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TREINTA Y UNO 


mentiras y problemas 

Gema

Tomo grandes bocanadas de aire, tranquilizando mi corazón, estamos frente de la mansión en el bosque, joder, justo ahora, los líderes de los séptimos, nos han citado, tuve que, escapar del instituto junto con los gemelos.
 
  ̶  ̶  ̶ ¡Maldición! Debería estar durmiendo   ̶  ̶  ̶ se queja Allan
 
  ̶  ̶  ̶ ¡Cállate, estúpido! Fuiste tú, quien tuvo la idea de, trasnochar el domingo y lunes ¡Llevo desde la madrugada del domingo sin dormir por tu tonta culpa, Allan!   ̶  ̶  ̶ alega Aarón, gritando bajo
 
  ̶  ̶  ̶ ¡Cierren la boca!   ̶  ̶  ̶ los reprende Nicolás, Calipso y Azael, no han dicho ni una sola palabra, parecen enojados y a la vez, distraídos
 
  ̶  ̶  ̶ solo, actúa normal   ̶  ̶  ̶ me dice Ana, asiento y empezamos a entrar
 
Caminamos, bajo la mirada de todos los, séptimos, llegamos a un pasillo de luces tenues, al final, hay unas grandes puertas de madera, Nicolás, alza las cejas, viéndonos, para después dar siete toques a la gran puerta, ruedo los ojos, ¿Todo lo relacionan con el número siete? Tras unos cortos minutos, las puertas se abren, aprieto los dientes, viendo de reojo a, Azael, inhaló hondo antes de empezar a entrar, tomamos haciendo en las individuales sillas, frente a nosotros, los tres líderes, yacen sentados en unas enormes sillas, la mujer, entre los dos hombres, tienen una especie de capa negra puesta.
 
  ̶  ̶  ̶ bienvenidos, séptimos, séptimas y casi siete   ̶  ̶  ̶ habla la mujer, viendo a, Azael
 
  ̶  ̶  ̶ sietes   ̶  ̶  ̶ responden al unísono los demás, los líderes, se quedan viéndome
 
  ̶  ̶  ̶ sietes   ̶  ̶  ̶ murmuró, cuando miro mi error, ya las cague, genial
 
  ̶  ̶  ̶ desafortunadamente, ya saben lo que está pasando, saben que, lo que sucede, es algo horrendo. Esta, o estás personas, han llegando a sus límites, pasando nuestras línea de  paciencia, saben que, todo aquel que, se atreva a, meterse en el mundo séptimo, debe morir, no hay segundas oportunidades, no hay acilos   ̶  ̶  ̶ indica con firmeza y autoridad uno de los hombres
 
  ̶  ̶  ̶ tenemos que, tomar medidas totalmente estrictas que, nos llevan a desconfiar y tachar como sospechosos a, séptimos. No podemos fiarnos de nadie, espero y como buenos y sabios séptimos, entiendan nuestra decisión   ̶  ̶  ̶ habla con la misma autoridad el otro hombre
 
  ̶  ̶  ̶ hace menos de dos ocho, encontramos tres séptimos, muertos en el bosque, sus cuerpos, ya se estaban descomponiendo, lo que nos da a entender que, hace días sucedió el asesinato, el día de ayer, hemos encontrado, tres muertes más, un chico séptimo, una chica ordinaria y un hombre ordinario,. Ahora, ¿Que se encontraban haciendo el día de ayer, domingo?   ̶  ̶  ̶ pregunta severamente la mujer, aprieto los dedos de mis pies
 
Los chicos, mantienen su cara inexpresiva y ruego que, yo también luzca así, ya lo estoy dando todo de mi para que, mi corazón no lata como loco, todo esto me pone muy nerviosa y es que ¡Estoy rodeada de dementes séptimos y sietes! Yo también he... asesinado, pero, solo por defensa propia... se que, por más que me esfuerce en, encajar en este mundo de, Azael, nunca lo haré, su mundo choca con el mío, no son compatibles, por más que, quiera sacar mi lado "séptima" mi lado "rebelde y oscuro" no logro hacerlo, simplemente, mi mente aún no se idealiza, o acostumbra a estas cosas tan sádicas y poco humanas, pero, entendiendo a los sietes, puedo pillar la furia y desesperación en sus miradas, pero ¿Como no? Si están acabando con los suyos, a todas estas, ¿Quien es el asesino? ¿Quien podría ser?
 
  ̶  ̶  ̶ yo estaba junto con Ana, en la casa de su madre, casi todos los domingos, tratamos de estar con su madre, para pasar lo más normal posible un día en familia, solo lo hacemos por que, esa señora lo pide, sietes   ̶  ̶  ̶ dice por fin, Nicolás, señalando a, Ana
 
  ̶  ̶  ̶ ¿Es cierto, séptima, Ana?   ̶  ̶  ̶ pregunta uno de los hombres
 
  ̶  ̶  ̶ si cierto, siete, mi madre, tiene esa costumbre   ̶  ̶  ̶ afirma la nombrada con un tono neutral, pero a la vez, respetuoso
 
  ̶  ̶  ̶ gemelos, séptimos   ̶  ̶  ̶ dice la mujer, alzando las cejas, después de, mirar intensamente a, Nicolás y Ana, los gemelos se miran entre si
 
  ̶  ̶  ̶ simplemente, nos sedamos, desde hace unos días, el insomnio volvió y tenemos que sedarnos, sino dormimos, tenemos un temperamento muy fuerte y agresivo   ̶  ̶  ̶ dicen al unísono, ¿Como hacen eso? Dan miedo, sus voces son tan iguales
 
  ̶  ̶  ̶ señores, Azael y Calipso   ̶  ̶  ̶ habla uno de los hombres
 
  ̶  ̶  ̶ estábamos en mi casa, había llegado mercancía y néctar, tuvimos que hacernos cargo   ̶  ̶  ̶ se digna a decir, Calipso
 
Los líderes, se miran entre sí, como si, estuvieran comunicándose con sus ojos, aprieto mis labios nerviosa, miro de reojo a, Ana y ella, hace un ademán, pasando su dedo índice por su cuello, mierda.
 
  ̶  ̶  ̶ señorita, Gema   ̶  ̶  ̶ vuelvo mi mirada hacia ellos, mordiendo mi mejilla interior   ̶  ̶  ̶ hemos visto tu historial, nueva séptima, es curioso, no vimos por ningún lado, el certificado que, nos asegura que, pasaste la fácil prueba que le hacen a todos los nuevos   ̶  ̶  ̶ dice la mujer, duramente y me empiezo a alarmar   ̶  ̶  ̶ pero, tranquila, en cualquier momento, te llegará una invitación especial de nosotros para que, presentes la prueba, frente a nosotros   ̶  ̶  ̶ demanda y hago todo el esfuerzo posible para que, mi corazón no lata rápido de los nervios   ̶  ̶  ̶ ahora, ¿Que estabas haciendo ayer?   ̶  ̶  ̶ pregunta, alzando una ceja, tomó aire, apretando los dedos de mis pies
 
  ̶  ̶  ̶ estaba en mi casa, sietes   ̶  ̶  ̶ digo, lo más firme posible
 
Uno de los hombres, hace el ademán de, levantarse, pero, la mujer lo detiene y es ella, quien se levanta, de manera lenta y calculadora, se hace frente a mi, inclinando su cabeza para verme.
 
  ̶  ̶  ̶ ¿Te atreves a mentirnos? ¿A nosotros, tus cuidadores?   ̶  ̶  ̶ dice firme, con el ceño fruncido, tomó aire, nerviosa   ̶  ̶  ̶ te diré la pregunta de nuevo ¿Qué hiciste el día de ayer, domingo?   ̶  ̶  ̶ dice con lentitud, aprieto mis manos en el borde de las sillas
 
Recuerdo muy bien que, fui al bosque furiosa, vi a unos jóvenes, después, camine hacia la casa del árbol que tengo junto con Viky en el bosque y después, regrese a casa, estaba realmente cansada, como mentalmente y físicamente, pero ¿Como no estar cansada? Si, fui hasta la casa de los padres de Azael, donde, mis pies, quedaron llenos de heridas, aparte, la discusión con, Azael, me puso de un ánimo horrendo. Solo, seré sincera.
 
  ̶  ̶  ̶ realmente lo siento, no quise, mentirles, sietes   ̶  ̶  ̶ digo firme, arrepentida, ojalá y este diciendo las cosas bien   ̶  ̶  ̶ el día de ayer, estuve en... una casa que tengo en un árbol, pase un gran rato de la mañana allí, después, fui a casa   ̶  ̶  ̶ suelto, sincera
 
  ̶  ̶  ̶ ¿Por qué y para qué estabas en esa casa del árbol? ¿Donde está ubicada?   ̶  ̶  ̶ pregunta con recelo, ella
 
  ̶  ̶  ̶ esta algo apartada de mi casa, estaba allá por qué... tuve una irrelevante discusión con una irrelevante persona y sinceramente, necesitaba silencio, después, fui a mi casa y la pasé todo el día durmiendo hasta hoy   ̶  ̶  ̶ indicó, ella, frunce su ceño, analizándome con sus ojos, los pasa de abajo hacia arriba
 
  ̶  ̶  ̶ los novios sietes, no son la mejor opción   ̶  ̶  ̶ dice, volviendo a su lugar   ̶  ̶  ̶ te creo, dices la verdad, pero, mi mente, te recordará a menudo, a todos ustedes, pero, más a ustedes   ̶  ̶  ̶ dice, señalando a, Azael y Calipso, dejo salir disimuladamente un suspiro de alivio
 
  ̶  ̶  ̶ no siendo más, quedan redimidos, por ahora   ̶  ̶  ̶ demanda uno de los hombres, de cabellos rubios, todos se ponen de pie y hago lo mismo de inmediato
 
  ̶  ̶  ̶ qué la sabiduría nos acompañe y el sagrado y perfecto número siete, también   ̶  ̶  ̶ dicen todos al unísono, yo, disimulo abriendo la boca, simulando hablar también
 
Salimos en fila de la estancia, caminamos con caras neutras hasta el salón y tomamos asiento en la mesa más apartada y sola, yo, no me siento, solo apoyo mis manos en la mesa, soltando el aire.
 
  ̶  ̶  ̶ yo pensé que, lo iba a echar a perder   ̶  ̶  ̶ suelta Allan, señalándome 
 
  ̶  ̶  ̶ no te culpo, es muy tonta y bruta la mayoría de tiempo   ̶  ̶  ̶ lo apoya Aarón
 
  ̶  ̶  ̶ cierren la boca   ̶  ̶  ̶ digo con fastidio, odio a estos gemelos con caras de inocentes
 
  ̶  ̶  ̶ eso, estuvo cerca, pero, se que, alguno de nosotros mintió y los sietes, se dieron cuenta   ̶  ̶  ̶ indica Nicolás, con una ceja levantada y una mirada acusadora
 
La mesa, se llena de un silencio horrible, la tensión es palpable y mucho más en, Azael y Calipso, yo, ni los veo, pero se la tensión que se llevan, solo mantengo mi mirada en la mesa, mi celular suena, llamando la atención, frunzo el ceño y lo saco. Mi corazón empieza a, latir con fuerza, aprieto los dientes, es un mensaje del padrastro de, Calipso, es una dirección, maldito a mis adentros al ver que, me envía una foto de, Emma y Tom atados, se notan asustados.
 
  ̶  ̶  ̶ tengo que irme   ̶  ̶  ̶ digo corta
 
  ̶  ̶  ̶ ¿Quien envía el mensaje?   ̶  ̶  ̶ pregunta Allan, vendo de reojo a, Azael, bufo, volviendo mis manos puños y dando un estruendoso golpe a la mesa, hablo
 
  ̶  ̶  ̶ es, Viky, ella, empieza a sospechar de muchas cosas y justo ahora, me está reclamando explicaciones, tengo que mentir muy bien   ̶  ̶  ̶ digo con molestia, viendo a, Azael, el, solo, me mira de abajo hacia arriba
 
Lo miro con asco y salgo, molesta, ¿Que le pasa? Ese imbécil, debería irse ya al infierno... mentira, primero, debe pagar un dolor terrenal por todo el mal que ha echo y después, seguir en la condena del infierno, ese idiota, me miro la cara de estúpida.
 
  ̶  ̶  ̶ ¡Gema, espera!   ̶  ̶  ̶ escucho el grito de, Calipso, volteo un poco mi rostro
 
  ̶  ̶  ̶ ¿Que?   ̶  ̶  ̶ digo con el ceño fruncido
 
  ̶  ̶  ̶ bájale dos rayas a tu genio, no fui yo, quien te fue infiel   ̶  ̶  ̶ dice, alzando las cejas, ruedo los ojos, tiene razón
 
  ̶  ̶  ̶ ¿Que quieres, Calipso? Tengo mucho afán   ̶  ̶  ̶ digo impaciente
 
  ̶  ̶  ̶ se que, será algo... fuera de lugar, lo que te diré, pero... ¿Todavía tienes, la cosa que te dio la mamá de Azael?  Esta mañana, antes de irse al instituto, tuvo una fuerte crisis   ̶  ̶  ̶ murmura y frunzo el ceño, volteandome 
 
  ̶  ̶  ̶ explícate, detalles   ̶  ̶  ̶ exijo, el suspira
 
  ̶  ̶  ̶ cómo sabes, al convertirse en siete, el sentido de su audición y visión, se desarrollan, ya era extraño que, no hubiera presenciado crisis de estos dos sentidos, pero, algo raro pasa, Gema   ̶  ̶  ̶ indica bajo, acercándose a mi, pues, aún, estamos frente a la mansión   ̶  ̶  ̶ se supone que, se desarrolla la, audición y visión. Esta mañana, tuvo una crisis, se volvió loco, dijo que, sus oídos iban a estallar y que todo lo miraba gris, menos nuestro corazón   ̶  ̶  ̶ murmura
 
  ̶  ̶  ̶ ¿Que?   ̶  ̶  ̶ digo totalmente confundida
 
  ̶  ̶  ̶ qué todo se volvió gris, solo miraba gris, menos, el corazones, los de los gemelos y el mío, dijo que, nos miraba gris, menos nuestro corazón, dijo que, podía ver nuestro corazón con su debido color rojo y también, veía nuestras pulsaciones, solo fueron cortos minutos, después, pudo ver con total normalidad   ̶  ̶  ̶ habla con rapidez, pero pillo una sombra de angustia en sus ojos   ̶  ̶  ̶ parecía una bestia, cuando, le estaba empezando la crisis, estuvo a punto de, dispararle a, Allan, casi, estuvo a un pelo de matarlo, pero, Aarón, desvió su mano y la bala, roso la cabeza de, Allan, esto es muy raro, entonces ¿Que vas hacer, Gema?   ̶  ̶  ̶ dice con fluidez, frunzo los labios, viendo el bosque
 
  ̶  ̶  ̶ justo ahora, nada, no se que voy hacer, solo, voy a, hablar con, Viky y después, pensaré con la cabeza fría, espera mi llamada   ̶  ̶  ̶ demando, alzando las cejas, tengo que, buscar ese libro de los séptimos, cosa que veo difícil, pues, por el jodido desorden que tenía en mi habitación, se a perdido y cuando ordené y limpié, no lo encontré, se que, ese libro, debe tener algo respecto a la marca en los séptimos
 
  ̶  ̶  ̶ estaré pendiente   ̶  ̶  ̶ asegura, con una ladina sonrisa, alzó una ceja y retomó mi camino
 
Cuando llegó a casa, dejó de manera estrictamente ordenada mis cuadernos y demás cosas del instituto, cambio mi ropa por una más cómoda, con rapidez y orden, termino de arreglarme, salgo de mi casa y corriendo, llego al comercio, yendo al terminal de buses.
 
  ̶  ̶  ̶ ¡Espere, espere!   ̶  ̶  ̶ le grito al conductor, pues, ya ha cerrado las puertas y ese, es el único bus que, me lleva a la ciudad el día de hoy   ̶  ̶  ̶ hay, gracias   ̶  ̶  ̶ digo con la respiración acelerada, al entrar, pago mi pasaje y me siento en un asiento que este solo, apoyo mi cabeza en la ventana, viendo como pequeñas gotas de agua, mojan esta misma
 
 
¿Por qué los gemelos mintieron? Según, ellos mismos, dijeron que, llevan desde la madrugada del domingo despiertos y eso, me hace levantar enormes sospechas que, ellos, pueden ser los asesino, todo con cuerda, si, nos vamos al primer asesinato, 31 de marzo, todo, fue en la madrugada, yo, había llegado junto con, Azael de la ciudad, los gemelos, no estaban y llegaron horas después, muy... curioso, pero ¿Que estaban haciendo, Calipso, o, Nicolás y Ana... o Óscar? Joder, hasta Óscar es sospechoso, pues, ¿Para qué demonios quiere convertir su tranquila vida en una espantosa séptima y justo ahora donde están asesinando séptimos? Es algo tonto, pero, muy sospechoso, pero, ¿Y si es alguien más, alguien desconocido quien, es el asesino? ¿Y si, son asesinos, varios? Tengo por seguro que, los sietes, pillaron, la mentira de los gemelos, pero ¿Por qué no lo dijeron? Es muy raro, sacudo mi cabeza, todo esto, me pone nerviosa, tan solo el pensamiento que, ese, o esos asesinos, podrían matarme, me ponen los pelos de punta... ¿Y si, alguien justo ahora me vigila? Me levanto de mi puesto con brusquedad, provocando que, varias miradas, se fijen en mi, paso mis ojos por, todos los pasajeros y me vuelvo a sentar.
 
¿Como rayos mi vida se convirtió en esta mierda?
 
Maldición, este bus, se demora una eternidad y Emma junto con, Tom me necesita, ¿Estarán bien? ¿Los habrán lastimado? ¿A Emma... le habrán echo algo? Carajo, una furia e impotencia, me invaden, junto con la angustia, si, algo les llega a pasar a, Emma, o Tom juro que, me vengo, ellos, han sido mis padres, ellos, han sido mi pilar, mi todo, ¿Para qué rayos, el papi de Calipso querrá verme? ¡¿Que quiere ese loco?! Mi pie, golpea el suelo, impaciente, estoy ansiosa, inquieta, todo esto, es una reverenda patada en el trasero. El 31 de marzo, empezó todo, cuando, me encontraba durmiendo junto con, Azael, el asesino, o asesinos, cometieron las primeras muertes séptimas, ¿Como alguien puede hacer algo como eso? Digo, pues matan a séptimos, yo, ni siquiera puedo hacerlo sola a una persona normal, solo lo e echo por obligación, joder, esta persona, debe ser muy inteligente.
 
¿Como y cuándo, lograré salir de todo esto?
 
Los asesinatos, la marca de, Azael, los problemas con, Orson, las amenazas del, padrastro de, Calipso, el jodido problema entre, los queridos reyes de Inglaterra y los papas de Azael, ¿Como seguiré cuidando de Viky? Justo ahora, no puedo aplicar la, lejanía de antes, no, ahora, tengo que estar junto a ella, pues, esta con el malo, justamente, se enamoró del malo, de Orson, además, la inquietud de que, Joshua y Marcello, en cualquier momento, den la bomba a los oficiales que, fueron cómplices de la muerte de, Lucero, me atormenta, Viky... ella también lo sabe, pero, ella, nunca revelaría tal cosa, no claro que no.

LA OBSESIÓN DE AZAELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora