𝕬𝖓𝖔𝖒𝖆𝖑𝖞 ╰┈➤ [ELIJAH MIKAELSON] [1] [Español]

𝘁𝘄𝗲𝗻𝘁𝘆 𝗼𝗻𝗲. 𝗈𝗋𝖽𝗂𝗇𝖺𝗋𝗒 𝗉𝖾𝗈𝗉𝗅𝖾

𝐗𝐗𝐈. ¡𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐕𝐄𝐍𝐓𝐈𝐔𝐍𝐎!
❛ordinary people❜

En los días transcurridos desde el incidente del fantasma, Rebekah no había permitido que Audrey se apartara de su lado. Tal y como estaban las cosas entre ella y Elena, Rebekah era la única a la que Audrey le contaba lo sucedido con los hombres lobo. No quería preocupar a Caroline, que había dudado en dejar que la chica Gilbert anduviera sola esa noche, sabiendo que habría fantasmas peligrosos deambulando por Mystic Falls. Ni Rebekah ni Audrey le contaron a Klaus lo sucedido, decidiendo que era mejor no preocuparlo desde lo lejos que estaba.

Las dos chicas estaban fuera con el resto del equipo de animadoras una vez terminadas las clases, la chica Mikaelson se puso su ropa de ensayo, mientras Audrey se sentaba a observar en el banco más cercano. Todas las chicas intentaban aprender algunos de los trucos de gimnasta que Rebekah conocía, los que algunas de ellas aún no dominaban, y Audrey no estaba de humor para intentarlos ella misma. Sabía que acabaría rompiéndose un hueso de alguna manera.

―Rey. ―Con un pequeño suspiro, Audrey levantó la vista del libro que tenía apoyado en su regazo, fijando la mirada en su hermana. ―¿Podemos hablar?―

Audrey miró a Rebekah, que estaba demasiado absorta en las chicas como para darse cuenta de la llegada de Elena. ―¿De qué? ―Levantó una ceja.

―Lo que dije, no estuvo bien. ―Elena admitió con sinceridad, haciendo que en el rostro de Audrey se formara una expresión de sorpresa. ―Estaba juzgando algo antes de haber intentado entenderlo. No fue justo.―

Audrey asintió. ―Gracias. ―Dijo. ―Mira, quiero explicártelo, Elena. Pero cada vez que creo que lo entiendo, sucede algo nuevo, y vuelvo a la casilla de salida. No es que tenga mucha información cuando eso sucede, de todos modos.―

―Pero. ―Elena empezó, y Audrey contuvo el impulso de poner los ojos en blanco. Debería haberlo visto venir. Una vez más, era como un paso adelante y dos atrás con su hermana. ―Sobre Rebekah y Klaus, yo...―

―Oh, qué bien. ―Musitó Rebekah con sarcasmo, mientras aparecía al lado de la gemela más joven. No intentó ocultar su expresión sombría mientras miraba a Elena. ―Tú.―

Elena le devolvió la mirada con calma. ―Esperaba que pudiéramos hablar.―

―¿Sobre qué? ¿Stefan? ―Preguntó Rebekah, haciéndole un gesto para que se alejara. ―No te preocupes, estoy fuera de él hasta que empiece a tratarme mejor. De hecho, probablemente deberías tomar una página de mi libro, si te soy sincera.―