nada grave por suerte, no llego a desgarrarse tanto los músculos. Yeji y Jungkook también estaban enteros.

Los Jeon estaban muy agradecidos con la peli negra y como recompensa prometieron invitarla a comer.

—Hola Hola...-Jungkook entró a la habitación del castaño con el conejito de peluche frente a él saludándolo con su pata.

—Mi conejito...-el menor sonrió dejando su jugo de lado y extendió su mano sana para que se lo diera.

Jungkook se lo acercó y el castaño lo abrazó a él. El peli negro lo miró enternecido.

—¿Cómo te sientes?...

—Bien-asintió mirándolo y sonrió leve.

Jungkook se sentó junto a él en la camilla y el castaño no tardó en acomodarse en su regazo como un bebé abrazando su peluche. El mayor lo envolvió entre sus brazos y dejó un beso en su frente.

—El doctor dijo que ya podía irme a casa. Pero que no moviera mi muñeca...-hizo un puchero.

—Pues no cariño, te podrías lastimar...y si-sonrió—Hoy regresamos a casa...¿quieres?-el castaño asintió—Entonces cámbiate para irnos, mamá hizo tu comida favorita...

—Esta bien...-se levantó de su regazo contento y dejó un besito en la mejilla de Jungkook. Tomó su ropa y entró al baño para cambiarse con cuidado.

Jeon suspiró al verlo irse y miró sus manos esperando al menor hasta que salió. Tomó su mano sana y el conejito para salir del hospital e ir a, ahora su auto.

...

Taehyung sonreía viendo por la ventana la hermosa mañana de medio día de Seúl. Jungkook lo miraba de vez en cuando sonriendo al verlo así de tranquilo ahora.

—Oye...-Jungkook lo llamó y el menor se giró a verlo.

—¿Mande?...-ladeó su cabeza.

—Estuve hablando con mamá, y...¿adivina qué?.

—¿Qué?...-lo miró curioso.

—Te conseguí un lugar en las clases de artes para el siguiente semestre-sonrió.

—¿¡En serio!?-abrió sus ojos como platos.

—En serio-rió leve.

—¡Gracias!, ¡Gracias!, ¡Gracias!-repitió contento y se acercó a dejar un beso en la mejilla del mayor.

—De nada, de nada, de nada...-lo miró sonriendo.

Una vez habían llegado a casa. Lia recibió al menor con besitos en su carita y con el olor a la rica comida, logró escuchar las risas de Yeji en el comedor igual, que se encontraban acompañadas de su mejor amiga Chaeryeong.

—¿Cómo te sientes tesoro?...

—Bien mamá...-sonrió tierno y saludo a ambas chicas con una sonrisa para después sentarse junto a Jungkook.

Mientras almorzaban mantenían una agradable conversación. Con anécdotas de Yeji y Jungkook de niños y una que otra travesura.

—¿¡En serio hizo eso!?-rió Lia.

—¡Si!-contestó Yeji—Tuvo que bailar por un minuto sobre el escritorio del profesor mientras todo el salón le lanzaba dinero...-comentó entre risas mientras Jeon cubría su rostro avergonzado y todos reían.

—En mi defensa, junte muy bien para el receso-rió leve.

—Fue épico...

—Bueno ya muchas risas-habló Jungkook—Yo iba a decirles algo-todos lo miraron atento—Pasado mañana regresamos a un nuevo apartamento en Seúl...Tae y yo-sonrió leve tomando a todos por sorpresa.

—¿¡Ya!?-habló la mujer.

—¿Ah?...-Tae lo miró confundido.

—Sip, bueno llevaba hace unos días buscando otro lugar para quedarnos, no podemos ir y venir todos los días cuando regrese a la escuela y Tae empiece con la escuela de arte...-asintió—Sorpresa...-rió leve.

—Oye está súper bien, mientras vengan a visitarme o yo ir a invadirlos-comentó su mamá.

—Cuando quieras madre...-sonrió.

...

Una vez las chicas se habían ido y había llegado la noche. Ambos chicos estaban en la habitación preparándose para dormir. Jungkook había terminado su libro al fin, uno de los mejores que había leído.

Miró al menor salir del baño con una de sus sudaderas. Extendió sus brazos para que viniera abrazarlo y sin dudarlo el castaño se acercó rápido a ir a abrazarse de él como un koala, cuidando de no mover mucho su muñeca izquierda.

—Kookie...-se separó de su cuello para mirarlo a los ojos.

—Dime...

—Amm...-habló algo nervioso jugando con el collar en el cuello de Jungkook—Es que quería decirte algo, o pedirte algo más bien-dijo algo torpe.

—Claro cariño, dime...-dijo dejando caricias en su cintura prestándole atención.

—Bueno, tú ya hiciste mucho por mi y has gastado dinero en mi-Jeon supuso a donde iba—Y...yo quería saber si podía trabajar...-lo miró.

—Mmm...cariño a mi no me importa gastar dinero en ti, me va bien en el trabajo, pero también sé que tú también quieres ganar dinero por tu cuenta, claro que puedes trabajar en cuanto se cure tu muñeca si eso quieres...

—¿Si?-lo miró con emoción por sus ojos.

—Claro Tae...-sonrió—No tendrías ni porque pedirme permiso, eres libre ahora bebé, puedes vivir en paz al fin-besó su mejilla.

—Gracias-murmuró abrazándose de nuevo a él.

—Eso me recuerda...-lo llamó para que volviera a mirarlo—Te debo una sesión de besos...-abrazó más su cintura forzando el agarre.

—A-Ah...-sintió el sonrojo calentar sus mejillas al sentir la cercanía de Jungkook—Sip...-asintió viendo sus labios.

Jungkook rió leve y terminó de acercarse estampando sus labios a los del menor, besándolos con lentitud y sin prisas. El castaño subió su mano a la mejilla del mayor acariciandola y sonriendo leve entre el beso.

Sintió las suaves caricias en la piel de su cintura y ladeó su cabeza dándole más acceso a Jungkook en su boca. Se sentía tan bien ahora, su pecho y alma al fin estaban tranquilos y en completa paz. Estaba feliz de estar con Jungkook al final de todo.

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