𝕬𝖓𝖔𝖒𝖆𝖑𝖞 ╰┈➤ [ELIJAH MIKAELSON] [1] [Español]

𝘀𝗲𝘃𝗲𝗻𝘁𝗲𝗲𝗻. 𝖽𝗂𝗌𝗍𝗎𝗋𝖻𝗂𝗇𝗀 𝖻𝖾𝗁𝖺𝗏𝗂𝗈𝗎𝗋

𝐗𝐕𝐈𝐈. ¡𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐈𝐄𝐂𝐈𝐒𝐈𝐄𝐓𝐄!
❛disturbing behaviour❜

―Tiene que haber algo más en este vestido.―

―No lo hay. ―le dijo Klaus a su hermana aburrido, sonriendo mientras la dependienta le llenaba la copa de champán.

Al no tener nada que ponerse más que su vestido de flapper, Rebekah había insistido en que los cuatro fueran de compras, para poder comprar algo de ropa nueva que ponerse. Los chicos habían accedido a regañadientes, y se habían acomodado en las sillas frente al vestuario, aprovechando el champán que les ofrecían. Sin que ellos le ofrecieran ayuda, Audrey rebuscaba cuidadosamente entre los estantes de ropa, buscando cosas que creía que serían del estilo de Rebekah. La rubia no tenía ni idea del estilo actual, y estaba muy poco impresionada por lo que había encontrado hasta el momento, por lo que la Gilbert esperaba que todos sus días de compras con Caroline fueran ahora útiles.

Apartando la cortina, Rebekah salió del vestuario con un vestido negro corto. ―¿Así que las mujeres del siglo XXI se visten como prostitutas? ―Levantó una ceja. ―Sabes, me miraban mal por llevar pantalones.―

―Llevabas pantalones para que las mujeres de hoy no llevaran nada. ―reflexionó Klaus.

―¿Y qué es esta música? ―Preguntó, arrugando la nariz con desagrado. ―Suena como un accidente de auto.―

―Es música de baile. ―Respondió Stefan, dando un sorbo a su bebida.

―¿La gente baila esto? ―Rebekah volvió a levantar una ceja.

―¿Hemos terminado? ―interrumpió Klaus con irritación, mientras Stefan se limitaba a tararear como respuesta.

Rebekah miró a su hermano. ―¿Y por qué estás tan malhumorado?.―

―Necesitaba una cosa de ti para que mi bruja descubriera por qué mis híbridos están muriendo, una cosa. ―Levantó un dedo, con una sonrisa que era todo menos feliz en su rostro. ―Tu collar. Y lo perdiste.―

―No lo he perdido. ―Rebekah se defendió inocentemente. ―Simplemente ha estado perdido durante noventa años. ―Ella hace un pequeño giro, mirando a los Salvatore. ―¿Y qué te parece?―

―Me gusta. ―Afirma, mirando confundido mientras ella frunce el ceño. ―¿Qué? He dicho que me gusta.―

―Siempre puedo decir cuando estás mintiendo, Stefan. ―Rebekah resopla, cruzando los brazos sobre el pecho mientras vuelve a caminar hacia el camerino.

Audrey se interpone rápidamente en su camino, colocando varias perchas diferentes en sus brazos. ―Toma, pruébate estas. ―Le dijo, señalando específicamente un top blanco con volantes y unos shorts oscuros de jean. Luego colocó un par de tacones sobre ellos. ―Creo que estos serán mucho más de tu gusto.―