Quiero ser tu amante •||Rashta x Navier||•

Capítulo 7

Ella es mía.

Pov:Rashta

La emperatriz se fue hablar con el emperador a solas dejandome con el idiota de cara bonita.

-Todo es su culpa ahora ya no podrá bailar conmigo

Me crucé de brazos y dirigí mi mirada hacia otra parte con una mueca de molestia.

-¿Mía? Por favor no sea idiota claramente es la de usted por interrupirnos

Lo mire de reojo notando en el una expresión muy aterradora y con esa sonrisa que poseía en sus labios lo hacia mucho peor pero yo me mantuve firme.

-Debería medir sus palabras usted es un simple duque

El dirijo su mirada hacia donde se encontraban la emperatriz y el emperador yo sonreí levemente ahora si podía aprovechar para decirle sus verdades a ese mujeriego.

-Y usted un simple idiota que lo único bueno que tiene es el título de príncipe

Me lleve una gran sorpresa cuando esté me tomo de la camisa y me acerco a su rostro ya no estaba sonriendo ahora si estaba enojado y yo comencé a entrar en pánico, pero sabía que no se atrevería a golpearme ¿verdad?.

-Nunca vi a un duque tan insolente como usted insultar a sus superiores

Al notar que algunas personas nos miraban el me soltó y comenzó acomodar su ropa, yo me sentí muy aliviada.

-Mis superiores son personas respetables no son como usted niños mimados y casanovas

Acomode mi ropa mirando ala emperatriz que comenzaba acercarse a nosotros.

-¡Emperatriz!

Gritamos yo y Heinrey pero al darnos cuenta de que lo dijimos de forma sincronizada nos miramos con molestia y gracias a eso la emperatriz desapareció.

-¿Eh?

Los dos quedamos confundidos y comenzamos a buscarla entre las personas ¿porque no se acerco a nosotros?.

-Iré a buscarla

Dijo Heinrey y yo me negue rutundamente no iba a permitir que el fuera a buscarla.

-No, no yo iré a buscarla

El príncipe me miro alzando una de sus cejas.

-¿Porqué tanto interés por mi reina?

Me pregunto con un tono lleno de curiosidad a lo que yo sólo sonreí.

-Porqué ella es mía

Antes de que pudiera decirme algo me aleje de el para comenzar a buscar ala emperatriz entre las personas y al no encontrarla decidí ir rápidamente a su habitación, corría entre los pasillos mi corazón latía por la ansiedad que sentía y las preguntas en mi mente no dejaban de atormentarme.

"¿Y si no esta en su habitación? ¿Y si ella sigue en el baile? ¡¿Y si se encuentra con el príncipe Heinrey?!."

-¡No!

Negué con mi cabeza, cuando llegue ala habitación de mi emperatriz trate de calmarme deseando con todas mis fuerzas que se encontrará dentro de la habitación. Toque la puerta esperando ansiosa una respuesta.

-Ahora no puedo atender a nadie

Al escuchar la voz de mi emperatriz mi corazón se lleno de alegría tanta que ni siquiera pedí permiso para entrar y menos dije quien era.

-¡Emperatriz!

Dije con mi tono normal de voz y con una gran sonrisa en mis labios la cual desapareció al ver a mi emperatriz sentada sobre el suelo llorando mientras abrazaba a ese pájaro el cual no me dirigía la mirada como siempre.