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VEINTIDÓS 


orson

TERCERA PERSONA

Cuando, Gema, esta casi fuera de la mansión, divisa un auto azul a unos cuantos metros de ella, cuando da el primer paso para quedar totalmente fuera de la mansión, se escuchan unas aturdidoras alarmas...
 
  ̶  ̶  ̶ ¿Que? ¿Que sucede?   ̶  ̶  ̶ pregunta confundido el señor, Raúl, tío de Azael
 
  ̶  ̶  ̶ maldita sea, Gema   ̶  ̶  ̶ dice entre dientes Azael
 
¡Joder, Azael! Piensa Gema y ve con nervios, un pequeño grupo de guardias correr hacia ella a lo lejos, se sorprende cuando, dos guardias aparecen frente a ella y pega un salto cuando, escucha dos disparos a sus costados, ve como, las balas, impactan perfectamente en las cabezas de los dos hombres uniformados frente a ella, se voltea aturdida.
 
  ̶  ̶  ̶ ¡¿Que mierdas esperas?! ¡Corre, niña!   ̶  ̶  ̶ le grita un chico desde el auto y Gema, cae en cuenta que, el auto azul, está a más poca distancia
 
Corre, hacia el auto y sube con rapidez, no alcanza a cerrar la puerta cuando, el auto arrancará con velocidad.
 
  ̶  ̶  ̶ ¡Oye!   ̶  ̶  ̶ se queja y con rapidez cierra la puerta viendo como, de la gran mansión, salen muchos guardias apuntando hacia el auto
 
  ̶  ̶  ̶ ¿Que? Eres una lenta   ̶  ̶  ̶ se queja el chico que conduce   ̶  ̶  ̶ ¿Sabes? Que linda eres   ̶  ̶  ̶ dice con una ladina sonrisa, provocando que, Gema, se colocará a la defensiva
 
Mientras tanto, en la mansión de Los Reyes de Inglaterra, un chico de ojos grises, escupía furia. Azael, apuntaba con su gran pistola a los inútiles guardias que, aparentaban ser fuertes, pero, lamentablemente sus ojos, delataban los nervios que estaban.
 
  ̶  ̶  ̶ ¡¿Como dejaron que una, simple chica se escapara?! ¡Son unos estúpidos inútiles!   ̶  ̶  ̶ brama preso de la ira, Azael, su molestia es tanta que, siente su cabeza palpitar, siente que en cualquier momento llegará al límite que, su poca cordura, una vez más, se empieza a desvanecer
 
   ̶  ̶  ̶ la señorita, Gema, a sido inteligente, a salido por una de las ventanas del sótano, señor Azael...
 
  ̶  ̶  ̶ ¡Uhg!   ̶  ̶  ̶ vocifera y pasa sus manos por su cabello, sintiendo como, pierde el control, cosa que empeora su furia, pues, el sabe que, está inestable y por más que, crea que podrá controlar las diversas fesetas de la marca, muy al fondo tiene por seguro que eso es, imposible
 
  ̶  ̶  ̶ contrólate y piensa con la cabeza fría, te lo advertí, eso te pasa por bruto, ambos nos dimos cuenta que, alguien le escribió a, Gema, pero tú muy confiado la dejas ir al baño, eres un tonto   ̶  ̶  ̶ lo reprende Calipso   ̶  ̶  ̶ entiende, Gema, no es, Julieta, Gema, no es ni una pizca de lo sumisa que era su hermana, Julieta   ̶  ̶  ̶ le recuerda sin medir sus palabras, Azael, se tensa notablemente   ̶  ̶  ̶ fue tu error querer compararlas, de igual manera, siempre a sido, Gema y no Julieta   ̶  ̶  ̶ suelta y siente, el gran puñetazo que le propina Azael en su rostro, Calipso, sonríe de lado y lame la sangre que sale de su labio inferior
 
  ̶  ̶  ̶ no lo vuelvas a decir   ̶  ̶  ̶ suelta con odio, Azael
 
  ̶  ̶  ̶ por lo menos, no fui yo quien mató a, Julieta   ̶  ̶  ̶ murmura con una sonrisa, Calipso, siempre fue algo masoquista, Azael, preso de la furia lo apunta con su arma y Calipso, suelta una gran carcajada, provocando que los guardias piensen y confirmen una vez más lo loco que está Calipso
 
  ̶  ̶  ̶ cierra la boca, o te juro que...
 
  ̶  ̶  ̶ vamos, dispara   ̶  ̶  ̶ lo reta, Calipso y Azael chista la lengua y se acerca a él
 
  ̶  ̶  ̶ sabes que entre tú y yo... el que manda siempre seré yo   ̶  ̶  ̶ le recuerda Azael antes de, golpearlo con el arma con tal fuera que, lo deja tendido en el suelo, desmayado   ̶  ̶  ̶ ¡¿Que hacen ahí?! Quiero que la busquen ahora y más les vale, encontrarla... si consideran sus vidas   ̶  ̶  ̶ suelta Azael y todos, salen con rapidez   ̶  ̶  ̶ ¡Oye! Ven aquí   ̶  ̶  ̶ le dice a uno de los guardias
 
  ̶  ̶  ̶ si señor   ̶  ̶  ̶ responde nervioso y temeroso
 
  ̶  ̶  ̶ llévalo al pueblo   ̶  ̶  ̶ ordena señalando a, Calipso
 
  ̶  ̶  ̶ si, señor   ̶  ̶  ̶ habla, obediente y coge a Calipso, saliendo de la estancia
 
  ̶  ̶  ̶ hay, Gema, Gema, Gema   ̶  ̶  ̶ murmura, Azael, saboreando el nombre de la chica, viendo su celular, pues, el muy descarado, le coloco un rastreador al teléfono de la nombrada   ̶  ̶  ̶ no debiste hacer eso   ̶  ̶  ̶ habla ahora, viendo una foto de ella   ̶  ̶  ̶ me vuelves loco   ̶  ̶  ̶ susurra con una ladina sonrisa para después, como el buen planificador que es, crear el plan perfecto de búsqueda
 
 
Gema, resopla y una vez más, intenta quitar el agarre del chico en sus brazos, el, suelta una risa, totalmente divertido de la escena.
 
  ̶  ̶  ̶ pero que agresiva eres   ̶  ̶  ̶ le dice con burla, ella, resopla y mira los ojos azulados del chico.
 
  ̶  ̶  ̶ pero que, poco hombre eres   ̶  ̶  ̶ suelta con asco, el chico, se ofende, hala su cabello y pega sus labios al odio de ella
 
  ̶  ̶  ̶ ¿Quieres que te muestre todo lo hombre que puedo llegar hacer?   ̶  ̶  ̶ le pregunta con perversidad, cosa que asqueo a Gema
 
  ̶  ̶  ̶ ya tengo un verdadero hombre que me hace gritar   ̶  ̶  ̶ responde con una sínica sonrisa, los ojos del chico, destellan furia
 
  ̶  ̶  ̶ eres una perra
Le dice antes de, besarla con brusquedad, Gema, trata de apartarlo, pero el, la acorrala contra la pared y la besa con violencia, rasgando sus labios hasta hacerlos sangrar, ella, con asco, muerde su lengua, logrando que la suelte.
 
  ̶  ̶  ̶ ¡Eres hombre muerto!   ̶  ̶  ̶ grita con asco Gema y escupe sangre, el chico, levanta su mano para pegarle, pero, alguien lo interrumpe
 
  ̶  ̶  ̶ quieto, Orson, quiere que la lleves ya, Tiago   ̶  ̶  ̶ le indica un hombre de mediana edad
 
Tiago, la coje de nuevo con brusquedad y dirige hacia una habitación amplia, Gema, no sabía en donde estaba exactamente, lo único que si sabía era que, estaba en una casa muy elegante y apartada de la ciudad. Tiago la sentó con fuerza en una silla metálica y amarró sus manos atrás de la silla con mucha fuerza.
 
  ̶  ̶  ̶ maldito   ̶  ̶  ̶ masculló, Gema con furia, Tiago, le sonríe inocentemente
 
  ̶  ̶  ̶ eso ya lo se, linda   ̶  ̶  ̶ le guiño un ojo y se hace al lado de, Gema
 
Alguien más entra a la habitación y Gema, alza las cejas cuando, mira otro chico muy joven, unos pocos años mayor que ella.
 
