Hoy es cumpleaños de Joe y también es el mío, cuando éramos pequeños hacíamos los cumpleaños juntos, ahora ya casi no lo veo.
Estos dos años que han pasado fueron diferentes, por lo normal hacia fiestas y al día siguiente venía a darme mi regalo de cumpleaños, esta vez fue diferente.
Estaba dormido cuando llego por la mañana, él me aventó un paquete mal envuelto que el mismo había envuelto y lo sabía por que era horrible, hasta su hermana de 12 años podía envolver cualquier cosa mejor que él, bueno cualquier persona podía hacerlo.
El golpe me despertó, eran apenas las 9.
—Que demonios haces aquí tan temprano —me queje.
—En primera son las 9 que para cualquier persona ya sería tarde, en segunda, hermano es nuestro cumpleaños por fin tenemos 17 años vamos a enloquecer —dijo feliz.
—Sabes que todavía no somos mayores de edad verdad —cuestione molesto.
—Vamos no lo arruines podemos hacer algo divertido —ánimo.
—Como jugar videojuegos —dije pues era lo que siempre hacíamos.
—Eso dolió pera vamos podemos salir, hace cuento que no sales —atacó.
—Ey salgo todo el tiempo —me defendí.
—Que no sea para ir al hospital —dijo arqueando la ceja.
—Bueno es agosto, así que hace como 4 meses —dije recordando.
—Exacto, este año iremos a donde tu quieras —contestó feliz.
—¿Por qué? —pregunté confundido.
—Por que no se me ocurre a donde ir —respondió desanimado.
—No, por que haces esto no hacemos esto desde que enferme —dije algo dolido.
—Bueno tal vez extrañaba esto —contestó con la voz entre cortada.
—Mamá te lo dijo verdad —dije desanimado.
—Dylan por favor, solo quiero pasar un cumpleaños contigo, como antes —dijo para acercarse a mi.
—Claro antes de que muera no, por eso lo haces, tienes miedo de que tal vez este sea mi último cumpleaños y que no estés conmigo —ataque aunque sabía que no debía.
—Muy bien estoy harto, párate de esa maldita cama de una vez, estoy aquí para estar contigo como antes si y lo haré no por que estés muriendo, lo haré por que eres mi amigo y tal vez seas el único que e tenido en todos estos años, ahora levanta tu trasero de esa cama vístete y te veré en 10 minutos en el coche —me gritó desesperado.
—Bien pero yo conduzco —acepte.
Él sonrió triste y salió de la habitación, se le veía que tenía ganas de lloras pues sabía que me había pasado, a veces digo cosas que no debo decir, podría poner de excusa mi enfermedad pero se que no es así.
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Hasta el final
RandomDylan está viviendo los últimos momentos de su vida, cuando es diagnosticado con una enfermedad terminal su vida esta acabando. Pero su viaje a través del amor apenas empieza cuando conoce a April, una chica peculiar que esta estudiando medicina. A...