El hilo roto

CAPÍTULO 16: Cálida familia

Los cuatro chicos regresaron al karaoke y recogieron sus pertenencias para posteriormente ir a casa y poder descansar, el único problema que tenían es que uno de ellos no vivía en el orfanato.

-¿Llevamos a Chuuya con nosotros? -Preguntó Atsushi un poco confundido.

-No creo que sea lo mejor, estoy seguro que sus padres se van preocupar si no regresa a casa. -Contestó Akutagawa con mucha tranquilidad. 

-Entonces, ¿Qué hacemos? 

-Yo lo llevaré a casa. -Finalmente Dazai intervino en la conversación y decidió que lo mejor seria no preocupar a los señores Tachibana. 

-¿Sabes donde vive? -Atsushi estaba un poco sorprendido por la repentina cooperación de Dazai hacia un "desconocido", generalmente ese castaño solo ignoraría los problemas y dejaría que alguien más los resolviera por él. 

-Hace un momento leí su dirección en su identificación, no es demasiado lejos así que no creo tardar mucho tiempo en llevarlo.- Contestó con tranquilidad, aunque por dentro estaba nervioso por encontrarse nuevamente con los padres de Chuuya. 

-Te estas tomando muchas molestias por un simple conocido, ¿no lo crees? -La ironía de Akutagawa no pudo esperar más y como era costumbre habló con franqueza sin tratar de disimular su poco agrado hacia el pelirrojo. 

-¡Akutagawa! -El peliblanco lo regañó por ser tan descortés y poco considerado. 

-¿Acaso estoy mintiendo? -Una sonrisa sarcástica se dibujó en sus labios.- Estoy seguro que incluso a ti se te hace raro que Dazai muestre tanto interés por una persona que solo ha conocido hace unas semanas. 

-Aunque sea extraño nosotros no somos nadie para hablar al respecto, deja de ser tan quisquilloso con el asunto.- En realidad Atsushi si estaba muy extrañado con la actitud del castaño, pero fingió no notar nada raro en su comportamiento y al inicio creía que era solo su imaginación la que estaba jugando con él. 

 -¡Tienes razón! Dejare de interesarme en los problemas de ese mentiroso suicida.- Cuando terminó de decir esas palabras se dio la vuelta y comenzó a caminar rumbo al orfanato. 

-¡Akutagawa! .-Atsushi se preocupaba por ambos de sus amigos, las peleas entre ellos eran comunes pero últimamente sentía que se estaba perdiendo de algo importante. 

-Es mejor que vayas con él, no te preocupes por mi, solo llevare a Chuuya  a su casa y regresare.- Dazai ya sabía que Akutagawa había descubierto que su perdida de memoria era una mentira y estaba seguro que se encontraba muy enojado porque lo hizo preocuparse por nada, por eso trataba de que Atsushi lo fuera a calmar un poco para que más tarde pudieran hablar tranquilos. 

-Muy bien, entonces ya me voy.- Comenzó a correr para alcanzar al pelinegro.

Bien, ahora que estaba solo debía apresurarse y tomar un taxi para llegar a la casa de la familia Tachibana antes de que estos empezaran a preocuparse por la ausencia de su hijo.

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Transcurridos varios minutos lograron llegar a la casa de Chuuya. En realidad el viaje había sido algo complicado, para empezar era demasiado tarde y los taxis ya casi no pasaban, también como sus ropas se encontraban mojadas por la lluvia muchos conductores se negaron a llevarlos y otros aprovechándose de sus circunstancias querían cobrar demasiado caro para llevarlos. 

Finalmente un amable señor acepto llevarlos a su destino por un bajo costo y en menos de media hora ya se encontraban enfrente de la casa de los Tachibana.