White Wolf [BNHA] [Kaminari Denki x Lectora]

[10]

Maldición.

No podía escuchar nada, un pitido se hacía presente en mi oídos y veía todo borroso.

Había demasiado polvo y humo alrededor dificultándole mucho más la visión.

Podía sentir como de mis brazos y piernas chorreaba sangre a montón, debido a los cortes que me había hecho.

Pero no me importaba, lo único que rondaba por mi cabeza era mi familia.

Tengo que levantarme, ellos me necesitan.
Pensé antes de levantarme con toda la fuerza que tenía y acercarme rápidamente hacia ellos.

Los mataría con mis propias manos.

Aprovechando que había bastante humo, empecé a tirarme y a matarlos uno por uno rompiéndoles el cuello.

Había estado entrenando mucho para este momento.

Cuando terminé, empecé a correr como podía hacia donde se encontraba mi familia, mi cuerpo me dolía demasiado, pero eso no iba a pararme por nada en el mundo.

Cuando llegué, unos minutos más tarde, pude notar como es que papá y mamá se encontraban tumbados en el suelo, respirando agitadamente, haciendo que mi corazón empezara a bombear con fuerza mientras que mis hermanos se encontraban frente a ellos tratando de que no les hicieran más daño.

—Basta— nos dijo el abuelo— Lleven a sus padres al portal, si no, no sobrevivirán—

Mis hermanos le hicieron caso sin rechistar, mientras yo los cubría cómo podía.

Una vez que entraron, ellos gritaron mi nombre, pero aun así los ignoré.

—Alguien necesita quedarse con el abuelo, yo lo haré— Alce la voz, poniéndome en guardia ignorando totalmente el dolor—Es mi culpa que todo esto esté sucediendo—Murmuré enojada y triste—Debí acabar con ellos hace mucho tiempo— Mis hermanos siguieron llamándome mientras veían como me atacaban desde lejos.

Pero aun así, no podía ir con ellos.

—Váyanse de una vez— grité para después voltear a ver al abuelo, quien seguía dándole órdenes a los animales que estaban cerca—Abuelo, haré tiempo atacandolos mientras ellos intentan nadar hacia donde nosotros estamos. Aprovecha y vete— le dije sin mirarlo.

El simplemente se quedó cayado.

Agarré la última metralleta que me faltaba usar para poder empezarles dispara a todos los que intentaban cruzar.

Cuando me quede sin balas, no tuve de otra que sacar la espada y empezar a matar a los que estaban cerca.

Pero con un todo mi cuerpo dañado, se me hacia mucho más difícil.

Mis movimientos se habían hecho mucho más lentos y al parecer los hombres se dieron cuenta, por que empezaron a atacarme entre todos.

—NO LA MATEN— escuché como alguien gritó, por lo que me agarraron entre todos, inmovilizándome.

Mierda, mierda, mierda.

—POR FAVOR, VETE— grite cuando vi que el abuelo no se iba.

—Ellos tienen que matarme para que dejen en paz esta tierra— me dio una mirada, a lo que yo empecé a llorar.

No quería perderlo a él también.

Ya había perdido a muchas personas, no quería que él también se vaya de mi lado.

—ABUELO—volvió a gritar y a retorcerme entre los brazos de los hombres cuando vi un hombre cargando y apuntando una escopeta hasta el ciervo.

—Estaré bien— me dio una última sonrisa.

—NO— grité horrorizada, pero fue muy tarde.

La bala de la escopeta del hombre ya había impactado sobre el ciervo, haciéndolo caer muerto en el césped, el cual se encontraba tiñéndose rápidamente de rojo.

Sabía que ese no era su verdadero cuerpo, pero ver al animal que me había cuidado todo este tiempo, muerto, realmente me hacía sentir destrozada.

Y todo empeoró cuando todo a nuestro alrededor empezó a marchitarse.

Pude notar como varios de los animales que no pudieron entrar al portal eran heridos de gravedad, mientras que los hombres se reían.

—YA BASTA POR FAVOR — grité horrorizada corriendo para después tirarme de arrodillaba frente al hombre de las cicatrices—ESTA BIEN, USTEDES GANARON— junte mis manos y empecé a moverlas desesperadamente en súplica—IRÉ CONTIGO, PERO NO LES HAGAN MÁS DAÑO—

—Así me gusta preciosa...— habló el tipo haciendo que bajara la mirada mientras me ponía unas pulseras en mi muñeca— Llévenla al auto— dijo antes de irse.

Debí haber hecho desde el principio.
Debí haberme entregado antes de que todo esto ocurriera.

La ira al ver que todo se había marchitado, que todo se había puesto gris, me carcomió, por lo que aproveché que me había criado con lobos para saltar en la espalda del hombre frente a mi para poder morderle el cuello, justo en la yugular, sacándole un pedazo de piel.

Varios hombres se acercaron a mi para cargarme y estamparme contra el suelo con fuerza al ver como su compañero caía muerto al suelo.

Yo tan solo solté un grito de dolor para después empezar a llorar.

—Vaya, no imaginaba que fueras tan salvaje— el hombre el parche me miro con superioridad antes de acercar un palo a mi, electrocutándome.

Caí rendida ante tal choque, quedando completamente indefensa.

Ya no podía hacer nada.

Entre todos los hombres, me agarraron para que pudieran ponerme un bozal de metal, haciendo que empezara a gruñir.

—Ese bozal te queda muy bien— agarró mi mentón y me acerco a él— Realmente eres una perra mala— levanto una mano para llevarla a mi cabello y empezar a acariciarlo— A esas se les tiene que castigar— Dijo antes de agarrar mi cabello y empezar a caminar arrastrándome con el, ignorando completamente mis gritos de dolor.

—Se venderá muy bien— murmuró con una sonrisa plantada en su cara.