Hoy me quede en casa, mi hermano hizo un drama enorme por que no quería ir a la escuela, mamá por lo normal siempre gana por que logra chantajear a mi hermano diciéndole que si va puede elegir donde cenar o ir por un helado.
Esta vez fue diferente, en la mañana mi mamá fue al cuarto de mi hermano a despertarlo, él se negó y mi mamá empezó con su discurso habitual de que tiene que ir a la escuela para ser alguien en la vida y un montón de cosas más, mi hermano siempre se toma enserio las peleas con las personas así que empezó a gritarle a mi mamá.
—La escuela no sirve de nada, puedo vivir de cualquier otra cosa, puedo vender chicles en las calles —gritó el pequeño furioso.
—Necesitas matemáticas para eso necesitas la escuela —dijo ella aún tranquila.
—Necesitas sumar restar y dividir o me dirás que les dan -37y de dinero y te piden cambio —exclamó listillo.
—Vas a ir a la escuela aunque te tenga que llevar arrastrando —amenazo mi madre.
—Pues entonces así será —afirmó.
En esos momentos es algo muy torpe por parte de mi hermano que pesa menos de 15 kilos y fácilmente pueden cargarlo, pero eso a él no le importó.
Cada que mi mamá lo intentaba cargar él empezaba a gritar o al menos se le acercaba, al final a mi madre se le hizo fácil llamarle a mi abuela para que lo llevara, salió de la casa casi corriendo y mi hermano fue a mi habitación.
—¿Por que no quieres ir a la escuela? —pregunté confundido.
—Por que tendría que ir, es aburrida y la maestra nos trata como bebés —se quejó.
—Tal vez sea por que aún lo son —cuestione divertido.
—La edad no importa, todo depende de como se a la situación a un bebe le hablas tierno "como baboso" hasta que empieza a rayar las paredes, tirar todo y aventar la comida o a un perro doméstico le hablas igual, excepto claro si es un perro de la calle, te da por alejarlos patearlos o solo compadecerte de ellos sin hacer nada, solo verlos con ojos de pobre perro, es la situación —explicó-a creo que si le hablaras aún bebe desde el inicio como a una persona normal no se comportaría igual.
—Tienes razón —dije confundido— como puedes hablar así , yo a tu edad seguía comportándome como un bebe.
—Sigues comportándote así —se burló.
—Mira quien lo dice, él que se puso a gritar por que no quería ir a la escuela —dije ofendido.
—Prefiere quedarme aquí contigo —chilló.
—Por que no vas hoy, te divertirás más si vas a la escuela que quedándote aquí conmigo —empecé por convencerlo.
—No, quiero quedarme contigo —se cruzó de brazos.
—Para que , sabes que duermo todo el día y cuando estoy despierto soy la persona más aburrida y con mal sentido del humor que hay en el mundo —dije sonriéndole.
—Pero si te pasa algo mientras no estoy —expresó aterrado.
—Ve a la escuela Max, yo estaré bien, estaré aquí cuando regreses —lo calme.
—¿Lo prometes? —pidió esa vocecita.
—Lo prometo —asegure.
Cuando llego mi abuela mi hermano ya estaba listo, mi abuela lo llevo a la escuela nuestras Joe llego de sorpresa.
—Hola, ¿Qué haces aquí que no tienes escuela? —pregunté confundido.
—Hola Joe que alegría verte no nos vemos desde que te hice saltar desde un avión, Si a mi también me alegra verte —dramatizo.
—Ja ja que gracioso —dije con sarcasmo.
—Lo se soy un encanto —sonrió torpe.
—¿Entonces que haces aquí? —volví a preguntar.
—Bueno tengo una hora antes de entrar a la escuela, pensé que podríamos jugar video juegos —sugirió torpemente.
—Claro, por que no —me anime.
Joe puso el juego en la consola, desde pequeños Joe nunca fue bueno en los juegos de ningún tipo, su coordinación era fatal al igual que su sentido de las direcciones.
Él no era el chico más listo, ni la persona con los mejores reflejos de la escuela, mucho menos tenía las mejores calificaciones, él tenía un severo caso de dislexia pero cuando entraba al campo de juego era como si fuera otro, atrapaba todos los pases, corría rápido y nunca fallaba en el campo.
Esta vez no cambió nada, era fatal en el juego pero nunca se lo decía.
—Creo que deberíamos de cambiar de control, el mío no sirve muy bien —se quejó mirando el control.
—Claro siempre es el control —me burlé de él.
—¡Que es lo que pretendes decirme! que soy un asco en los videojuegos —acusó molesto.
—Hermano eres un asco en los videojuegos —aseguré divertido.
—Lo sé no hace falta que me lo recuerdes —dijo poniendo los ojos en blanco.
—Venga juguemos otra partida —anime.
—Lo siento no puedo tengo que ir a la escuela —dijo poniendo el control en su lugar.
—Claro, ¿Tal vez más tarde? —pregunté esperando un si de respuesta.
—Quisiera pero tengo que llevar a mi hermana a su entrenamiento, recoger a mi primo y llevar a mi otra hermana a la casa —dijo poniendo los ojos en blanco.
—Es ahora donde agradezco tener sólo un hermano —sonreí.
—No es tan malo tango 15 minutos para mi —sonrió animado.
—¿Eso no es poco tiempo? —pregunté confundido.
—Oye antes eran 5, pero bueno vendré mañana por la mañana te parece bien —sugirió animado.
—No, mañana tengo que ir al doctor —conteste desanimado.
—Puedo acompañarte —dijo feliz.
—Claro sería genial —respondí.
—Bien pues así será, ahora me voy que si no llego tarde y bueno los estudios no está a mi favor así que adiós —se despidió.
—Adiós —me despedí.
Cuando Joe se fue me quede jugando un rato más, después desayune para dormir un rato y me puse a ver una película hasta que mi mamá y mi hermano volvieron.
Como de costumbre vi un rato la tele, mañana tenía cita con el doctor y tal vez volvería a ver a esa hermosa chica.
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Hasta el final
RandomDylan está viviendo los últimos momentos de su vida, cuando es diagnosticado con una enfermedad terminal su vida esta acabando. Pero su viaje a través del amor apenas empieza cuando conoce a April, una chica peculiar que esta estudiando medicina. A...