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SEIS


mis lagrimas hacen efecto en el

Caminamos por el bosque. No tengo idea por que parte, nunca antes había estado en esta zona, mantengo mi agarre firme en su brazo, por miedo a tropezar y caer.

̶ ̶ ̶ Azael ̶ ̶ ̶ murmuro al ver, la cabaña, el no se inmuta y sigue ̶ ̶ ̶ Azael, no quiero ̶ ̶ ̶ digo algo nerviosa, el suspira y quita mi agarre

̶ ̶ ̶ no importa si quieres, o no, Gema, recuerda, tu misma pasaste el pino y pisaste esta cabaña ̶ ̶ ̶ dice frio, humedezco mis labios y suelto el aire ̶ ̶ ̶ ahora, camina, tengo que presentarte a unas personas ̶ ̶ ̶ murmura y camina hacia la cabaña

Rendida, lo sigo, miro su espalda, ancha y trato de calmarme. Al cruzar las puertas, veo lo mismo, un lugar abandonado, pero, después de atravesar otra puerta, miro el ostentoso lugar, con las peculiares personas vestidas de gabanes y gabardinas, a juzgar, todos son jóvenes y visten de una manera ostentosa, Azael, igualmente lleva una gabardina larga roja, ya que recuerdo, siempre lo miraba con abrigos largos y elegantes, lo hacen ver mas atractivo y masculino, el se voltea haciendo que choque un poco con su pecho y resopla.

̶ ̶ ̶ ¿Que clase de ropa es esa? ̶ ̶ ̶ dice molesto ̶ ̶ ̶ toma ̶ ̶ ̶ se quita su gabardina y me la coloca de manera rápida ̶ ̶ ̶ no quiero volverte a ver con, esas faldas de regalada ¿Entendido, Gema? ̶ ̶ ̶ me muevo algo incomoda por el gran abrigo y asiento

Me observa unos segundos y después se voltea, suspiro al ver de nuevo su espalda, no se, pero, Azael, siempre me a encantado en todos los sentidos, creo que, hasta soy muy obvia por la obsesión que tengo hacia el, retiro lo dicho, eso sonó muy psicópata, pero de igual manera me siento así, subimos unas escaleras perfectamente impecables y miro un salón elegante con tenues luces, Azael, camina hacia una mesa donde, yacen, tres personas, curiosamente las mismas que, pille en el bosque el día que un chico me perseguía con el hacha.

̶ ̶ ̶ hazte aun lado ̶ ̶ ̶ dice Azael a... Calipso, el me sonríe y toma asiento al lado de un chico ̶ ̶ ̶ Gema, aquí ̶ ̶ ̶ me siento en el rincón y Azael a mi lado ̶ ̶ ̶ ellos son, Ana y su novio, Nicolás ̶ ̶ ̶ me dice

̶ ̶ ̶ por fin una chica en este grupo, mucho gusto, Gema ̶ ̶ ̶ me dice Ana

̶ ̶ ̶ yo, te recuerdo ̶ ̶ ̶ dice Nicolás y frota un poco su mentón ̶ ̶ ̶ eres la chica que, buscaba a, Azael para que jugara a las escondidas ̶ ̶ ̶ murmura y suelta una carcajada, no digo nada y solo siento enrojecer, Calipso, alza una ceja

̶ ̶ ̶ creo que, me confundes ̶ ̶ ̶ digo algo desconfiada, todo en este lugar es peculiar y algo sombrío

̶ ̶ ̶ oye, Gema ̶ ̶ ̶ Calipso sonríe de nuevo ̶ ̶ ̶ ¿Como se llama tu amiga? ¿Vanesa? ̶ ̶ ̶ dice con una sonrisa algo tétrica
̶ ̶ ̶ ¿Que edad tienen? ̶ ̶ ̶ murmuro

̶ ̶ ̶ Ana tiene, veinte, Nicolás veintidós, Calipso ̶ ̶ ̶ volteo mi rostro y miro a los gemelos ̶ ̶ ̶ Calipso veintidós y la chica de piernas lindas se llama, Victoria ̶ ̶ ̶ dice divertido, Allan

̶ ̶ ̶ ¡Oye, Linda! ̶ ̶ ̶ Calipso, llama a una mesera ̶ ̶ ̶ tráenos siete copas de, néctar, yo invito ̶ ̶ ̶ murmura y me sonríe de manera egocéntrica, la chica, llega después de unos minutos con unas copas de color transparente y un líquido rojo en estas ̶ ̶ ̶ por la hermosa de, Gema ̶ ̶ ̶ brinda, viéndome seductor, miro sus ojos azules y le sonrió a medias

Lo admito, su físico es sumamente atractivo, sin olvidar que, sus facciones y ojos grandes, le hacen dar un toque inocente e ingenuo, Calipso se parece en un aspecto a, Azael, dan la impresión de, ser inocentes, o pueden dar la impresión de ser misteriosos, siento una opresión en mi muslo, miro la mano de, Azael, sostener con fuerza mi muslo, dirijo mi mirada a su rostro y lo encuentro neutro, con el ceño fruncido, trato de quitar su mano, pero, solo hago que, haga una mueca de molestia.

LA OBSESIÓN DE AZAELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora