White Wolf [BNHA] [Kaminari Denki x Lectora]

[15]

Me dolía demasiado el cuerpo, mucho más que las anteriores veces que me habían golpeado.

Me dolía incluso respirar.

¿Como había terminado así?

Los hombres de Wadan, el hombre del parche, habían recibido ordenes de que me colgaran en una Cruz para generar miedo a los demás para que no hicieran ninguna estupidez como intentar escapar.

Se supone que yo ya debería estar muerta, yo debería haber muerto ahí hace alguno días si no fuera por los dos hombres que estuvieron ahí.

Los líderes de las tribus oso y zorro habían estado al pendiente de mi, dándome comida y agua para que no muriera.

¿Pero por que?

¿Por que ahora?

Mi vista estaba nublada, pero aun así podía distinguir a las personas siendo azotadas bajo mío como si hubieran pecado, como si hubieran asesinado a alguien inocente.

Esto era estupido.

Realmente estupido.

¿Por que se dejaban golpear?

No era su deber alimentarme o darme agua mientras estaba ahí atada, total, me habían dejado ahí para morir.

Ya había perdido la cuenta de las veces que los hombres habían tenido que sufrir por mi.

¿Por que los tenían que golpear por mi culpa?

¿Por que mierda los hombres de casi de 2 metros de altura con grandes músculos que podrían matar a alguien de un solo golpe, no se defendían?

No lo sabía.

Y al parecer jamás lo podré adivinar.

Mi cuerpo estaba tan debilitado que a las justas podía abrir los ojos para verlos.

¿Realmente así iba a terminar todo?

No.
Claro que no.

Sabía que no era así cuando pude ver a un hombre de blanco entrar al lugar con una gran sonrisa en su boca.

Genial, ahora que.

—Bájenla— escuché como Wadan decía en voz alta.

Sus seguidores no dudaron en hacerle caso, cortando rápidamente las sogas que tenían mi cuerpo elevado, haciendo que mi cayera fuertemente contra el suelo, haciéndome solar un grito de dolor.

—Vaya que creciste muy bien— dijo el hombre del parche mirándome de arriba a abajo— me alegra haberte disfrutado antes de que otros te hayan tomado— dijo dándome una sonrisa viendo la sangre en mis piernas—Pero bueno, a lo que venía— dijo agarrandome del cabello para empezar a arrastrarme frente a un gran costal del que salía sangre a montones— Estaba regresando de verificar algunas cosas, cuando me di cuenta que este pequeño amigo estaba rondando por el lugar— me tiro frente a él para que pudiera verlo mejor— Se me hizo un poco conocido, así que decidí traerlo conmigo para que tú me ayudaras a reconocerlo— dicho eso, lo pateo para que este cayera sobre mi—Ábrelo— ordenó, pero yo no me moví del lugar. No podía.

Tenía miedo.

El hombre tan solo se rió mientras se retiraba del lugar—Mientras mas te demores en abrir ese costal, mas oxigeno perderá ese animal— dijo antes de salir.

Maldita sea.
¿De quien estaba hablando?

No quería hacerlo, pero al final no dudé en intentar abrir el costal. Ya no soportaría ver a alguien sufriendo por mi culpa. Ya estaba harta de todo esto.