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Ten está con la computadora portátil, trabajando en la preparación de la historia de su diseño, cuando hay un suave golpe en la puerta. Levanta la cabeza mientras Taeyong empuja esta, le da un pequeño saludo con la mano. Es extraño como la calidez que produce el coreano, invade la habitación llegando hacia Ten casi instantáneamente. Ten se encuentra sonriendo.

—Hola, Ten. —dice Taeyong, acercándose a su lugar de trabajo.

—Hey, ¿Cómo estás? —Ten responde.

—Estoy bien, ¿Tú? —dice, todavía de pie un poco vacilante.

—Estoy bien. —Ten asiente.

—Yo sé que solo estabas tratando de ser amable cuando dijiste que podía venir a verte, pero por lo general solo me siento en mi camioneta y estudio, así que pensé que tal vez, ya sabes, prometo no molestarte... ¿Puedo estudiar aquí contigo? —él repite, con el rostro esperanzado.

Ten se encoge de hombros.

—Seguro Taeyong, si quieres.

—¿En serio? ¿No te importa? —Taeyong pregunta, sin soltar las correas de su mochila.

—No. —Ten se ríe.— No me importa. Solo estoy haciendo la tarea.

Taeyong sonríe y arroja su mochila. Hoy lleva otro par de vaqueros negros imposiblemente ajustados y una camiseta gris, que es demasiado grande para él. Cuenta con un pequeño corazón rojo en el bolsillo en el lado izquierdo de su pecho con la palabra "lover" escrito en él. Su cabello azul se agita sobre su cabeza como el primer día que Ten lo vio. Hay otros tres taburetes alrededor del lugar de trabajo, pero Taeyong camina directamente al que se encuentra junto a Ten y se sienta. Abre su mochila y saca un libro de física y un cuaderno.

—¿Qué hiciste anoche? —Taeyong pregunta, volteando las páginas de su libro de texto.

—No mucho, solo cené y vi una película con los chicos. —Ten se encoge de hombros.— ¿Tú?

—Mark me obligó a ir a un pub durante la cena, pero lo dejé bastante temprano. No consiguió venir hasta las tres de la madrugada, creo. —Taeyong responde.

—¿Qué estaba haciendo él en un pub hasta las tres de la mañana un martes? —Ten se ríe.

—Dudo que se quedó en el bar, probablemente fue a casa con una chica, o chico. —Taeyong pone los ojos en blanco.— Adoro al chico, pero es un pedazo de escoria, piensa que volver a casa a las tres de la madrugada es bastante normal.

Ten da una pequeña sonrisa.

—Bueno, ustedes son jóvenes, es lo que se supone que deben hacer, supongo. —dice.

Taeyong niega con la cabeza.

—Nah, yo no soy el tipo de conexión al azar. —dice.— Soy un de romántico empedernido.

Ten murmura.

—Eso debe ser bueno.

—¿Qué quieres decir—Taeyong pregunta.

—Johnny es de la misma manera. Siempre le digo que es un lujo poder ser romántico, significa que no se le hace de cínico, —Ten responde fácilmente.— aferrarte a todo lo que puedes mientras el tiempo corre.

Ten se desplaza distraídamente a través de las notas en su ordenador portátil, pero mira hacia arriba cuando siente los ojos de Taeyong sobre él. Las cejas del peliazul se juntan, tiene el ceño ligeramente fruncido. Su codo se apoya sobre el escritorio, con la mejilla descansado contra su puño y mira fijamente a Ten mientras mordisquea un poco uno de sus nudillos. Ten siente las mejillas calientes y levanta una ceja.

fading│𝘁𝗮𝗲𝘁𝗲𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora