El partido

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Moscú, Rusia
Domingo en casa de Deniska.

¡Domingo! Bueno tampoco es tan bueno por qué hoy tendré que ir al partido de americano, donde jugará el perfecto Brad.

El resto de la semana lo pase por las tardes con mis amigos, Alesha y Simón, los tres la pasamos en centros comerciales o simplemente sentados en el césped de un parque mientras comíamos helado.

Mi mejor amigo (Al cuál conozco perfectamente) a estado actuando raro, se ve triste, decaído, le he preguntado que es lo que le pasa, su respuesta siempre es: “No es nada, solo estoy mal con la tarea" esa excusa no me la trago, quedamos en que hoy antes de el partido vamos a reunirnos aquí para irnos juntos, ojalá logré hacer que me diga que le pasa.

¿Aleix? Se mantiene a mi lado informándome sobre cada vez que Brad se ve con Megan.

¿Demien? Cerca de mi, a venido a mi casa y hemos convivido junto a mi hermano y mis mejores amigos, es un mujeriego (era obvio) en el resto de la semana no se con cuántas se a acostado, bueno eso da igual.

¿Brad? El maldito sigue fingiendo muy bien, a venido a mi casa, hemos hablado, yo: Aguantando las ganas de romperle la cara por cada mentira que dice, el: mientiendome cada vez más.

¿Cómo me siento? Traicionada, me siento como el carajo sabiendo que el chavo al que quiero (Por qué no se deja de querer de un día a otro) me ve la cara desde hace dos meses exactamente, si, dos meses, Aleix me envió capturas que Brad le compartió la primera vez que se acostó con Megan. Me duele pero lo voy a soportar el tiempo que sea nesesario.

Te voy a destruir Brad Pavlov Wood, es una promesa.

                                [•••]

Cómo cada uno de mis sábados y domingos, me levanto después de pasar diez minutos pensando.

—¡BUENOS DÍAS SEÑOR SOL, HOY SEGUIRÉ CANTANDO PARA SER MEJOR!— Grito mientras canto o lo que sea que parezca eso. (No me se la canción).

—¡CALLATE COTORRA CON GRIPE!— Buenos días para ti también hermanito.

—¡Buenos días!— Le grite desde la puerta de mi habitación.

No contesto.

Fui a mí closet y saque algo comodo para ir a caminar alejada de mi casa, como todos mis fines de semana.

Me puse unos joggers color beige, ¿Café claro? Emm buen... Algo así, un crop top del misma color, al final decidí que no iba a dejarme el crop top solo, así que me puse una sudadera blanca arriba.

Baje trotando las escaleras, me serví un poco de agua y espere a que bajara mi hermano.

—Hola, pedacito de caca— lo saludé sonriendo, me miró con cara de pocos amigos pero al final sonrió.

—Hola cholita... ¿O debería decir... Monjita— elevó una ceja sonríendo.

—Por cierto... ¿Por qué Demien te dice monjita?— pregunto robando mis palabras.

Me encogí de hombros, en realidad ni yo lo sabía.

—Sinceramente no lo se. Adiós— me despedí con una palmadita en su espalda.

Fui corriendo por mi teléfono y mis audífonos, baje trotando y salí de nuestra “mansión".

Me puse los audífonos y empeze a caminar con mi capucha arriba, mis manos en los bolso de mi sudadera, mirada baja para pasar desapercibida.

Me rehúso — Danny Ocean Sonaba por mis audífonos, empeze a cantarla en susurros.

Seguí caminando sin mirar a nadie, con mi cara de siempre, sin saludar a nadie... Enfrascada en mi música y mi mente.

Jugador de FútbolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora