El hilo roto

Capitulo 14: La verdad

-Nunca te olvide...

Estas palabras eran el gran secreto de Dazai, durante todos estos meses su esfuerzo por desconocer a Chuuya había rendido sus frutos, pero al verlo en ese estado tan lamentable no pudo fingir más y en su momento de debilidad cedió ante el amor de su vida.

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Cuando Dazai sufrió el accidente, recibió heridas internas y externas pero ninguna era demasiado grave. Al principio tal y como lo dijo el doctor, debido al impacto su cerebro se vio afectado y esto provoco que sus recuerdos fueran un poco difusos, pero en poco tiempo logro recuperar toda su memoria.

Entonces... ¿por que fingió olvidar a Chuuya?

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A veces llegamos a amar tanto a una persona que nos preocupamos más por ella que por nosotros mismos, anteponemos su felicidad ante la nuestra sin importar que tan miserables nos podamos llegar a sentir.

Justamente eso fue lo que hizo aquel joven castaño. Pensó que este accidente y su leve perdida de memoria podría ser la excusa perfecta para que las cosas volvieran a ser como lo eran antes de su estúpida pelea.

Si Dazai fingía que no recordaba a Chuuya ellos podrían volver a ser amigos, se volverían a conocer como cuando eran niños, comenzarían a conocer sus nuevas vidas y lo más importante, jamás volvería a insistirle con sus sentimientos románticos.

Después de todo lo sucedido, estaba seguro que por más que se esforzara su amor no seria correspondido. Durante muchos años solamente se había aferrado a amar a Chuuya, pero jamás pensó que tal vez el otro jamas lo vería de forma romántica.

Al romperse el hilo rojo que los unía, comprendió que no importaba cuanto se esforzara por enamorarlo, si el pelirrojo se negaba tanto a eso tal vez lo mejor seria rendirse por completo. Después de todo, su unión no era tan fuerte.

A partir del accidente comenzó a ignorar sus sentimientos por Chuuya y fingió no recordarlo, ahora ellos solo eran conocidos que unicamente tenían en común un amigo.

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Los días fueron pasaron y esa mentira se volvía mas complicada de sostener, hubo muchas ocasiones en las cuales quería bromear con él o en las cuales quería tratarlo con la confianza de antes, pero pudo resistir por la felicidad de Chuuya.

Cierto, él estaba haciendo todo esto por felicidad de Chuuya. Entonces... ¿por que Chuuya se veía tan triste últimamente?

Cuando se encontraban en la universidad podía notar que el chico de fotografía ya no irradiaba la misma cantidad de energía que antes y aunque siempre se encontraba rodeado de amigos se veía muy solitario. También notó que Chuuya visitaba con mas frecuencia la cafetería, siempre que sus miradas se cruzaban podía percibir que quería decirle algo pero siempre se detenía antes de hablar.

En estas semanas él la estaba pasando muy mal, pero parecía que no era el único. Tal vez en el exterior parecía que no se preocupaba por el más bajo, pero siempre lo tenia presente en su mente. Se había percatado de cada pequeño cambio en el contrario y no sabia que hacer para ayudarlo; notó que había bajado de peso, su piel se encontraba más pálida, se veía con menos ánimos de hacer cosas y aquellos ojos azules que siempre transmitían calidez ahora solo se veían vacíos y carentes de vida. Nunca comprendió bien las emociones de Chuuya, pero estaba seguro que eso no era felicidad.