Fuqboi || ❝Prefiero arrancarme la lengua a dejar que me beses con la tuya.❞
Lysandra Lancaster sabía que su amigo era un mujeriego sin remedio y ella se repetía que nunca caería en sus juegos. Oh, pero qué equivocada estaba.
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⟼Marauders e...
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【𝟭𝟰𝗧𝗛𝗘𝗝𝗢𝗞𝗘】
Las vacaciones de primavera se pasaron mas rápido de lo que Lysandra quizo, en un parpadeo ya estaba devuelta en Hogwarts haciendo los exámenes trimestrales.
Habían sido unas buenas vacaciones: salió con sus padres, su tío y Kit (el novio de su tío) a una cabaña en el bosque; pasó un fin de semana en casa de los Potter con Los Merodeadores; Ivy la invitó a ella, Janice y a Evan a un pequeño viaje en carretera; y festejaron todos (Ravenclaws y Gryffindors) el cumpleaños de Janice en la granja donde vivía.
Lo mejor de todo fue que no tuvo que pasar días con su abuela, eso le había acentuado la gastritis, pero prefería un dolor de estómago a tener que soportar los crueles comentarios y castigos de Carmina Lancaster.
—¿No vienes con nosotros, Lysa?—el rostro pálido de Janice se frunció de confusión al ver que no las seguía hacia su mesa.
—No, voy a repasar pociones con Severus.—se disculpó con una sonrisa.
—Pero eres la mejor en pociones.—siguió Ivana enarcando una ceja, Lysandra suspiró.
Que fuera la mejor en algo no significaba que debía dejar de hacerlo, al contrario, tenía que explotar al límite su capacidad. Pero al parecer sus amigas no pensaban igual que ella.
—Por eso mismo, querida Ivy. ¿Cómo crees que he llegado a ser la mejor en todas las materias?—se dirigió con una sonrisa arrogante, la mencionada rodó los ojos.
El llamado escandaloso de Peter desde la mesa de Rowena hizo voltear a las tres chicas, ese martes era día Ravenclaw para Pevan y Los Merodeadores se les habían unido.
—Como sea, espero que me pases las respuestas del examen teórico. Odio las preguntas capciosas de Slughorn.
Se despidió con su sonrisa medio socarrona medio coqueta y caminó hacia la mesa de Slytherin bajo la interrogante mirada de sus amigos de Gryffindor, ellos no soportaban a las serpientes y no entendían como Lysandra siquiera podía ser amiga de ellos cuando no creía en la supremacía de la sangre.
—Miren nada más, un pichón vino a caer al nido de serpientes.—la fingida voz melosa de Evan Rosier llamó la atención de los chicos al rededor de él.
—¿Pichón? Yo no soy una inocente paloma, Rosier.—había diversión en su voz. Tomó asiento entre Conan Avery y Charles Zabini.—Soy un águila real, y déjame recordarte que las águilas se comen hasta las serpientes más ponzoñosas.—sus ojos brillaron con malicia, el chico apretó su mandíbula.
—¿Qué quieres, traidora?
—Tener una mente abierta al cambio no me hace traidora.—rodó los ojos.—Además, nada que quiera tú me lo puedes dar.—Avery, Mulciber y Zabini soltaron una carcajada. Ellos recordaban cuando Lysandra rechazó, de una manera no tan amable, a Evan Rosier.