  ̶  ̶  ̶ ¿Y quién es usted?   ̶  ̶  ̶ pregunta directa, Gema
 
  ̶  ̶  ̶ hola, Gema, soy Orson   ̶  ̶  ̶ le dice con una mediana sonrisa
 
Gema, no oculta su asombro, nunca pensó que el tal, Orson, sería un chico pocos años mayor que ella, en lo absoluto, tenía en su mente, la imagen de un Orson muy distinto, uno más viejo. Orson, tomo asiento frente a ella.
 
  ̶  ̶  ̶ qué madrugada más...
 
  ̶  ̶  ̶ solo se directo, Orson   ̶  ̶  ̶ lo corto, Gema
 
  ̶  ̶  ̶ pero que impaciente   ̶  ̶  ̶ dijo con burla   ̶  ̶  ̶ hay, no, ¿Qué te hizo la bestia de Azael, en el labio?   ̶  ̶  ̶ fingió tristeza
 
  ̶  ̶  ̶ qué te importa y fue este degenerado que tienes como uno de los tuyos   ̶  ̶  ̶ arremete Gema con irritación
 
  ̶  ̶  ̶ Tiago, eso no se hace   ̶  ̶  ̶ lo reprendió con burla
 
  ̶  ̶  ̶ solo habla, loco   ̶  ̶  ̶ dice Gema furiosa
 
  ̶  ̶  ̶ primero, a mi, me respetas, estúpida   ̶  ̶  ̶ advierte con seriedad en su voz   ̶  ̶  ̶ déjame adivinar, Raúl, el rey de Inglaterra, el tío de tu querido y demente, Azael, solo hablo de que, quiere a, Azael como Rey, bla, bla, bla, en fin   ̶  ̶  ̶ indica con aburrimiento y se levanta, Gema, apretó los dientes, ¿Como sabía el de esto? Se pregunto confundida   ̶  ̶  ̶ deduzco que, el tonto de, Raúl, los engaño diciendo que, yo estaba en el testamento de futuro Rey si, Azael no hubiera podido ser Rey y déjame decirte que, les mintió   ̶  ̶  ̶ murmura con una ladina sonrisa, Gema, frunce su ceño
 
  ̶  ̶  ̶ ¿Tienes pruebas para que te crea? No soy tonta, Orson   ̶  ̶  ̶ dice con recelo
 
  ̶  ̶  ̶ ¿Quieres pruebas? Pues bien, pero las obtendrás tú sola. Dile a, Raúl que, te muestre el verdadero testamento y claro, te doy esta información por qué quiero algo, ya es tu decisión si, quieres desperdiciar este secretito, diciéndoselo a, Azael, se que eres inteligente y sabrás jugar tus cartas, Gema   ̶  ̶  ̶ habla seguro, caminando de un lado a otro
 
  ̶  ̶  ̶ ¿Que quieres?   ̶  ̶  ̶ pregunta Gema con recelo, Orson, sonríe ampliamente
 
  ̶  ̶  ̶ quiero que, le entregues este sobre a, Azael, dile que, es de mi parte con mucho amor   ̶  ̶  ̶ indica y Tiago, le extiende un sobre a, Orson
 
  ̶  ̶  ̶ con gusto y quiero que me desaten   ̶  ̶  ̶ reprocha Gema con impaciencia, Orson, le tiende el sobre   ̶  ̶  ̶ ¿Acaso es bruto?   ̶  ̶  ̶ suelta Gema, pues tiene las manos atadas, Orson ríe con burla, provocando furia en Gema, pues se siente vulnerable y humillada
 
  ̶  ̶  ̶ cálmate, niña, quiero recordarte que, no quiero que veas lo que hay dentro, esto, es entre, Azael y yo, ¿Entendido?   ̶  ̶  ̶ advierte colocando sus dedos en el mentón de, Gema, elevando su cabeza, ella, resopla
 
  ̶  ̶  ̶ suéltame   ̶  ̶  ̶ repite con asco
 
  ̶  ̶  ̶ Tiago, ya sabes que hacer, fue un gusto, Gema   ̶  ̶  ̶ demanda Orson, dejando el sobre en el suelo para después, caminar hacia la salida
 
  ̶  ̶  ̶ ¡Oiga, espere!   ̶  ̶  ̶ grita Gema, recordando la seguridad de su amiga, Viky   ̶  ̶  ̶ quiero que, dejen de vigilar a, Viky, cumplí con venir   ̶  ̶  ̶ reprocha firme
 
  ̶  ̶  ̶ ¿Quien dijo que, nosotros la estamos vigilando, querida?   ̶  ̶  ̶ suelta y Gema, frunce el ceño   ̶  ̶  ̶ pudimos tomar esas fotos hace días y aparentar estar observándola, se más inteligente, puede ser que, una de las personas más cercanas a ti, sea quien realmente la vigila por nosotros, o simplemente, alguien más lo hace, tantas posibilidades y a ti, te falta tanta sabiduría   ̶  ̶  ̶ suelta con simpleza, saliendo de la estancia
 
  ̶  ̶  ̶ que tonta eres   ̶  ̶  ̶ se mofa Tiago
 
  ̶  ̶  ̶ suéltame, por favor   ̶  ̶  ̶ pide Gema con una paciencia casi irreal, Tiago alza una ceja
 
  ̶  ̶  ̶ ¿Padeces de trastorno bipolar, querida?   ̶  ̶  ̶ pregunta con recelo
 
Gema, solo le sonríe de manera ladina, estudio con la mirada a, Tiago y pudo pillar como, el, no paraba de ver sus piernas envueltas en ese jean. Tiago, como la mayoría de hombres, tenía debilidad hacia la tentación carnal, hacia el cuerpo de una mujer y Gema, iba a aprovechar eso.
 
  ̶  ̶  ̶ la verdad es que no   ̶  ̶  ̶ hablo con un tono lento, cruzando sus piernas de manera provocativa   ̶  ̶  ̶ pero, me empieza a doler las manos   ̶  ̶  ̶ admite, Tiago, no demora en, pasar sus ojos por las piernas de Gema
 
  ̶  ̶  ̶ si intentas algo, juro que, te golpearé   ̶  ̶  ̶ advierte y se hace tras ella, Gema suelta el aire cuando al fin, siente liberada sus manos
 
Y todo pasa rápido, Gema, no pierde tiempo y se levanta con rapidez, corriendo hacia la salida, pero, para su desgracia, la puerta se encontraba con llave, lo supuso, escucha a sus espaldas la escandalosa risa de Tiago y chista la lengua, con rapidez, se quita la liviana y pequeña mochila que cargaba y saca una navaja, la esconde entre sus caderas, aprovechando la oscuridad.
 
  ̶  ̶  ̶ ¿Me creíste tonto?   ̶  ̶  ̶ habla con burla
 
Gema, se acerca a él, recogiendo el sobre y guardándolo en la mochila, se para recta, viendo con seriedad a, Tiago, intentando, maquinar un plan.
 
  ̶  ̶  ̶ quedamos en que, hablábamos y me dejaban libre   ̶  ̶  ̶ demanda firme
 
  ̶  ̶  ̶ nunca dijimos eso   ̶  ̶  ̶ indica Tiago   ̶  ̶  ̶ mejor, aprovechemos que no tienes al tonto de Azael encima y disfrutemos   ̶  ̶  ̶ habla con una torcida sonrisa
 
Tiago, empieza a desabrochar su camisa con lentitud. Gema, aprieta sus dientes, nerviosa por lo que el joven de ojos azules frente a ella, le pueda hacer, pues, Gema, sabía que, su fuerza no era nada comparada con la de Tiago y eso le daba mucha desventaja además, sabía que estaba armado, sabía que, Tiago tenía todas las de ganar. Sus nervios incrementaron cuando, el chico, empezó a caminar hacia ella, lanzando su camisa al suelo, Gema, pilló un arma en sus caderas y una idea insegura pasó por su cabeza.
 
