Capitulo 20

115 16 0
                                    

El doctor decidió que dejarme en el hospital por unos días no estaría mal.

Todo a estado muy raro, no han dejado de entrar y salir doctores, no me han dejado solo ni un segundo, creo que tienen miedo de un posible colapso, es algo que por más que quiera no puedo evitar.

No e visto por ningún lado a April, después de un rato con insoportables doctores por fin llegó Colin.

No sabia muy bien desde hace cuanto que estaba ahí ya que me había dormido y al despertar ya estaba el ahí.

—¿Cómo te sientes? —me preguntó.

—Cansado, adolorido —conteste.

—El medicamento puede provocar el dolor Dyl, si quieres puedo darte algo para bajar el dolor —me ofreció.

—No, solo me daría más sueño pero gracias —conteste cansado.

—Esto se esta volviendo más difícil no es así —me dijo desanimado.

—Si, lo es —suspire— ¿Colin has visto a April?

—No lo siento —contestó, sabía lo que pasaba.

Lo suponía, decidí dormir un rato más.

Por la mañana me harían estudios para descartar algún daño por el accidente de la otra noche.

Cuando dormía me sentía muy incomodo, como si alguien me estuviera observando, quería despertar pero los ojos me pesaban, estaba muy cansado, una voz me hizo despertar, no entendía lo que decía la voz pero estaba ahí.

—¿Cómo estas? —me dijo esa conocida voz.

—April —dije asombrado— ¿Dónde estabas? yo lo siento.

—Shh tranquilo no debes alterarte Dylan —me dijo tomando mi mano.

—Pensé que tu ya te habías ido —confesé.

—Lo iba hacer Dylan, estaba apunto de irme cuando llamo Joe y me contó lo que paso, en ese momento me decidí, no quiero irme quiero quedarme contigo —dijo dolida.

—Si te quedas seria por lastima April, no quiero mas lastima de la que ya recibo —comente cansado.

—Dylan no te tengo lastima, quiero estar contigo —aseguró.

—Si pero hasta cuando —exclamé.

—Hasta el final —aseguró.

Ella decidió quedarse hasta el final, tal vez mi final no tardaría mucho en llegar, pero estaba seguro de que con ella a su lado todo seria mejor.

No tarde en quedarme dormido, Colin me despertó para hacerme los estudios, después de toda la mañana de estudios por la tarde me dieron de alta.

Mi madre fue por mi, al llegar a casa mi abuela estaba haciendo la comida.

—¿Cómo estas? tienes hambre —dijo mi abuela abrazándome, ella es mas pequeña que yo así que sus abrazos no me llegan a los hombros.

—No Ta estoy bien —la llame por su apodo.

—Prepararé un pastel de chocolate, para tu hermano, ya ves que le encanta, a estado un poco apagado —me confesó.

—Ta el pastel es mi favorito no el de Max —le dije sonriendo.

—En serio, ay dios bueno te lo comes tu, lo llevare por un helado vale no me tardo —me dijo mientras buscaba su bolsa.

—Ta yo lo llevo —dije.

—¿Seguro? Dylan tu acabas de regresar deberías descansar —me dijo.

—Estoy bien Ta, cuando vuelva descansare y creo que salir un rato no nos haría mal a ninguno de los dos —asegure.

—Bien pero con cuidado —aceptó para besar mi mejilla.

Subía a la habitación de mi hermano, el estaba jugando con sus legos en la ventana.

—Hola enano —le saludé.

—Dian que bueno que llegaste —dijo mi hermano corriendo abrazarme.

Lo abrace, sabía que se sentía triste.

—Cámbiate, iremos por un helado —le dije.

—Tu y yo —exclamó mi hermano emocionado.

—Si enano, anda ve cámbiate la pijama —le sonreí.

Mi hermano corrió a cambiarse, en cinco minutos ya estaba, salimos de casa y nos dirigimos al parque donde estaba la heladería.

Ambos compramos de chocolate, no sentamos en las bancas del parque mientras todos los niños jugaban en los juegos del parque.

—¿Dian cuando tu eras pequeño venias al parque a comer helado? —preguntó mientras se comía su helado feliz.

—Si enano, después de la escuela mamá me traía con Joe —conté recordando.

—¿Extrañas salir con Joe? —preguntó.

—Hay tantas cosas que extraño —confesé.

—Dian no te rindas por favor —dijo de pronto.

—¿Por que lo dices enano? —pregunté, no sabía si entendía lo que decía.

—Ayer la Ta me llevo al cine pero se quedo dormida, era la historia de un niño enfermo que decide rendirse, después de pasar todo lo que paso no sirvió de nada, todo lo que sufrió fue en vano a final cuentas lo dejo —me contó.

—Enano no es que se haya rendido, solo que se canso, es valido Max, los tratamientos te hacen sentir fatal y cuando es tiempo de dejarlo lo dejas para ya no sufrir —explique.

Mi hermano empezó a llorar, lo abrasé para que se calmara pero no funciono.

—Dian por favor no te canses, no dejes los tratamientos nunca, por favor Dian —rogó.

—Enano para ya, sabes que no me quedare para siempre —le dije, me dolía decírselo.

—Dian lo más que te puedas quedar conmigo —lloro— Dian por favor.

—Enano para por favor, ya sabes que mi enfermedad es terminal —me estaba matándome verlo así.

—Lo odio Dian, lo odio —lloro— yo no quería que te pasara esto, por favor quédate lo mas que puedas no lo dejes —dijo con la voz cortada.

Empecé a llorar con él, era la primera vez que lloraba desde la enfermedad, tenía que ser fuerte por mi hermano pero al ver como sufría me rompió el corazón.

—Está bien enano, lo soportare por ti —le dije para calmarlo.

Él paró de llorar y se secó sus ojos con sus pequeñas manos, se puso de pie en la banca y me abrazo, él ya es lo bastante maduro para esto pero apenas era un niño, aún era un bebé.

Él me seco las lagrimas y me volvió abrazar.

—Dian me compras otro helado —pidió sonriendo.

Me reí un poco —Claro que si enano —le sonreí.

Fuimos por otro helado, aunque Max termino comiéndose el mío, además de que estuve apunto de comprarle otro.

Después de comerse los helados salió corriendo a jugar con los demás niños, jugo fútbol con unos niños, jugo atrapadas y claro me pidió otro helado.

Nos quedamos mucho tiempo en el parque, era la primera vez que veía a mi hermano jugar con otros niños y se veía feliz, al igual que yo.

De regreso a casa no paraba de hablar, parecía como si lo de la platica en la que había llorado se le había olvidado.

Al llegar mi abuela ya estaba enojada por habernos tardado, pero al ver a mi hermano feliz se le pasó.

Me senté en el sillón para ver una película pero en cuanto me acomode me quede dormido, yo no paraba de recordar esas palabras, esa frase.

"Hasta el final"

Hasta el finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora