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[Algunos días después]

—Ki, ya te dije que me encuentro bien— le dije divertida, mirando como este tocaba mi cara con preocupación—Además, tengo que ir a cazar para el almuerzo y la cena, ya no tenemos mucho—

—Ya no tienes fiebre— murmuró—¿Segura que estas bien? Sabes que puedo hacerme cargo unos días más— me dijo preocupado, acariciándome la mejilla con cariño.

Yo solo cerré los ojos, disfrutando de su tacto.

—Si, estoy muy bien— le dije abriendo los ojos mientras me sentaba en la cama, ante la mirada de Ki.

Habían pasado algunos días desde que el abuelo curó mi herida y regrese a la aldea en compañía de mi padre.

Solo puedo recordar que cuando llegamos, pudimos ver al rubio del rayo gritándoles a todos enojados, mientras los otros lo quedaban viendo sorprendidos ante tal acción de este.

Jamás lo habían visto así.

El me cuidó y se quedo a mi lado en todo momento, ayudándome a comer, limpiándome el sudor que salía por la fiebre y cambiarme cuando lo necesitaba.

—¿Puedo acompañarte? Juro que no te molestaré—Me dijo mirándome seriamente.

—Está bien— le dije parándome para poder tomar su mano y así salir de la pequeña choza.

Ante la mirada de todos, empezamos a caminar  hasta la entrada del bosque, en donde se supone que encontraríamos animales que podamos comer.

Después de unos cuantos minutos, pude cazar algunos conejos y un gran jabalí.

Con eso nos alcanzaría para comer por alguno días más.

Agarré las patas del jabalí y justo en ese momento recordé algo que aun no le había enseñado.

—Te llevaré a mi lugar favorito— le dije emocionada mientras tomaba su mano con mi mano libre y empezaba a caminar rápido.

Unos cuantos minutos después mientras reíamos y charlábamos, llegamos a la entrada del lugar.

—(...), aquí solo hay ramas cubiertas de nieve— me dijo mirándome con curiosidad.

—Es solo la entrada— le dije mientras hacía a un lado las ramas, dejando a la vista un pequeño camino—Tendrás que gatear hasta el final— dije emocionada.

—¿Donde dejo esto?—

—Dámelo, lo esconderé por aquí hasta que salgamos le dije quitándole la bolsa de las manos, para después ponerla al lado del jabalí.

Sin mas, empecé a acumular nieve al rededor y encima de ellos, ocultándolos por completo.

—Listo, problema resuelto— lo voltee a ver—Ahora entra ahí con los ojos cerrados y no los abras hasta que te diga—

—Bonito trasero—Solté una risa al ver su trasero moviéndose frente a mi.

—Está entrenado— me dijo sacándome una gran carcajada.

Una vez que entramos, lo hice pararse justo delante del gran lago y el montón de pasto color verde y brillante.

—Ya puedes abrir los ojos— murmuré contenta, esperando su reacción.

—WOAH— gritó emocionado viendo este lugar—¡Esto es increíble!— dijo arrodillándose frente al lago cristalino  para ver su reflejo— Como es que esto no está cubierto de nieve—

—En este bosque encontrarás muchas cosas extrañas— le dije poniéndome detrás de él para después empujarlo, haciéndolo caer al lago, para después tirarme.

Jugamos y nadamos entre risas, olvidándonos por completo de todo, sin importarnos el tiempo, sin importarnos los demás.

Simplemente éramos él y yo como antes solíamos serlo.

Nos encontrábamos tirados en el pasto, secándonos mientras descansábamos un rato.

—¿Sabes que nos iremos en 2 días verdad?— me preguntó volteando su cabeza para poder mirarme después de un silencio cómodo. Yo tan solo negué cerrando los ojos con fuerza.

No quería que se vayan.

—Por que tiene que ser tan pronto...— murmuré un poco triste abriendo los ojos, sin voltear a verlo—Por que no pueden quedarse un poco más—

—Estoy muy seguro que sus familiares deben estar muy preocupados por su desaparición— me dijo acercando su mano para después tomarme del mentón—Me sorprende que la academia aun no nos haya encontrado en este lugar—

—Este lugar no se puede ver desde el cielo, tienen que entrar por tierra y caminando— le dije—El espíritu que cuida este lugar lo quiso hacer así para que solo los que saben de este lugar puedan entrar, aun que tenga algunos problemas— le dije dándole una sonrisa.

—¿Por que no vienes conmigo?— me dijo después de un gran silencio.

Yo solo me senté mirándolo en silencio, mientras el brillo de mis ojos se apagaba.

Claro que quería ir con el, pero aun no había terminado mi venganza, tenía que acabar con ellos cueste lo que cueste para poder estar tranquila.

—Lo siento— me alejé de él y pude notar la tristeza en su cara, haciendo que bajara la mirada— No puedo abandonar este lugar hasta cumplir mi objetivo —

—Está bien— soltó triste agarrando mis manos—Pero esta vez te toca ir a visitarme— me dio una sonrisa y yo asentí para después lanzarme a sus brazos para abrazarlo con fuerza mientras caíamos, yo encima de él.

De verdad lo iba a extrañar mucho.

Solo estuvimos unos cuantos minutos más antes de levantarme y sacudir mi ropa.

—Creo que es momento de regresar a la aldea— le dije tendiéndole una mano para ayudarlo a levantarse.

—Maldición, ya me había olvidado de que ellos estaban ahí— dijo divertido aceptando mi mano, sacándome una leve risa.

Sin más, salimos de ese lugar y desenterramos nuestra comida, para después empezar a caminar en un silencio como hasta la aldea, en donde nuevamente, nos quedaron mirándonos.

Estoy muy segura que esta vez es por que estábamos mojados.

Solo nos detuvimos para dejar los animales en donde me ocuparía de cortarlos después de cambiarme de ropa.

—Me estoy congelando— escuché como me dijo  mientras me abrazaba, temblando.

—Vamos rápido antes de que nos enfermemos— le dije sin separarme de él para empezar a andar de una manera rara.

White Wolf  [BNHA] [Kaminari Denki x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora