𝕬𝖓𝖔𝖒𝖆𝖑𝖞 ╰┈➤ [ELIJAH MIKAELSON] [1] [Español]

𝘁𝗵𝗶𝗿𝘁𝘆. 𝗀𝗋𝗈𝗐𝗂𝗇𝗀 𝗉𝖺𝗂𝗇𝗌

Maratón 4/6

𝐗𝐗𝐗. ¡𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐓𝐑𝐄𝐈𝐍𝐓𝐀!
❛growing pains❜

Audrey estaba sentada en las escaleras de la mansión Mikaelson, y de vez en cuando echaba un vistazo al estudio, donde Rebekah observaba las obras de arte de Klaus. Los sucesos del día anterior aún estaban frescos en la cabeza de todos, todos llorando una o más pérdidas. Tras una llamada de pánico de Jeremy, Audrey se enteró de que su hermana seguía viva, habiendo despertado en la morgue por tener sangre de vampiro en su organismo. Todo gracias a Rebekah, que había sacado el camión de Matt de la carretera y del puente de Wickery, cuando él y Elena volvían a la ciudad. Conociendo lo que Elena sentía sobre la conversión, sabía lo improbable que era que eligiera completar la transición, incluso con dos Salvatore muy persistentes instándola a hacerlo.

Había recibido un mensaje de Caroline, asegurando que estaba bien, lo que alivió ligeramente a la chica Gilbert. La pregunta de cómo seguía rondando su mente, al igual que la de Rebekah y Elijah, quienes estaban seguros de que Klaus había transformado su línea de sangre.

―Nos pondré en el primer vuelo de esta noche. ―La voz de Elijah dijo por teléfono, sacando a Audrey de sus pensamientos. ―¿Cómo está ella?―

―No estoy segura. ―Admitió, mirando de nuevo a la rubia Mikaelson. ―Voy a hablar con ella en un momento. He llamado a Kol, está al día pero se mantiene al margen.―

―Probablemente sea lo mejor. ―Respondió Elijah. ―Intenta convencerla de que se vaya con nosotros. Volveré a recogerla en unas horas.―

―De acuerdo. ―Dijo ella suavemente, poniéndose en pie. ―Te amo.―

―Y yo a ti.―

Con un suspiro, metió su teléfono en el bolsillo y se dirigió al estudio. Se acercó al lado de Rebekah, y al instante vio las lágrimas silenciosas que se derramaban por sus mejillas, sus manos agarrando uno de los muchos cuadros esparcidos por la habitación. No le dijo nada a la chica Gilbert, simplemente la miró con lágrimas en los ojos, y Audrey suspiró mientras la abrazaba. Perder a un ser querido es duro, y la familia era el peor tipo de pérdida que se podía experimentar, en opinión de Audrey.

Al separarse, Rebekah se aclaró la garganta y se secó los ojos. ―Deberías saber que no hay que acercarse sigilosamente a una dama.―

―Buen consejo. ―Respondió la voz de Damon, y Audrey le lanzó una mirada. ―¿Has visto alguna?―