A TRAVÉS DE TU MIRADA

Aclaraciones Parte 5: Nacimiento de un Fénix

Bienvenidos a esta quinta parte.

Lamento la tardanza, ha habido cosas que he pensado en como contarles.

N.I.A: ¡¿Tu lamentas?! Por favor, has estado insistiendo todos estos días preguntando cuando subiré tu historia, por favor, también tengo una vida, ahora si me lo permites...

Lamento mucho la tardanza, he tenido que trabajar bastante, además de que tengo otras tres historias en proceso, por lo que también trato de darles el espacio, pero qui estamos, seguiremos con esta narración.

Zhan: excelente, me dejaras continuar-

N.I.A: si, si, ya-

Bueno, continuamos.

Luego de probar al comandante que sabíamos hacer nuestro trabajo, comenzó a enviarnos a mas misiones. Una tras otra la cumplimos sin rechistar, y fue en ese momento en el que mi hermana se fue, no le gustaba la vida que llevaba, no le gustaba que fuese un asesino, por lo que después de una discusión le pedí que se fuera. Le dije que era mi vida, que ella ya había vivido la suya y que si no le gustaba podía irse y dejarme solo así que lo hizo, se fue y deje de verla. Y eso fue lo mejor, no quería que viera en lo que me estaba convirtiendo.

El tiempo pasó, y acabamos con las organizaciones que más problemas causaban al comandante, al menos las que habíamos encontrado, por lo que decidió enviarnos a casa, decidió que seria buena idea enviar a casa a cinco asesinos a sangre fría.

Yo, no me sentía tranquilo en casa, saben, el ser un asesino para el gobierno te vuelve solitario, pues, aunque estés completamente encubierto, siempre existe la inquietud de que alguien, en venganza, intente asesinarte a ti o a tus seres queridos.

Aquella salida la aproveche y acudí a visitar a los Zheng, me recibieron con los brazos abiertos y también me acompañaron a visitar la tumba de mis padres, y como era inevitable, Xingyun supo que yo estaba de regreso, me buscó, y yo creyendo que había entendido que solo quería una amistad, acepte reunirme con él.

Estuvimos juntos en mi casa, lo estábamos pasando bien, tanto que nos llegó la noche. El estar al tanto de lo que ocurre en las sombras te vuelve paranoico, por lo que preocupado por el, le ofrecí quedarse esa noche, le dejé mi habitación y yo dormí en la que era de mis padres, yo le di mi confianza, y el abuso de eso, hurgo entre mis cosas y fue ahí en donde descubrió todo, ¿Cómo? Simple, leyó mi diario, todo sobre mi estaba escrito en ese diario. ¿Cómo lo supe? Simple, me amenazo diciendo que si no volvía con él le diría a todo el mundo, me haría quedar como un loco, pero yo ya no era la misma persona que era cuando lo deje en aquel teatro.

-Le diré a todos que eres un loco y te echaran del ejército, nadie te aceptará y no tendrás otra opción que estar conmigo- me dijo creyendo su vida resuelta

-eres valiente al amenazarme, pero sabes, no soy el mismo de hace años, créeme, no quieres que sea tu enemigo, y si quieres decirlo, hazlo, veremos si te toman en serio, pues esos escritos son de un niño de diez años-

Y era cierto, en aquel diario escribía todo lo que me pasaba, pero cuando murieron mis padres y me fui con los Zheng, lo dejé ahí, ahora tenía veintidós años, había crecido, madurado y tenia un alto rango en el ejército, por supuesto que tomarían aquellos apuntes como ideas fantásticas de un niño. Por supuesto se fue molesto y por lo menos no me volvió a molestar por un largo tiempo.

Recuerdan que les dije que volverte un asesino a sangre fría daña tu mente, bueno, pues hay algunos a los que les place tanto hacerlo, que llega un punto en el que no pueden detenerse, y lamentablemente eso pasó.