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TERCERA PERSONA
 
La chica se sujetaba cada vez mas fuerte del caballo que corría a una gran velocidad, sintiendo su sangre arder y escuchando los latidos de su corazón retumbar en sus oídos. No sabia como todos sus organizados y estresantes planes que habia proyectado se habían derrumbado, lo único que sabia era que, la decisión que había tomado podía ser, su salvación, o perdición.
 
Apretó con fuerza sus labios al sentir unas grandes arcadas, cuando al fin, estuvo en la parte trasera de su casa, bajo lo mas rápido posible del enorme caballo, sus pasos eran tembloroso, indecisos, sus piernas temblaban, con mucha precaución entro a la casa y con mirada desesperada busco a su hermana.
 
   ̶  ̶  ̶  ¡Emma! ¡Emma!  ̶  ̶  ̶  grito con desesperación, caminando con rapidez por toda la casa
 
   ̶  ̶  ̶  ¡Por Dios! ¡¿Que te paso?!  ̶  ̶  ̶  exclamo asombrada la mayor al ver a su hermana
 
   ̶  ̶  ̶  eso no importa, tenemos que irnos, ahora, Emma, ahora  ̶  ̶  ̶  formulo tan rápidez la menor que apenas y se le entendía
 
   ̶  ̶  ̶  ¿Que? ¿Irnos a donde?  ̶  ̶  ̶  pregunto dubitativa, confusa, Emma
 
   ̶  ̶  ̶  Emma, tenemos que irnos ahora ¿Tom esta aquí?  ̶  ̶  ̶  insistió con rapidez
 
   ̶  ̶  ̶  no, el esta en el trabajo , ¿Que sucede Gema?  ̶  ̶  ̶  informo Emma, extrañada
 
   ̶  ̶  ̶  tenemos que irnos  ̶  ̶  ̶  insistió Gema, asustada  ̶  ̶  ̶  ellos vienen por mi, Emma  ̶  ̶  ̶  susurro llorando
 
   ̶  ̶  ̶  ¿Ellos? ¿Quiénes, Gema?  ̶  ̶  ̶  pregunto inquieta Emma
 
   ̶  ̶  ̶  los séptimos, Emma, o nos vamos ahora, o moriremos  ̶  ̶  ̶  soltó Gema, provocando que su hermana, Emma, empezará a sudar frio
 
...
 
Después de días angustiantes, dolorosos y donde el miedo e inquietud reino, las hermanas Steel y su amiga Victoria, sentían algo muy mínimo de descanso. Gema, decidió contarle absolutamente todo a su hermana mayor y amiga Victoria... o casi todo.
 
Emma, tras escuchar dicha historia tan surreal, decidió que, Gema, fuera al  psicólogo, claro, después que organizarán su vida y lo mas lógico, tuvieran dinero pues, habían dejado todo en el carajo, pero, lo único que les importaba era, estar lo mas lejos posible de Inglaterra, cosa que se les dificulto por montones pues, no fue nada sencillo salir del país.
 
Estaban al borde del abismo, tres chicas, en un país desconocido, una cultura desconocida, no conocían a nadie, sin dinero y encima esperaban un bebé, en esa situación es donde, rogaban por un milagro, uno realmente grande.
 
   ̶  ̶  ̶  ¿Que vamos hacer?  ̶  ̶  ̶  murmuró Emma, sin saber que mas hacer, o decir, soportando la gran angustia que tenia sobre los hombros al ser la mayor y no tener ni remota idea de como solucionar los problemas, las chicas se encontraban en la mesa de una tienda, comprando comida con el poco dinero
 
 
   ̶  ̶  ̶  esperar un milagro  ̶  ̶  ̶  respondió irónicamente Viky, dirigiendo su mirada a la de Gema
 
Gema, no emitía palabra alguna, estaba sintiendo cosas en su cuerpo, su cabeza, un dolor constante en esa misma parte no la permitía ni soportar la luz del sol, sentía que algo cambiaba en ella, pero no sabia que, se sentía a la vez drogada, adormilada, no podía pensar con coherencia, su mente estaba en blanco, de la nada, sintió unas horrendas arcadas y sin pensarlo, corrió hasta el baño de la tienda, no se fijo que entraba al baño de los hombres y no de mujeres solo quería expulsar lo poco que había comido, no se dio cuenta que, alguien mas había entrado al baño, solo seguía vomitando como si no hubiera un mañana, halo de la cisterna al terminar y cuando quiso levantarse, sus piernas débiles no resistieron su peso, pero, antes de caer al suelo, unos brazos la sostuvieron.
 
   ̶  ̶  ̶  ¿Estas bien?  ̶  ̶  ̶  escucho muy lejos que le hablaban, su vista era borrosa y empezaba a ver puntos negros
 
   ̶  ̶  ̶  ¡Gema!  ̶  ̶  ̶  escucho lejano el grito y todo se volvió negro

FIN

LA OBSESIÓN DE AZAELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora