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Están juntos más de un mes cuando Taeyong finalmente le pregunta a Ten por qué nunca se deja corresponder cualquiera de las pajas o mamadas que él le dio anteriormente. Ten cree que la pregunta no hubiera surgido tempranamente si no fuera por la falta de voluntad completa de Taeyong por hacer cualquier cosa que lo haga sentir incómodo. El mes pasado había sido increíble, a Ten todavía le desconcierta con qué facilidad sus vidas se han entrelazado. Ahora duermen juntos casi todas las noches. Taeyong ha tenido que quedarse después de clase para hacer una serie de laboratorios para su curso de química pero viene después de la cena y pasa la noche en el departamento. Johnny y Taeil están muy entusiasmados al respecto, porque Taeyong hace increíbles desayunos por la mañana y se han acostumbrado a él al igual que Ten. Ten realmente no disfruta de forzar la comida grasosa en su garganta cada mañana, pero vale la pena ver a Taeyong con su pelo desordenado, sus ojos negros medios entrecerrados y su voz deliciosamente ronca por la mañana. Por suerte llega a caer en el cuarto de baño para vomitar y prepararse antes de ir a la universidad juntos.

Ten piensa que quizá es raro haber lavado toda la ropa de su novio esta tarde cuando llegó a casa de la escuela, pero Taeyong por lo general solo deja su ropa de la noche anterior detrás de la cama, arrugándola. Ten sabe que Taeyong tiene que recorrer un largo camino hacia la lavandería para hacer el lavado, asimismo recuerda la vez que el peliazul dejó su billetera en el bolsillo de sus vaqueros y arruinó su pase de estacionamiento. Sin duda vale la pena ver el interior de los ojos de Taeyong iluminarse cuando Ten le entrega el montón de ropa limpia cuando viene después de la cena.

Para mirar a Taeyong, Ten tiene que ponerse un poco bizco porque sus rostros están tan cerca juntos, pero aún así, Taeyong es más hermoso de cerca. La mejilla del tailandés descansa en el bíceps de Taeyong, sus brazos enrollándose alrededor de su cintura. La mano de Taeyong no está debajo de la cabeza de Ten, si no acariciando su cabello. Las mejillas de Taeyong todavía están sonrojadas después de la mamada que Ten le dio y este no deja de cepillar con el pulgar el lugar donde su hoyuelo sobresale de su piel.

—¿Ten? —Taeyong casi susurra a la luz de la luna.

—¿Mmh? —Ten tararea.

—Si te hago una pregunta ¿Me dirías la verdad, incluso si es algo que no quieres que sepa, si crees que la respuesta no es lo que realmente quiero escuchar? —Taeyong le pregunta en voz baja.

El corazón de Ten se encoge debido a la forma en que las cejas de Taeyong están un poco fruncidas y su profunda voz es grave. Taeyong se acerca y empuja sutilmente sus dedos por la franja del cabello Ten, antes de inclinarse hacia delante y darle un beso en la frente. La cosa es que, Ten realmente tratará de contestar con sinceridad si puede, ya que realmente odia mentirle a Taeyong.

—Si. ¿Está todo bien, amor? —pregunta en voz baja, tratando de parecer tranquilo a pesar de lo nervioso que está.

—Sí, por supuesto. Sólo... sabes que me preocupo por ti ¿No?

—Taeyong, escúpelo. —dice Ten, porque realmente no puede manejar el suspenso.

—Ten, ¿Alguna vez te has cortado? —Taeyong espeta con prisa y Ten piensa vagamente que puede ser lo más rápido que haya dicho alguna vez.

—¿Qué? —se burla, al instante sentándose bien en la cama.— ¡No! ¿Por qué siquiera me preguntas eso?

Taeyong se sienta igualmente, mirándolo dolorosamente tímido.

—Lo siento, por favor no te enojes. Yo solo... si lo haces puedes decírmelo, por favor dímelo, sabes que yo nunca te juzgaría.

Ten niega con la cabeza, completamente atrapado con la guardia baja.

fading│𝘁𝗮𝗲𝘁𝗲𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora