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—¿Y los extrañas?— preguntó el gran abuelo mientras caminaba por debajo del árbol de manzanas.

Denki y sus amigos se habían ido hace ya unos cuantos días.

Siendo sincera, ya me estaba acostumbrando a ellos.

—Si...hace mucho tiempo no veía a...personas— murmuré nostálgica mientras me paraba en su lomo para conseguir algunas manzanas, como siempre solíamos hacerlo—Sobre todo, fue lindo volver a hablar con Denki después de mucho— solté en un suspiro antes de sentarme y empezar a comerlas.

Empecé a contarle al abuelo todo lo que había sucedido, mientras que él caminaba, prestándome atención, comentando y riéndose en ciertas partes de mi historia.

—Me asustó tanto que lo golpee con fuerza en la frente— le dije riéndome— Su frente quedó roja y...— El sonido de pasos me hicieron callarme abruptamente.

No parecen ser de algún animal.

Pensé que había escuchado mal, quizás seguía paranoica por lo que había pasado hace unos días, por lo que lo dejé pasar.

Pero nuevamente el sonido de pasos se escuchó a lo lejos.

—¿Escuchaste eso?— le pregunté antes de quedarme en completo—Abuelo, tienes que irte— dije bajándome de él para después llevar mi mano hacia mi cadera, dándome cuenta que no traía mi cinturón conmigo, por lo tanto, tampoco tenía mi espada.

—ABUELO, POR FAVOR, ENTRA A TU MUNDO RÁPIDO— grité asustada escuchando como se acercaban más y más hacia nosotros—ELLOS ME BUSCAN A MI, NO A USTEDES—

—Ellos también me buscan a mi— me dijo intentando tranquilizarme, sin éxito— No te preocupes, yo no puedo morir— me dio una leve sonrisa—Solo morirá este cuerpo...—

—Pero no podrás quedarte mucho tiempo en ese estado— le dije llorosa— Tendrás que entrar a tu mundo y no te podré volver a ver nunca mas—

—No te dejaré sola, solo será por un tiempo hasta que vuelva a encontrar otro cuerpo apto— me dijo acercando su frente para pegarlo contra mi—Súbete, tenemos que ir a proteger el portal— me dijo a lo que yo negué.

—Ve tu— murmuré mirando hacia ambos lados— Los distraeré para que no puedan llegar hacia ahí— volví mi mirada hacia el animal para poder darle una sonrisa—Estaré bien—

—Lo sé, eres una niña muy fuerte— me dijo—Igualmente enviaré a tu familia hacia ti para que no se te compliquen las cosas.

—No es necesario— Escuchamos a un lado, haciéndonos sobresaltar—Ya estamos aquí— Papá, mamá y mis hermanos aparecieron sacándome una pequeña sonrisa—Escuchamos el sonido de motores a lo lejos—

¿Motores?

—Papá y mamá irán con el abuelo ya que el es quien debe ser protegido a toda costa—Los señalé— Si el ciervo muere el bosque también— recordé lo que el abuelo me decía cuando era niña— Yo iré con mis hermanos a distraerlos— hice una pausa— Y no se preocupen por nosotros, estaremos bien...¿Verdad?—

—Así es — Dijo Aki y los demás asintieron.

—Nos vemos después— Dijo papá dándome una mirada brillos para después empezar a correr junto a mamá y el abuelo.

—Es hora chicos— dijo subiéndome en el lomo de Puchi, quien empezó a correr rápidamente en dirección contraria a la que se habían ido.

—Puchi, necesitamos ir a la aldea por mis armas— acaricié el pelaje de mi hermano a lo que él asintió para después tomar otro rumbo.

—AYATO, AYUMU— le grite a mis hermanos — DISTRÁIGANLOS HASTA QUE YO VUELVA— Volví a gritar haciendo que ellos asintieran y que Ayato aullara.

Por otro lado, Puchi tomó rumbo a la aldea.

Una vez que llegamos, rápidamente tome el cinturón en donde ponía mi espada y a parte, agarré dos de las armas que solían usar esos hombres y me las puse en la espalda.

—VAMOS— grite subiéndome rápidamente a su lomo. Puchi no perdió el tiempo y empezó a correr rápidamente hacia donde estaban los demás.

Cuando llegamos, pudimos notar como es que mis hermanos se movían ágilmente para atacar y no ser heridos por los hombres, sacándome una risa de orgullo.

Sin más, agarre una de las armas de mi espalda y empecé a dispararles a todos los que se encontraban cerca y querían atacar a mis hermanos.

Todo estaba bien, hasta que un sonido extraño nos hizo desconcentrar.

A lo lejos podía notar como más hombres llegaban, seguidos de unas grandes cajas de acero y ruedas.

Era la primera vez que veía cosas así, por lo que me asusté un poco.

La confianza que tenía se estaba yendo de a pocos.

Ellos empezaron a dispararnos y a usar cosas que anteriormente no utilizaban, haciéndonos retroceder un poco.

—VÁYANSE Y ESCONDANSE— grite unos cuantos minutos después, al ver lo heridos que se encontraban— ELLOS ME ESTÁN BUSCANDO A MI—

—NO TE DEJAREMOS SOLA— gritó Ayato asustado.

—ESTARÉ BIEN— volví a gritar— SU HERMANA ES MUY FUERTE— le di una mirada a lo que él negó—VAYAN CON EL ABUELO, YO LOS ALCANZARÉ EN UN RATO—

—PROMÉTELO—

—LO PROMETO—

Sin más, ellos se fueron como pudieron, mientras que yo los cubría.

Cuando las balas se acabaron, saqué mi espada y empecé a moverla ágilmente haciendo que las balas chocaran contra esta y salieran disparadas había otro lugar.

Esto me permitía llegar más cerca de los hombre para poder atacarlos.

De pronto, todas los hombres que quedaban se empezaron a alejar con rapidez, dejándome confundida.

¿Que estaba pasando?

De pronto, uno de ellos sacó algo para después tirarla hacia donde yo me encontraba, pude notar que era una pequeña esfera color verde.

Supuse que no sería algo bueno, por lo que me alejé rápidamente de ahí, pero fue muy tarde.

La esfera explotó haciendo que cayera con varias heridas en mi cuerpo.

White Wolf  [BNHA] [Kaminari Denki x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora