0008.

359 46 20
                                    

Thomas correteó detrás de Ethan casi sin fuerzas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Thomas correteó detrás de Ethan casi sin fuerzas.

—Los niños tienen demasiada energía— le dijo a Jacob, el moreno asintió dándole la razón, Ethan corría y corría y no se cansaba.

—Gracias por esto, no es sólo él hecho de que vayas a reconocerlo como tu hijo es también que te estés comportando como el padre que él necesita.

—Trató de hacer lo mejor que puedo, después de todo el niño no tiene la culpa; y tener un hijo no es tan malo.

Jacob sonrió—. Me alegra escuchar eso, no me gustaría que se sintiera rechazado por sus padres, no es sano para un niño.

 Me alegra escuchar eso, no me gustaría que se sintiera rechazado por sus padres, no es sano para un niño

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Dylan terminó de asearse y llamó al chofer que le proporcionó su padre para que lo llevará a su casa.

Suspiró, tenía que ser fuerte, aún no sabía qué le iba a decir a Thomas pero sabía que probablemente sería una gelatina frente a él, lo amaba tanto pero no podía perdonarlo, necesitaba tiempo antes de tomar una decisión.

Su esposo le había llamado varias veces en la semana, pero no atendió ninguna llamada, tal vez por simple orgullo o porque quería castigarle.

Se maquilló las ojeras porque no quería que Thomas viera lo destrozado que estaba ni qué pensará que podía convencerlo de regresar con él. Llegó a casa y dio un suspiró, Tyler lo miró y saludo amigablemente, Dexter hizo lo mismo, Dylan les sonrió a ambos y aceptó sus reverencias, tocó, porque no se había llevado la llave eléctrica cuando se fue.

Abrió los ojos sorprendido al ver quien atendió la puerta.

—¿Jacob? — preguntó con los labios temblando de coraje.

—Señor Dylan, pase, después de todo está en su casa.

Él lo hizo, pasó casi empujando a quien abrió la puerta y caminó furioso hasta la sala dispuesto a decirle unas cosas no muy sanas a Thomas, le había afectado mucho ver al amante de su esposo en su propia casa.

Sin embargo, se quedó de piedra ante lo que vio.

Thomas jugando con un niño de cinco años.

Con su hijo.

No sabía qué hacer ni que decir, se sentía mareado, pero sobre todo dolido.

—¿Dylan? — Thomas dijo al verlo como no creyendo que estuviera ahí, en su casa, ahora él quería salir corriendo.

—Por lo visto no me esperabas— se cruzó de brazos.

—La verdad es que no, pero me alegra que vinieras— le dijo con una sonrisa luego miró a su hijo —¿Quieres conocerlo? Ethan es un buen niño.

—¡Por supuesto que no quiero! ¡No seas tan descarado Thomas!

El niño corrió a esconderse detrás de su padre.

—No le hables así— Thomas apretó los dientes—. Discúlpate.

—¿Perdón? — preguntó Dylan sin creerlo.

—Quiero que te disculpes con mi hijo.

—¿Y si no lo hago qué? — le retó Dylan poniendo sus manos en sus caderas.

—Deja de comportarte tan infantil, pareces un niño, quiero que te disculpes con mi hijo por hablarle como lo has hecho.

—No he dicho ninguna mentira, tu... ¡Auch!

Dylan se quejó cuando Thomas tomó su brazo con fuerza y lo zarandeo.

—¡Es un niño Dylan!, ¡No te desquites con él!

—¡Me estas lastimando! ¡Suéltame! — Dylan logró apartarlo, lloraba de impotencia—. Lo lamento, Ethan— dijo finalmente, tratando de mirar dulcemente al niño detrás de todas sus lágrimas—. Tienes razón me he comportado muy infantil, y ni siquiera sé que hago aquí, yo... Se acabó Thomas, es la última vez que me humillas— le dijo con rencor, se sentía lastimado y quería lastimar también—. Quiero el divorcio.

TRAICIÓN  적응! ー dylmas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora