0030.

383 37 16
                                    

Dylan tocó el timbre una y otra vez esperando que alguien saliera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Dylan tocó el timbre una y otra vez esperando que alguien saliera.

Fue Jacob quien abrió. Dylan gruñó, tenía muchas ganas de golpear su bonito rostro.

Se adentró al departamento casi empujándolo y lo enfrentó a la cara.

—¿Drogaste a mi esposo?

—Ah, perdón, ¿cuál esposo?— le preguntó con las manos en la cintura.

—Deja se hacerte el gracioso y dime la verdad, lo drogaste, querías quitármelo— eran más afirmaciones que preguntas, tenía los nervios de punta y estaba muy enojado.

—Ni siquiera te conocía, ¿por qué iba a querer quitártelo?— le dijo y camino para pasarlo de largó, le dio la espalda a Dylan y se cruzó de brazos—. Nos acostamos, eso es todo, ¿para qué quieres saber si estaba drogado o no?

—¡Porque me lo has quitado!

Jacob lo encaró—. ¡Yo no te he quitado nada! — le gritó de regreso—. ¡Tú lo dejaste libre y yo lo tomé! ¡No puedes culparme por eso!

—¡Porque me engañaste!

—Nunca te engañé, lo único que te dije fue que tenía un hijo con Thomas, no como se habían dado las cosas entre nosotros.

—¡Pero lo omitiste carajo!

—Te importó tan poco que nunca me preguntaste, no buscaba esto— dijo viendo a su alrededor—. Fui un drogadicto y no tenía dinero, eso era lo único que quería : el apoyo económico de Thomas y que reconociera a Ethan como su hijo. Pero ahora que ya lo tengo no lo voy a dejar ir.

—¡No es tuyo!

—¡Tampoco tuyo! ¡¿Qué es lo que quieres maldita sea?!— le gruñó —. Estamos bien ahora, tenemos un hijo y vivimos juntos, si estaba drogado o no, no cambia nada, me hizo el amor.

—No te hizo el amor. ¡El amor lo hacía conmigo a ti te follo como una cabra!

Jacob le dio un puñetazo que lo hizo retroceder, se sobó la mejilla sorprendido.

—Me hizo el amor anoche y no vas a cambiar eso.

—Mientes— quería golpearlo de regreso, pero no se creía con la fuerza suficiente nunca había sido bueno para pelear.

—En ese sillón que está ahí, me besó, los labios, las mejillas...

—Cállate.

—Como quieras, tú no puedes tener hijos— le dijo y Dylan se quedó quieto—. Pero sí los tuvieras también buscarías lo mejor para él, y no hay nada mejor para un niño que una familia, no se la arrebates a mi hijo.

—No vas a usar a tu hijo para manipularme.

—Dile eso a Thomas— le dijo y suspiró—. Olvídalo, ya tienes una pareja y te ves feliz. Lo lastimaste mucho, no podía dormir, se lamentaba, golpeaba la pared cada que veía fotos tuyas con un hombre diferente, a parte de mi has sido el único hombre en su vida. Pero tú, ¿con cuántos hombres te acostaste por despecho? Yo te conté muchos, pero este último lo derrumbó.

TRAICIÓN  적응! ー dylmas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora