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Corrió al baño a limpiarse, no sabía por qué estaba sangrando, pero se había asustado mucho

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Corrió al baño a limpiarse, no sabía por qué estaba sangrando, pero se había asustado mucho.

—¡Thomas!— gritó —. ¡Thomas!

—¿Qué sucede? — Thomas preguntó y se calló cuando lo vio—. ¿Por Dios, Dylan qué te ha pasado?

—No lo sé, ¡no sé qué está pasando Thomas! — lloró —. Pero tengo mucho miedo y me duele mucho.

—¿Te caíste?

Dylan negó—. No, sólo empecé a sangrar, así como así.

Thomas lo envolvió en una toalla y lo cargo en sus brazos para llevarlo a un hospital.

Había perdido a su bebe, había abortado a su hijo y aunque ni siquiera supiera que lo llevaba, el sólo saber que había perdido una vida lo había destrozado.

Pero no lo sabía en ese entonces y no se había cuidado, la próxima vez lo haría mejor.

Eso había dicho, se lo había prometido.

Sintió la sangre escurriendo por sus piernas y se levantó de su silla giratoria para descubrir las manchas de sangre

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Sintió la sangre escurriendo por sus piernas y se levantó de su silla giratoria para descubrir las manchas de sangre.

¿Qué había hecho mal esta vez?

Ahora en medio de la oficina no sabía qué hacer, en el departamento de Thomas habían logrado esconderlo todo, su dolor sería sólo para ellos, sin embargo, ahora no podía salir sin que nadie lo viera sangrar.

Y tenía mucho miedo de perder a este bebe, porque no era justo, porque no sé lo merecía.

Estaba manchando el tapete del piso y con todas sus fuerzas tomó su teléfono y le marco a su secretaria afuera de su oficina.

—Llama a una ambulancia ahora, rápido— fue lo único que le dijo antes de quejarse por el dolor y caerse de rodillas al piso.

Dolía, dolía más que la vez anterior, su cuerpo, su corazón.

—¡Qué no puede entrar sin que lo avise señor Sangster!— gritó su secretaría.

—Llamaste a una ambulancia— Thomas entró y lo miró, Dylan bajó la mirada—. ¿Qué ha pasado?

Le preguntó con cara de horror y lo tomó en sus brazos, para acostarlo en el sillón largo de piel dentro de la oficina.

—Voy, v-voy a quitarte esto— le dijo bajándole los pantalones—. ¿¡Que estás haciendo ahí!? ¡Apresúrate con lo de la ambulancia! — le exclamó a la muchacha que estaba tiesa como una estatua, logró reaccionar y asintió actuando de forma dramática.

—Me embaracé— le confesó, apretó los puños cuando no lo vio reaccionar más que para limpiar la sangre—. Y lo he vuelto a perder.

Thomas lo miró compasivo y lo abrazo pegándolo a su pecho.

—Perdóname, he sido un egoísta — le dijo sobando su espalda—. Te di largas, ilusiones y esperanzas que nunca existieron, yo solo...

—No sirvo.

—No es eso bebe— Thomas le abrazó con fuerza sollozando—. No quería verte triste ni desilusionado.

—¡No sirvo!— le gritó golpeando su pecho—. ¡Lo sabias y no me lo dijiste!

—Porque te amo, porque no quería verte así— sin importar que se manchara le abrazó y ambos lloraron—. Querías tanto un hijo y yo no podía decirte que eso no era posible porque tu cuerpo lo rechazaba, ¿cómo podía decirte que nunca íbamos a tener hijos, como iba a decirte que jamás serías padre cuando tú lo deseabas más que nada?

Dylan sollozó y empapó a Thomas de sus lágrimas.

—¡Me quiero morir Thomas!

—No digas eso bebe, me destroza verte así.

—¡No hay nada bueno en mí!

—¡Eso es mentira todo tu es perfecto!— le dijo antes de que dos enfermeras llegaran y lo subieran a una camilla.

TRAICIÓN  적응! ー dylmas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora