Mi madre, mi abuela y April llegaron a la casa y nos encontraron sentados a todos en la sala.
Estábamos contando historias, mi madre se sorprendió al ver a Cami ya que no la veía desde hace mucho, la abrazo muy fuerte y le contamos lo que había sucedido.
Claro omitiendo que Joe los había encontrado teniendo sexo, April se sentó a mi lado y tomó mi mano, era mi novia pero a veces no lo parecía.
Ella no era de demostrarlo mucho y a mi tampoco me gustaba, pero ese día fue diferente, estuvo pegada de mi casi todo el día hasta que llego la hora de dormir.
La casa es muy grande así que mi madre mando a dormir a April y Cami en una habitación, a Danny y Max en otra, Joe, Yair y yo en una de las habitaciones grandes.
No podía dormir, apenas era la 1:00 am y Yair ya estaba roncando, Joe se levantó y se sentó en mi cama.
—Hermano estas despierto —susurro moviendo mi pierna.
—Si, ¿Qué ocurre? —pregunté confundido.
—Ven conmigo si —pidió.
Salimos de la casa y nos fuimos a donde hacíamos las fogatas, me senté en uno de los bancos, tenía frío y estaba cansado.
Estaba envuelto en una cobija cuando Joe término de prender la fogata, sacó una botella de licor y empezó a tomar desesperadamente, cuando se terminó la primera botella sacó otra y tomó un trago, luego me la paso.
—Quieres —exclamó sonriendo.
—Sabes que no puedo verdad —le recordé.
—No lo se, creo que estoy borracho —dijo mirando su mano.
—¿Es por Karen? —pregunté sabiendo la respuesta.
—Sabes yo la amaba, ella era perfecta, esos hermosos ojos, nunca pude estar con ella —suspiró.
—Si eso es verdad por que nunca fueron novios —le cuestioné.
—Bueno nunca le confesé que la amaba y aún así no se podría —me explicó.
—¿Por que no? —pregunté.
—Bueno me di cuenta que la amaba a los siete pero era muy joven para saber que es el amor, a los nueve ella ya escribía y era muy lista, yo apenas y podía distinguir la d y la b, a los doce fue cuando ella se fue a estudiar por que era muy lista y cuando enfermaste perdí el interés, ahora ella tiene a Tanner pero con otra persona —chillo.
—Vamos Joe tu dislexia nunca fue un obstáculo para ti además ya tendrás a Tanner con alguien más —animé.
—Pero yo lo quería con ella —exclamó.
Se puso a llorar y a seguir tomando más licor, en ese momento fue cuando vi a a Cami acercándose a nosotros, Joe dejo de llorar, se secó las lágrimas, ella se sentó a mi lado.
—Vamos Joe, yo se que te duele haberme visto hacerlo con Yair pero deja de llorar —se burló.
—Jodete Cami —chilló.
Se levantó y se fue tambaleando a la casa, me dio miedo que se cayera pero era divertido verle.
Cami acerco sus manos al fuego para calentarse, entonces fue cuando vi sus cicatrices en sus brazos como cortadas, no eran cortadas como las mías, esas era diferentes, la diferencia es que yo las tenía por que me tenían que poner el suero ella las tenía por otra cosa.
—¿Cami que te paso en las muñecas? —pregunté temiendo la respuesta.
—No me entenderías —suspiro.
—Si no me cuentas como quieres que te entienda —grité.
Ella se quedo en silencio, abrió la boca para decir algo pero no lo lograba, después de un momento de silencio ella hablo.
—Dylan e tratado de suicidarme varias veces, fue una estupidez que hice por amor —confesó.
—¿Alguna vez se te fue de las manos? — pregunté asombrado.
—Si, una vez casi muero pero no fue tan malo como pensarás, solo estuve en el hospital, unos días y después de esa vez no lo he vuelto hacer —confesó.
Me reí irónicamente, ella se había tratado de quitar la vida y yo luchaba cada día por vivir un día más.
—¿Qué? —preguntó confundida.
—Nada —respondí tratando de no explotar.
—Dylan te conozco desde pequeño que pasa —exclamó.—Creo que es una estupidez que lo hagas —confesé.
—Ves te dije que no me entenderías —se paró enojada y se dirigía a la casa pero la tome del brazo.
—Mira tal vez no lo entienda por que es la peor estupidez que pueda hacer una persona, pero te diré una cosa si quieres morir solo hazlo —grité— no lo dejes a la larga por que solo haces que las personas sufran y no es justo, no es justo que hagas sufrir a tu madre a tu mejor amigo o a tu hermano, no es justo así que si lo vas hacer hazlo —grité descontrolado.
—Que demonios te pasa —exclamó dolida.
—Cami yo... —pero me detuve, si se lo decía solo causaría dolor.
—¿Tu que Dylan? —grité.
—Nada —suspire.
—Eres un imbécil, sabes lo mejor que pude hacer es haberme ido —exclamó.
Ella se fue corriendo a la casa pero no me importó, prefería que me odiara a que sufriera por mi.
Me volví a la casa, Joe estaba durmiendo como un bebé, apenas había llegado a la cama, bueno solo que no era su cama, ni la mía era la de Yair.
Claramente estaba sobre sus piernas y ambos seguían dormidos, me acosté en mi cama y me quede dormido.
A la mañana siguiente Cami y Yair ya no estaban, Joe tenía un gran dolor de cabeza y yo me sentía fatal y no era por mi sino por que Cami se había ido otra vez.
.&.&.&&.&.&&.&.&.&.&&.&.&.&.&&.&.&.&.&.&&.&.&.&&.&.&.&&.&.&.&&.&.&&.&&.&.&.&&.&.&.&.&.&.&&.&.&&.&.&&.&.&.&.&&.&.&.
NOTA: Si quieres conocer la historia de una suicida y un homicida (Cami y Yair) puedes leerla ya en wattpad como Solo para Emergencias.
ESTÁS LEYENDO
Hasta el final
RandomDylan está viviendo los últimos momentos de su vida, cuando es diagnosticado con una enfermedad terminal su vida esta acabando. Pero su viaje a través del amor apenas empieza cuando conoce a April, una chica peculiar que esta estudiando medicina. A...