  ̶  ̶  ̶ créeme que, si cooperas, todo saldrá bien   ̶  ̶  ̶ habla Tiago
 
El chico, se acerca a ella con rapidez y fuerza, la coge de los brazos, uniendo sus labios de una manera fuerte, pero, su fuerza fue en vano pues, Gema, no puso resistencia, pero tampoco, aceptó el beso, solo estaba ahí, parada, sin hacer nada, cosa que, enfado a, Tiago, quería escuchar ruegos, o jadeos. Molesto, la hizo caer al suelo y al momento en que su cuerpo apretó el de ella, una oleada de excitación lo golpeó al sentir los pechos de Gema, en su torso, sus pupilas se dilataron y con rapidez, rompió la camisa de Gema, ella, abrió los ojos asustada, miró los ojos del chico encima de ella y supo que, la excitación, lo estaba cegando, entonces, afirmó que, la única y potente debilidad de, Tiago era el deseo carnal, pues, lo cegaba de tal forma que, no colocaba cuidado a su entorno o demás cosas. Sus besos bajaron hacia su cuello con violencia, Gema asustada y aturdida por lo que le hacia, empezó a forcejear, el miedo empezó a crecer en ella.
 
  ̶  ̶  ̶ ¡Suéltame, maldita sea!   ̶  ̶  ̶ bramó con fuerza, asustada, nerviosa, asqueada
 
  ̶  ̶  ̶ así es, grita   ̶  ̶  ̶ su voz, salió asquerosamente ronca y excitada, causando que, Gema sintiera arcadas
 
Sintió las manos de Tiago pasar descaradamente por sus muslos y llegar a sus senos, Gema, empezaba a perder la cordura y conciencia, solo quería salir, solo quería que la soltara, no aguantaba que, otro hombre la tocara, presa y cegada del miedo y nervios, sacó la navaja de sus caderas, la cual, Tiago no había notado por la burbuja de lujuria.
 
  ̶  ̶  ̶ ¡Que me sueltes!   ̶  ̶  ̶ vociferó asustada y sintió una mordida en su cuello, fue el detonante para todo
 
Gema, desesperada, enterró la navaja en el pecho de Tiago, provocando que el, soltara un grito de sorpresa y dolor, Gema, torpemente, cogió el arma y con temblorosas manos, quitó el seguro y disparó dos veces. Ella no sabía que, al momento de agredir al chico, o mucho más antes, un par de ojos grises la observaban.
 
  ̶  ̶  ̶ quítate, quítate, quítate   ̶  ̶  ̶ susurro Gema, al sentir toda la sangre impactar contra su cuerpo
 
Con dificultad, pudo quitar el pesado cuerpo de Tiago y se levantó temblando, su respiración se volvió agitada, cogió su cabeza y sintió la tibia sangre escurrir, ya era todo un desastre llena de sangre, frunció el ceño al no sentir remordimiento... pero ¿Por qué debía sentirlo? Solo lo hizo en defensa propia, podía no tener una pisca de cargo de conciencia, pero, si mucho miedo a ser descubierta. Se volteó y abrió los ojos al ver a, Azael frente a ella con un arma en sus manos, el, la observaba serio, disfrazando la fascinación en sus ojos, quizá, estaba molesto, pero justo en ese momento, solo podía admirarla.
 
  ̶  ̶  ̶ ven   ̶  ̶  ̶ le ordeno con voz firme y gruesa 
 
Gema, sintió que su estómago, se removió, estaba en problemas, lo sabía muy bien, cuando estuvo cerca a él, Azael, la cogió del cuello y acerco peligrosamente a el, la observó de cerca, sintiendo un júbilo en su oscuro corazón.
 
  ̶  ̶  ̶ Azael...   ̶  ̶  ̶ susurro nerviosa
 
  ̶  ̶  ̶ Shhh   ̶  ̶  ̶ la callo poniendo su dedo índice en sus labios   ̶  ̶  ̶ esta bien, todo está bien, ¿Ves? Solo lo hiciste para salvarte   ̶  ̶  ̶ habla con suavidad, poniendo sus manos en las mejillas de Gem   ̶  ̶  ̶ solo lo hiciste por que, ya tienes claro que, solo yo puedo tocarte y eso está perfecto   ̶  ̶  ̶ le sonríe de lado, dejando sin aliento a Gema
 
  ̶  ̶  ̶ pero yo...
 
  ̶  ̶  ̶ no, Gema, el, lo merecía, ahora, vámonos   ̶  ̶  ̶ pasa sus labios por el cuello de ella de manera lenta   ̶  ̶  ̶ me encargaré de quitar todo rastro de sus manos y marcas   ̶  ̶  ̶ le susurra en el oído 

LA OBSESIÓN DE AZAELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora