No Love [EunHae]

Capitulo 4

HyukJae no le prestaba atención a Sehun, su mirada se encontraba fija en su bello ángel, mientras servía la cena que realmente se veía muy deliciosa.

— Muchas gracias —Le dijo, DongHae ni siquiera le dedico una mirada.

Cuando terminó de servirle a Sehun fue a la cocina y volvió, tomando asiento en la mesa.

— ¿No comerás también? —Pregunto

— No, él está a dieta —Sehun respondió por su bello ángel. — por favor come, espero que mi esposo lo haya hecho bien —Sonrió.

HyukJae asintió dando un suspiro, y probó un poco de la comida. Estaba delicioso, es que su bello ángel era tan perfecto.

— Esto está...—

— Horrible —Sehun dejó los cubiertos en la mesa — Disculpa esto, HyukJae...—.

— L-lo siento —DongHae se levantó — p-puedo prepararles o-otra cosa —

Tomó los platos de su esposo pero estos cayeron sobre él. Sehun se levantó furioso.

— ¡Pero mira que estúpido eres! —

— L-lo siento —Murmuró, tratando de limpiarlo.

Pero Sehun tomó sus manos con fuerza apartandolo. Cerró los ojos esperando el golpe, pero este nunca llegó.

— ¡No te atrevas a ponerle una mano encima! —HyukJae tomaba el brazo de Sehun.

— ¡Suéltame! —Le gruño Sehun — es mi esposo y puedo hacer lo que quiera con él —

— ¡No voy a permitir que golpees a DongHae! —Lo solto — te puedo tolerar como socio pero nunca en tu puta vida volverás a ponerle un dedo encima —

— ¡Largate de mi casa! —

— ¡Con mucho gusto! —Respondió — pero DongHae viene conmigo —Se dio la vuelta viendo a DongHae temblar, ahora sabía que era miedo.

— ¡Él es mi maldito esposo! —

— ¡Me importa una mierda! —HyukJae tomó sus cosas y tomó con cuidado la mano de DongHae.

El menor se dejó llevar por el pelinegro, podía escuchar las maldiciones de Sehun.

Se detuvo cuando la razón llegó a su cerebro de nuevo.

— N-no puedo irme —Murmuro deteniéndose.

HyukJae lo miró sorprendido ante sus palabras.

— No pienso dejarte con ese imbécil —Le dijo — perdóname ángel pero está vez no voy a quedarme cruzado de brazos —

— P-pero...s-se enojara cuando vuelva —Su voz tembló al recordar la cadena con la que lo castigaba. — t-tengo que volver —

— No —Cerro la puerta con seguro para los bebés — no vas a volver con él, DongHae...ni hoy, ni mañana...ni nunca —

Encendio el auto empezando a manejar, el silencio se mantuvo todo el camino. DongHae miro sorprendido la enorme y preciosa casa frente a él.

— ¿V-vive aquí? —

— Por favor, tuteame —Respondió quitándose el cinturón y quitando el seguro — y si, vivo aquí...con mis padres y hermana mayor —

Se bajó del auto, y fue hasta la puerta del copiloto abriéndole a DongHae. Tomó su malo con delicadeza.

Siguieron el camino hasta la puerta principal y entraron. DongHae miraba bastante sorprendido todo, era tan hermoso y tan...cálido.

— Oh hijo mío —Una señora apareció con una sonrisa.

— Madre —Saludo Hyuk dándole un abrazo y un beso en la mejilla — ¿y padre? ¿Sora? —

— Han salido a realizar algunas compras —Respondió y miró al castaño tras él — ¿y quién es él? —

— Es...DongHae —Presentó. — DongHae...ella es mi hermosa madre —

— M-mucho gusto —Murmuro haciendo una leve reverencia.

La madre de HyukJae lo miró se pies a cabeza, notando rápidamente el golpe en su rostro y lo delgado que se encontraba a pesar de esa ropa holgada que estaba usando.

— He cocinado un poco de Kimchi ¿quieres un poco, cielo? —

— N-no...e-estoy a dieta —Murmuro con tristeza. Ansiaba comer algo.

— Sirve tres platos, mamá —Le dijo — estoy seguro que a  DongHae le encantará tu Kimchi —

***

Y HyukJae había tenido razón, el Kimchi de su madre era delicioso. Llevó su mano a su boca cuando sintió las náuseas.

"No, por favor, no"

Hizo todo su esfuerzo para no vomitar la deliciosa comida que había probado desde hace muchos días.

— Tranquilo —La voz de HyukJae lo asustó.

— L-lo siento —

— Está bien, ángel —Respondió con una leve sonrisa en su rostro.

— E-está muy rico —Señaló el plato.

— Si, igual que tu comida...estaba deliciosa —

— No creo, Sehun no hubiese reaccionado así —Su mirada quedó fija en el plato vacío — estará muy enojado conmigo cuando vuelva —

— No vas a volver ahí, ángel —Llevo su mano a su mejilla, aún podía sentir la furia al ver ese golpe — de eso me encargo yo...—