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Dylan comía lentamente bajo la atenta mirada de Ki y Kaya, ambos lo veían como si fuera lamentable con lástima, y eso no era lo que él quería de sus dos mejores amigos

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Dylan comía lentamente bajo la atenta mirada de Ki y Kaya, ambos lo veían como si fuera lamentable con lástima, y eso no era lo que él quería de sus dos mejores amigos.

—Podríamos ir al parque de diversiones o al zoológico, tengo muchas ganas de llevar a Wendy.

Suspiró cansado—. Chicos de verdad que no estoy de humor.

—Vamos Dyl, te la has pasado encerrado aquí toda una semana, sé que debe ser difícil, pero me niego a ver como tu vida se acaba aquí. Arréglate y demuéstrale que no te importa, que tú puedes hacer lo mismo. Aún eres joven y puedes volver a rehacer tu vida.

Dylan rodó los ojos—. Ya no soy ningún joven, tengo más de 30 años, los hombres en mi rango de edad buscan jovencitos. Tan sólo mira a Thomas, su amante no tiene más de veinticinco años y ya tiene un hijo con él; los únicos hombres que me buscarían serian ancianos viudos de cincuenta y sólo por mi dinero.

—Dime que no estás hablando enserio Dyl. Aún te ves joven, estas bien conservado porque no has tenido hijos— le dijo Kaya regañándolo—. Sólo un ciego no se fijaría en ti.

—Ella tiene razón— apoyo Ki—. Pero no le digas que lo dije porque luego se le suben los humos— bromeó y susurro en el oído de Dylan.

—Definitivamente hoy te cambiarás e iremos a buscarte un hombre que te trate como te mereces, ¡que inicie la cacería! — gritó la mujer.

—No creo que eso sea lo mío, prefiero quedarme aquí.

—Es normal que digas eso si siempre supiste que te casarías con Thomas, nunca te diste la oportunidad de buscarte una pareja, pero esta vez aprenderás.

—Lo único que hará hoy Dylan es darse un baño e ir a ver a su marido, otro día más aquí y tendremos a la prensa encima. Siempre procuramos ser una familia fiel a las tradiciones y conservadora, tú y Thomas no van arruinar eso— Lisa se acomodó en el comedor.

—Señora yo no creo...

—No interrumpas mujer, estas son cosas de familia y preferiría que se marcharan.

—Mamá...

—No te he dado permiso para hablar— le dijo, Dylan temblaba de impotencia—. No quiero ser grosera, pero necesito que se retiren.

Ambos rodaron los ojos y empezaron a tomar sus cosas para retirarse, Dylan les pidió disculpas con la mirada y ellos con señas le dijeron que lo llamarían.

Cuando finalmente se fueron Lisa volvió a tomar la palabra—. Necesito que convenzas Thomas de que no registre a ese niño— le dijo tomando sus manos—. Y necesitó que te embaraces ya.

—No puedo creer que estés pidiéndome esto, ese niño tiene derecho a ser registrado porque es su hijo.

—No es más que un bastardo, no dejaré que mi nieto sea rebajado de sus derechos por un bastardo.

—No hay ningún nieto, no tuve un hijo con él— negó con la cabeza—. Me corrijo, nunca quiso tener un hijo conmigo.

—Pero lo habrá tarde o temprano...

—No voy a volver con él, es que no entiendes, ¡Me engañó! ¡Con Jacob y quién sabe con cuantos más!

Ella tomó una postura sería ante los gritos—. Esas cosas pasan, tu abuelo lo hizo y tu abuela lo perdono, mi padre lo hizo y mi madre lo perdonó, el padre de Thomas lo hizo y fue perdonado por su esposo cuando aún vivía.

—¡Pero ellos!

—Tu padre lo hizo— Lisa apretó los puños—. Y yo sigo aquí con él, por el bien de nuestra familia.

Dylan negó—. Eres una mentirosa— se levantó poniéndole fin a la conversación, estaba asqueado con todo lo que su madre había dicho.

TRAICIÓN  적응! ー dylmas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora