TRAICIÓN 적응! ー dylmas.

0010.

Dylan regresó a la casa de sus padres peor que nunca, Patrick estaba leyendo en el sillón, pero dejo el libro al verlo llegar.

—¿Has ido a ver a Thomas?

Dylan asintió, no queriendo verlo a la cara, lo que su madre le había dicho aún estaba en su cabeza.

Caminó hasta su habitación dispuesto a encerrarse ahí, pero Lisa lo intersecto antes de que lo logrará.

—¿Qué ha pasado? Lograste arreglar tu problema con Thomas, dime que no va a reconocer al niño.

Dylan la fulminó con la mirada, ya se sentía como una mierda como para tener que aguantar a su madre. —Sí madre, sí lo va a reconocer, es más está tan encantado con el niño que no dudo que en menos de una semana él pequeño ya sea hijo de Thomas ante la ley.

—¿¡Pero es que no has hablado con él!?

—Sí hable con él, ¿quieres saber qué discutimos?, El divorcio, hablamos del maldito divorcio, ¿¡contenta!?

Dylan entró a su habitación y le cerró la puerta a la mujer, después se deslizó y golpeó el piso con rabia mientras le invadían las lágrimas.

—¡Maldita sea! ¿¡Por qué me está pasando esto a mí!?— apretó los dientes —. ¿Qué hice mal Thomas? ¿qué hice para que me pagarás así?

Limpió sus lágrimas inútilmente porque estas no dejaban de salir.

¿Este era el fin?

¿Qué iba a hacer ahora?

Su vida se limitaba a su esposo, a su vida de casado con Thomas, vivía para él y ahora lo estaba dejando.

—Dylan abre— su madre pidió —amas a Thomas, no hagas esto, ustedes pueden arreglarlo.

—¡A ti no te importa si lo amo o no!— le gritó—. Lo único que te preocupa son nuestras acciones en la empresa y lo que la gente dirá.

—Dyl, mi...

—¡Déjame en paz!— le gritó y se tapó los oídos, tomó su computadora y se metió a revisar el manejo de la empresa, no podía quedarse sin hacer nada.

—¿Poulter?— dijo en la línea del teléfono—. ¿Thomas te buscó para arreglar el asunto de su hijo?

El hombre suspiro—. Ya estoy al tanto de la situación, sé que quieren que esto no haga mucho ruido, pero no creo que sea posible.

—Lo sé, sólo quería saber si estabas enterado, quisiera que llevaras nuestro asunto, después de todo eres el abogado de nuestra empresa.

—¿Su asunto?

—Nuestro divorcio.

—Él no me habló de eso.

—Pero ya lo estoy haciendo yo, lo arreglaras o busco otro abogado.

—Lo haré, mañana mismo se lo notificaré a Thomas, aunque él quiera matarme después, es mi mejor amigo y le va a doler.

—A mí me ha dolido más su traición— le dijo rencoroso—. Mañana estaré contigo, en la empresa, empezaré a hacerme cargo de mis acciones, después de todo Thomas ya no tendrá ningún derecho sobre ellas.

—¿Por qué presiento que arderá Troya mañana?— le dijo el abogado.

—No lo presientas, arderá Will, mañana será la guerra.