Capitulo 3

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Ethan.

Camino hacia mi oficina con lilith, mientras ella camina en silencio junto a mi.

-Se siente extraño verte callada después de nuestro debate en el auto.-le digo.

-Pense que ya no quería debatir con migo padre.-dice con una sonrisa.

Sonrió y le abro la puerta cuando llegamos a la oficina.

Me siento en mi silla en el escritorio y ella se sienta en la que que esta frente a mi.

-Te contaré cómo Dios mando a su hijo a salvar a los humanos.- le digo para que ella conozca el amor de Dios.

-No.-dice.

-¿No?-Pregunto confundido.

-¿Podemos hacer una tregua en eso por unos momentos y hablar de algo más?-pregunta y sonrío.

-Claro hija, ¿De qué quieres hablar?-Pregunto.

-Cuenteme de usted padre,-Dice- Se que usted también fue huérfano, pero cuénteme ¿qué paso con usted?.

Siento una opresión en el pecho al escuchar que quiere saber de mi vida pasada.

-Hija, creo que esa no es una historia agradable.-le digo.

-Todos tenemos algo que contar padre, una historia de vida, y yo quiero saber la suya.-dice en un tono bajo.

Suspiro y por una extraña razón me siento cómodo para hablar con ella.

-Bueno,-comienzo- A mi padre nunca lo conocí, pues el murió cuando mi madre estaba embarazada de mi, mi madre me tuvo que criar sola, ella trabajaba por las noches y me cuidaba de día.

Suspiro para tranquilizarme, pues recordar aquellas cosas hacen que me ponga sentimental.

-7 años después, ella se casó con alguien más,-Continuo- El era malo, maltrataba a mi madre, y cuando llegaba borracho el...

Se me hace un nudo en la garganta ante aquel recuerdo, recordar mis noches de llanto cuando el llegaba ebrio a mi cuarto a "Jugar" con migo, no es algo grato para mí, aunque yo ya lo perdone eso no significa que al recordarlo duela.

-La cosa está en que mi madre murió en un accidente, y su esposo me abandono.-Recuerdo- Fui acogido por un orfanato y allí es donde conocí a Dios, conocí su amor, el me salvó del abismo en donde estaba, y aquí estoy, siendo un fiel seguidor de Dios.-Finalizo.

Ella se queda callada por unos minutos y siento realmente raro que este así, pues en lo que llevo de conocerla no a parado de llevarme la contraria con respecto a Dios.

-Padre,-Me mira-¿Puedo hacerle una pregunta?

-Claro que sí, hija.-le respondo.

-¿Qué hacía su padrastro cuando llegaba borracho?.-Me pregunta dudosa.

El corazón se me oprime al recordar aquello e inevitablemente bajo la cabeza para que no vea mis ojos cristalinos.

Pasan unos segundos y siento un par de brazos delgados rodearme por la espalda en un cálido abrazo.

No es un abrazo normal como los que e recibido, es un abrazo cómodo, protector; me permito por unos segundos disfrutar la sensación pero un pensamiento llega a mi cabeza rápidamente. "Eres un sacerdote, recuérdalo" dice mi subconsciente.

Me separo de ella cuidadosamente y le sonrió.

-No pasa nada,-le digo- Dios me sano, eso ya está en el pasado.

-Como diga padre.-Dice un poco más animada.

-Vamos, te mostraré la iglesia.-Le digo un poco más calmado.

¿Caer en tentación? +18 (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora