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CATORCE


otro crimen
t

ic~tic~tic

Resopló molesta, aún adormilada, me levanto de la cama y miro mi alrededor con irritación. Hace unos minutos, un ruido insoportable dañó mi sueño.

tic~tic~tic

Suelto un resoplido y miro a mis compañeros, no son ellos, están profundamente dormidos, ¿Como no pueden escuchar el molesto ruido? Ah claro, yo tengo el sueño muy liviano, miro hacia la ventana y casi caigo de la cama al ver a, Azael, con furia me levanto y con mucho cuidado, salgo de la cabaña.

̶ ̶ ̶ ¡¿Qué rayos te pasa?! ̶ ̶ ̶ vociferó adormilada

̶ ̶ ̶ cállate, harás que nos escuchen ̶ ̶ ̶ suelta con una mirada de "odio todo" ̶ ̶ ̶ guarda silencio y sígueme ̶ ̶ ̶ ordena, lo miro boquiabierta, ¡Bebería estar durmiendo!
Suelto un bufido y sin tener otra opción, lo sigo. Farfulló cosas por lo bajo mientras caminó atrás de el, no estoy nada contenta, quitó las ramas de los árboles con furia, tengo un bendito sueño que, si no fuera por el tonto de Azael, me dormiría en la raíz de un árbol, siento mis piernas doler y todo por los deportes que realice hoy, o mejor dicho ayer, ya es de madrugada, suelto otro bufido al ver a, Calipso, los gemelos y Nicolás junto con su novia, Ana, ¡¿Qué hacen ellos aquí y a estas horas?!

̶ ̶ ̶ tiempo sin verte, ovejita ̶ ̶ ̶ dice el ególatra de Calipso con una sonrisa, reprimo insultos y solo lo miro con grima

̶ ̶ ̶ ¿Que quieren? ̶ ̶ ̶ digo directa

̶ ̶ ̶ alguien está de mal humor ̶ ̶ ̶ se burla Allan

̶ ̶ ̶ el juego empieza ̶ ̶ ̶ responde Nicolás

̶ ̶ ̶ ¿Vamos a jugar? ¿Ahora? ̶ ̶ ̶ reprochó

̶ ̶ ̶ Gema. Este juego es de los séptimos, tienes hasta el día domingo para, buscar tu victima ̶ ̶ ̶ dice Calipso frunzo el ceño

̶ ̶ ̶ no entiendo ̶ ̶ ̶ suelto y todos resoplan, todos menos, Ana y Azael

̶ ̶ ̶ mira, Gema. Nosotros tenemos algo así como... como una tradición que se trata de, jugar. El juego empieza el día miércoles de la semana y termina el domingo, tienes todos estos días para, buscar tu víctima, tu presa, una vez la tengas, debes esperar hasta el domingo ̶ ̶ ̶ explica con paciencia Ana

̶ ̶ ̶ ¿Que sucede el domingo? ̶ ̶ ̶ pregunto desconfiada, todos sonríen, menos Azael, este, se encuentra algo alejado jugando con algo en sus manos, me le quedo viendo unos segundos ¿Tiene una ardilla en las manos?

̶ ̶ ̶ termina el juego. Tienes que, matar tu presa ̶ ̶ ̶ puedo sentir como pierdo el color y las pulsaciones de mi corazón se aceleran cuando, Calipso responde

̶ ̶ ̶ imposible, no puedo hacerlo ̶ ̶ ̶ suelto obvia y algo asustada

̶ ̶ ̶ pues tendrás que hacerlo. O es tu presa, o eres tu ̶ ̶ ̶ miro dubitativa a Allan

̶ ̶ ̶ lo que quiere decir Allan es que, si te niegas a matar a tu presa, entonces te matan a ti, por qué, estarías dando a entender que eres sangre débil e inútil, Gema ̶ ̶ ̶ explica Ana, la miro incrédula

̶ ̶ ̶ ¿Ya tienen sus... víctimas? ̶ ̶ ̶ hablo después de unos minutos en silencio

̶ ̶ ̶ no, por eso mismo estamos aquí, viendo carne fresca ̶ ̶ ̶ murmura con una ladina sonrisa Calipso, asiento con la cabeza

̶ ̶ ̶ ¡¿Acaso te refieres a mis compañeros?! ̶ ̶ ̶ suelto cuando, entiendo su indirecta

̶ ̶ ̶ ¡Has adivinado! ̶ ̶ ̶ suelta con una lunática sonrisa, lo miro sin pestañear, pasmada

̶ ̶ ̶ quiero irme ̶ ̶ ̶ digo, algo alto para que Azael, escuche, pero el, parece muy entretenido con algo en sus manos

̶ ̶ ̶ nos vemos, ovejita ̶ ̶ ̶ dice Calipso con una seductora sonrisa, le hago mala

̶ ̶ ̶ ¿Que haces, Azael? ̶ ̶ ̶ pregunto y me acerco, escucho como los demás ríen ¿Se ríen de qué?

̶ ̶ ̶ ¿Uhmm? ̶ ̶ ̶ responde Azael y se voltea, me le quedo viendo con algo de miedo y siento como mi estómago se revuelve, tapo mi boca al sentir arcadas

̶ ̶ ̶ ¡Tapa eso! ̶ ̶ ̶ le grito, tiene entre sus manos un conejo abierto de la barriga

̶ ̶ ̶ ¡Nos vemos, querida! ̶ ̶ ̶ dice Nicolás y se marchan

Azael, tira el conejo, miro su camisa manchada de sangre junto con sus manos y un poco su cuello, suelta un suspiro y echa para atrás su cabeza, observó como la manzana de su garganta se mueve, lo miro embelesada, pero, de la nada, se quita su camisa.

̶ ̶ ̶ ¿Que haces? ̶ ̶ ̶ murmuró agrandando los ojos

̶ ̶ ̶ nada ̶ ̶ ̶ responde sin ganas y empieza a caminar de vuelta a las cabañas, extrañada lo sigo

Llegamos al lago y Azael, moja su camisa para después, pasarla por su cuello y manos, quitando la sangre seca, lo miro atenta, rara vez, puedo ver su desnudez y cuando digo desnudez, me refiero solo a, su torso, frunzo el ceño al ver, una mancha negra en su espalda, me acerco con cuidado y miro un tatuaje en la parte derecha de su espalda, son unas letras.

̶ ̶ ̶ no sabia que tenías un tatuaje, Azael ̶ ̶ ̶ murmuró y leo lo que dice... tied to... no termino de leer por qué, el, se voltea

̶ ̶ ̶ vete a tu cabaña ̶ ̶ ̶ suelta como siempre, inexpresivo

̶ ̶ ̶ pero... bien ̶ ̶ ̶ digo algo disgustada, quería estar más a su lado, el, sin mirarme, se pierde entre los arboles, resopló con molestia y vuelvo a la cabaña

Al entrar, me encuentro con una terrible escena. Viky, junto con Marcelo y Joshua, los otros dos integrantes del equipo, están esposados a sus camas, Óscar, esta tendido en el piso con, Lucero encima, está, lo amenaza con un cuchillo, todo está desordenado.

̶ ̶ ̶ ¡Fuiste tú! ¡Ellos me dicen que fuiste tú! ̶ ̶ ̶ vocifera Lucero

̶ ̶ ̶ ¡Cállate y quítate, loca esquizofrénica! ̶ ̶ ̶ brama Óscar, Lucero, lleva el cuchillo a su rostro y por desgracia, Óscar tiene sus manos amarradas ̶ ̶ ̶ ¡Ah! ̶ ̶ ̶ grita bajo, al sentir el fijo del cuchillo en su labio
Los demás tratan de hablar desesperadamente, pero, tienen cinta negra en sus bocas, yo reacciono y cojo lo primero que mis ojos ven. Una lámpara. La estrechó con fuerza en la cabeza de Lucero, ella, suelta el cuchillo y cae al suelo, tan atenta estaba con Óscar que, no se dio cuenta que había llegado, procedo a, liberar a los demás, Lucero, al caer al suelo provoca que, unas llaves salieran de sus pantalones, las llaves de las esposas.

̶ ̶ ̶ cierren las cortinas y aseguren las puertas ̶ ̶ ̶ ordeno y hacen lo pedido, rodeamos a Lucero y miro con pánico, la sangre que sale de su cabeza, todos están pálidos y tiemblan un poco del miedo

̶ ̶ ̶ ¿Esta... muerta? ̶ ̶ ̶ pregunta Viky con miedo, Óscar me observa nervioso y se inclina, pone sus dedos en el cuello de, Lucero, está viendo su pulso, puedo ver cómo, su rostro palidece aún más y su respiración se acelera

̶ ̶ ̶ ¿Esta muerta? ̶ ̶ ̶ pregunta Joshua, Óscar se levanta y pasa una de sus manos por su frente, quitando el cabello

̶ ̶ ̶ ¿Óscar? ̶ ̶ ̶ murmuró con temor

̶ ̶ ̶ esta muerta ̶ ̶ ̶ suelta. Un mareo me invade y me siento en la cama, la mente se me bloquea y queda en blanco

Esta muerta. Yo la maté.

̶ ̶ ̶ Gema, relájate ̶ ̶ ̶ murmura Joshua ̶ ̶ ̶ fue por defensa propia, no te alteres ̶ ̶ ̶ dice firme, pero su mirada es temerosa

̶ ̶ ̶ no te pasara nada, nosotros estamos contigo, le diremos al maestro que fue por...

̶ ̶ ̶ ¡No, Marcelo! No diremos nada, eso, nos traerá problemas ̶ ̶ ̶ interviene Óscar ̶ ̶ ̶ decir esto conlleva a, interrogaciones, acusaciones, no, no y no, más bien, escondamos esto ̶ ̶ ̶ suelta con rapidez

̶ ̶ ̶ Óscar, eso es, ir contra la ley, es un crimen ̶ ̶ ̶ murmura indeciso y temeroso Joshua

̶ ̶ ̶ ¿Que más vamos hacer? ¿Testificar y qué nos sentencien, Joshua? ̶ ̶ ̶ responde Óscar con el ceño fruncido, ellos se miran entre sí, dudosos

̶ ̶ ̶ bien, hagámoslo ̶ ̶ ̶ suelta Viky

̶ ̶ ̶ necesitamos una bolsa mortuoria, para meter su cuerpo ̶ ̶ ̶ formulo ahora más cuerda

̶ ̶ ̶ ¿Y de dónde vamos a sacar una, Gema? ̶ ̶ ̶ Marcelo, se cruza de brazos

̶ ̶ ̶ yo la puedo conseguir ̶ ̶ ̶ digo pensativa ̶ ̶ ̶ mientras yo voy por la bolsa, ustedes organicen y asegúrense que no quede ninguna pista ̶ ̶ ̶ ordeno, ellos asienten y algo temblorosa, salgo

Corro por los árboles para no ser vista y al llegar a, la cabaña de Azael, toco la puerta, solo espero y, Alicia, no se de cuenta, después de unos segundos, la puerta es abierta.

̶ ̶ ̶ ¿Que mierdas quieres? ̶ ̶ ̶ suelta un poseído y despelucado Azael, el frunce el ceño ̶ ̶ ̶ me vas a decir ¿Por qué, estás sudorosa y tienes la respiración acelerada? ̶ ̶ ̶ dice ahora molesto, pasó saliva

̶ ̶ ̶ es que ̶ ̶ ̶ aclaro mi garganta, nerviosa ̶ ̶ ̶ cuando estaba por llegar a la cabaña, Viky, me pilló, estaba afuera, entonces, para no decirle en donde me encontraba, le propuse, ir al lago y, sin culpa... ̶ ̶ ̶ suelto maquinando un plan ̶ ̶ ̶ resbalo y callo al lago, necesito que me prestes una toalla y abrigo ̶ ̶ ̶ digo y quiero abofetearme por la tonta mentira

̶ ̶ ̶ ¿Y por qué, no vuelven a la cabaña y se cambia allá? ̶ ̶ ̶ pregunta con una ceja alzada

̶ ̶ ̶ no, el profesor, estaba rondando el sector y no queremos que nos pille afuera, por favor, Azael ̶ ̶ ̶ digo ahora mas segura, el me mira de los pies hasta la cabeza y alza las cejas, aprieto mi agarre en la mochila que traje

̶ ̶ ̶ bien, entra ̶ ̶ ̶ se voltea y miro miró como, los gemelos y Alicia duermen profundamente ̶ ̶ ̶ cállate y quédate quieta, buscare alguna toalla ̶ ̶ ̶ advierte, me situó al lado de su maleta, el me mira con seriedad antes de meterse al baño, supongo,

Aprovecho y con una rapidez enorme, abro su misteriosa maleta y busco en ella la bolsa mortuoria, se que tiene, debe tener, cuando fui a, su casa y entre a su cuarto, mire unas cuantas. Siento mis manos temblorosas y las pulsaciones desenfrenadas de mi corazón, hundo mi mano en la maleta con desespero y palpó el materia de la bolsa, con rapidez, la sacó y guardó en mi mochila, organizando la maleta de Azael y justo cuando, me hago en mi lugar, Azael sale, el me mira con recelo y extiende una toalla blanca, la cojo y el alza una ceja, con torpes movimientos, la guardo en mi mochila.

̶ ̶ ̶ ¿Tienes frío? ̶ ̶ ̶ pregunta serio arrugando la frente, lo miro con confusión ̶ ̶ ̶ estas temblando ̶ ̶ ̶ dice

̶ ̶ ̶ si, tengo algo de frío ̶ ̶ ̶ miento, el, me observa de nuevo y siento el miedo de nuevo en mi sistema

Se dirige hacia su maleta y la abre, siento como palidezco cuando, se queda observando sus cosas, sin decir, o hacer alguna cosa, aprieto mis labios, pero, suelto el aire cuando, como si nada, busca entre sus cosas quien sabe qué, miro como saca un gabán morado y me lo extiende.

̶ ̶ ̶ ten, úsalo, puedes resfriarte y lárgate a tu cabaña, Gema ̶ ̶ ̶ reprocha con disgusto, con rapidez, me coloco su gabán y teóricamente, me queda un poco largo

̶ ̶ ̶ gracias, adiós ̶ ̶ ̶ suelto y creo que, ni entendió por lo rápido que hable

Salgo de esa cabaña y corro hasta la mía, aún sintiendo una mezcla de, adrenalina y miedo por mis venas, esperen. Todos en esa cabaña estaban durmiendo, aparentemente, el único despierto era Azael, pero... ¿Por qué estaba tan relajado al saber que, Lucero no estaba? ¿O por qué, Alicia estaba durmiendo como princesa, en vez de estar preocupada por su amiga? Aunque, seguramente no se dio cuenta al ser de madrugada, espero y nadie se haya dado cuenta de su ausencia. Al entrar a mi cabaña, todo está impecable.

̶ ̶ ̶ ¿Pudiste encontrar la bolsa? ̶ ̶ ̶ dice Marcelo, asiento y la saco

̶ ̶ ̶ ¿Por qué tienes un gabán? ̶ ̶ ̶ pregunta Óscar, no puedo decirle que, me lo dio, Azael, eso, haría que sospechará

̶ ̶ ̶ lo llevaba en mi mochila ̶ ̶ ̶ me encojo de hombros ̶ ̶ ̶ bueno, ayúdenme ̶ ̶ ̶ murmuró

Entre los cinco, metemos el cuerpo de Lucero y limpiamos toda pizca de sangre, mejor dicho, Viky, limpio el piso de toda la cabaña, salimos por la puerta trasera con mucho cuidado.

̶ ̶ ̶ ¿Al agua, o enterrada? ̶ ̶ ̶ pregunta Joshua, se nota nervioso, mis ojos, conectan con los de Óscar

̶ ̶ ̶ enterrada. Vamos rápido, tenemos que alejarnos demasiado y hacer un hueco hundo, Joshua, trae las palas que están en la cabaña, en la ultima habitación ̶ ̶ ̶ dice Óscar y Joshua desaparece

Los minutos pasan, quizás caminamos al rededor de una hora, hasta estar lo suficientemente alejados de las cabañas, tiramos el cuerpo en la tierra y como son dos palas, nos turnamos, primero yo y Óscar, después, Joshua y Marcelo, Viky, no ayudo mucho, pues no tiene mucha fuerza y no le rendía.

̶ ̶ ̶ listo, así está bien ̶ ̶ ̶ dice jadeante Oscar, hicimos un hueco muy hundo ̶ ̶ ̶ tiremos el cuerpo ̶ ̶ murmura

Todos estamos algo temblorosos por los nervios. El sol empieza a salir, siento aún mi corazón acelerado y el temblor en mis manos, con rapidez, los chicos, empiezan a, echar la tierra de nuevo.

̶ ̶ ̶ Viky, ayúdame a recolectar, palos, pasto y piedras ̶ ̶ ̶ murmuró, ella frunce el ceño

̶ ̶ ̶ ¿Para qué?

̶ ̶ ̶ ¿Has notado que, cuando entierran a una persona, queda el rastro, o montón de tierra donde lo hicieron? ̶ ̶ ̶ pregunto, ella asiente con la cabeza ̶ ̶ ̶ debemos taparlo lo mejor posible con cosas ̶ ̶ ̶ murmuró

Ella asiente. Empezamos a buscar cualquier cosa entre la tierra, cuando los chicos terminan, nos ayudan y después de un rato, lo tapamos lo mejor posible, esparciendo diferentes tipos de cosas, pero, no solo, tapando el rastro del hueco, si no también, a sus alrededores para no ser tan obvios, cuando acabamos, miramos el sol que ya, a salido, estamos jadeantes, sudorosos, sucios y nerviosos.

̶ ̶ ̶ vámonos ̶ ̶ ̶ digo, con el pulso acelerado. Otro crimen.

LA OBSESIÓN DE AZAELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora