Cap. 31 LA PRIMERA NOCHE

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 La celebración fue en grande, el comandante y las chicas se habían encargado de organizarla, ambos se dedicaron a disfrutarla entre ellos, y no notaron lo que sucedía a su alrededor.

Por invitación del comandante, el general Liu Hai Kuan, para quien Lei no pasó desapercibida, así mismo Lu tampoco lo fue para el teniente Cao Yuchen. Ambas parejas disfrutaron de la fiesta, casi olvidándose de la pareja principal.

En cuanto la fiesta terminó, Liu Hai Kuan y Lei junto con Cao Yuchen y Lu, salieron a caminar por la playa, mientras que Zhan y Yibo, se dirigían a la casa del guardián del faro, una hermosa mansión al pie del faro del arrecife, en donde vivirían durante su estadía en el cuartel.

-Zhan que haces? -

-no es obvio? Te cargo para entrar en la casa- respondió a Yibo con él en brazos

-pero eso se hacer con la novia, y yo no soy una novia, bájame, Zhan bájame no soy una novia!!! - berrinchaba y pataleaba para que lo bajara

-eres tan adorable- dijo sonriendo mientras entraban en aquella mansión

El lugar estaba amueblado a la perfección, no hacía falta nada, y la habitación, era perfecta. A pesar de estar en área militar, se respiraba completa paz, podrías jurar que estabas en el fin del mundo, y ellos así se sentían, en ese momento no existía nadie más que ellos dos, por fin estaban unidos en matrimonio, y no había nada que les diera más felicidad que eso.

Zhan entró a la habitación con Yibo aun en brazos. Entro ahí, cerró la puerta empujándola con uno de sus pies, y camino hacia la cama, en donde con sumo cuidado colocó a Yibo.

-Zhan qué haces- dijo con una risa nerviosa

-poniéndote en la cama ¿pero, por que haces preguntas tan obvias- dijo colocándose encima suyo

-porque te estas portando raro- respondió

-Yibo, ahora eres mi esposo...

-y por eso actúas tan raro? Ya hemos hecho esto antes- interrumpió

- pero esta es la primera vez que lo hacemos casados-

-eso es cierto- sonrió y lo tiró del cuello del traje y lo beso.

Con ese beso un mar de sentimientos comenzó a apoderarse de ellos, al principio, aquel beso era tierno casi rozando lo tímido, con suave tacto, Zhan comenzaba a soltar los botones del traje de Yibo, y él intentaba hacerlo con el de Zhan.

Ambos lo habían hecho antes, pero no era como ahora, ahora eran uno solo, estaban unidos ante ellos el cielo y sus antepasados. Y aunque se conocían ya de memoria, se tocaban como si fuera la primera vez.

Poco a poco, aquel beso que comenzó en los labios fue bajando hasta su cuello, le encantaba su olor, el escuchar su respiración entrecortada en su oído, lo excitaba cada vez más.

Yibo se aferraba a él entrelazando sus dedos en aquel cabello medianamente largo y sedoso, que con un poco de movimiento desprendía un delicioso aroma.

-zhan hueles tan bien –

-de verdad eso es lo único que te importa- dijo sin alejarse de su cuello.

-y si es sí que? ¿Me vas a reprender? – dijo tirando suavemente aquel suave cabello

-estas seguro? Si empiezo ya no voy a detenerme- advirtió

-no pienso hacerlo- dijo antes de besarlo

Zhan entendió el consentimiento y sin dejar su cuello con una de sus manos tomo el miembro ya erecto de Yibo y comenzó a masajearlo, lo que acelero más su respiración y le hizo emitir lo que para Zhan eran dulces gemidos.

Los besos del cuello fueron bajando por su pecho, llegando a su abdomen y finalmente a su intimidad.

-ahh...Zh...zhan- gemía al sentir la lengua juguetona de Zhan sobre la punta de su miembro.

Al ver el placer que esto le provocaba continuó con lo que hacía, incluso engullendo aquella parte tan sensible.

Yibo gemía de placer, y ante la ansiedad de sentirse en el limite se aferraba a las sabanas y al cabello de Zhan intentando de que este hiciera más intenso el movimiento.

-Zh...zhan...ahh...yo...ahhhhh...- intentaba advertir que se vendría, pero fue demasiado tarde. – zhan... lo...lo siento- se sintió avergonzado

-por qué? Te dije que no me detendría-dijo después de tragar aquel liquido que para Zhan fue delicioso.

Poco a poco, subió nuevamente por su abdomen su pecho hasta llegar a sus labios, lo beso y mientras lo hacia con una de sus manos jugueteaba con aquella parte sensible que comenzaba a endurecerse de nuevo, y con aquel dulce líquido que comenzaba a salir, lubrico aquella entrada para después comenzar a introducir un dedo en él.

Con sumo cuidado de no lastimarlo, bajó nuevamente a su intimidad y la comenzó a engullir de nuevo, mientras realizaba aquello dejaba escurrir algo de saliva para lubricar aún mejor aquella entrada.

Cuando lo creyó conveniente sin liberar el miembro de Yibo del cálido abrazo de su boca, introdujo un segundo dedo, lo que aumento el placer de Yibo y la excitación de Zhan.

-Zhan...Yo...te quiero a ti- suplicaba por sentirlo

-de acuerdo- extrajo sus dedos y tomando ambas piernas lo giró quedando boca abajo

-probablemente te duela un poco-le susurro al oído

-ahhh...- gimió, al sentir como Zhan entraba en la lenta mente.

Cuando por fin estuvo completamente dentro de él, Zhan comenzó a aumentar el ritmo de las embestidas, provocando los gemidos de Yibo, quien se aferraba a la almohada debajo de él.

Zhan con una mano empujaba a Yibo hacia abajo, mientras que con la otra masajeaba su miembro.

-di que eres mío- apenas se lograba escuchan entre los gemidos- Yibo... ahhh...dime de quién eres- tomó su cabello y lo haló hacia atrás- dime...dime de quién eres- insistía sin detener las embestidas

-Yo... yo soy...soy tuyo- respondía con dificultad

-quiero que tu lo hagas- dijo cambiando de posición poniendo a Yibo encima suyo

En cuanto estuvo encima suyo, Zhan tomo su cintura y despacio comenzó a bajarlo hasta que por fin estuvo completamente dentro de él.

Despacio subía y bajaba, estaba a punto de llegar al límite y quería que Yibo llegara con él, así que comenzó a masajear su miembro, haciéndolo gemir aún más

-zh...zhan ahh...

-Yi...Yibo...sigue...sigue así-

-Zhan...Yo

-Yibo...

No pudieron seguir, pues habían llegado juntos al límite, dando al unísono un gemido de placer.

Yibo agotado se recostó sobre el pecho de Zhan, le encantaba escuchar aquel débil pero fuerte latir, a tal punto de sincronizar ambos corazones, y su respiración hacía lo mismo.

A la mañana siguiente, la luz del sol que entraba por la ventana, molestó los ojos aun durmientes de Yibo, que al despertar un poco se percató que aún escuchaba aquel latido del corazón de Zhan, pues aun estaba recostado sobre su pecho

-buenos días- besó su cabeza al sentirlo moverse

-buenos días- respondió Yibo – creí que seguías durmiendo- continuo

-sabes que me es difícil dormir más allá de las 5:00 a.m.- respondió mientras le acariciaba el cabello

-ya lo sé, ahhh... será difícil-

-así? -

-sí, pero ya te acostumbraras- dijo riendo y abrazándose a la cintura de Zhan

Aquella escena era hermosa, finalmente, después de tanto tiempo, por fin estaban unidos, ya no eran dos, sino uno solo, así como sus corazones cuando estaban juntos, pues estos así tuvieran ritmos diferentes, estos se sincronizaban y latian al mismo ritmo, como si se reiniciaran y comenzaran de nuevo. 

A TRAVÉS DE TU MIRADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora