𝘚𝘶𝘴 𝘰𝘫𝘰𝘴 𝘮𝘢𝘳𝘳𝘰𝘯𝘦𝘴 | 𝘚𝘦𝘷𝘮𝘪𝘰𝘯𝘦

Capítulo 33✧

Lean primero los capitulos 30, 31 y 32 antes de este.🛐

Tarareando y gimiendo bastante fuerte Hermione tenía la cabeza agachada mientras recibía el masaje más maravilloso que podría haber recibido en su vida. La tensión casi se desprendió de sus hombros mientras él trabajaba en sus músculos, haciéndola sentir como un relajado montón de papilla ante sus dedos. Sus ojos se cerraron en la pura felicidad que sentía, simplemente disfrutando de la atención.

Severus sonrió suavemente mientras la observaba, se sentía más feliz cada momento que pasaba con ella. Si alguien le hubiera hablado del momento en que se dio cuenta de que se estaba enamorando de Hermione Granger, lo habría llevado directamente al hospital para comprobar si tenía algún tipo de lesión cerebral.

El pelo de Hermione se agitó alrededor de ella en una danza de la suave brisa -captando la luz y haciéndola brillar dándole la apariencia de un halo sobre su cabeza- y Severus sintió que un escalofrío le recorría la espina dorsal. Se sentía muy atraído por esa mujer, tanto por su belleza como por su cerebro. Para él no había nada más bello o sexy que una mujer inteligente. Por desgracia, le resultaba difícil encontrar a alguien así.

Rodando un poco los hombros, Severus se apartó para dejar espacio a Hermione mientras se arreglaba perezosamente, poniéndose el sujetador y luego transfigurándolo en la parte superior del bikini. Severus la observó, sus ojos se volvieron codiciosos al tomarla aunque trató de contenerse. Hermione podía sentir sus ojos en ella pero decidió no llamar la atención. Sinceramente, sentía que estaban fracasando en la parte de "seamos sólo amigos" y volvían a burlarse y coquetear, mostrando el afecto que se le mostraría a un amante y ella deseaba desesperadamente dar un paso atrás.

"¿Nadas conmigo?"

Severus asintió mientras Hermione terminaba de transfigurar su atuendo para que hiciera juego con la parte superior del bikini, esta vez su parte inferior parecía media camisa con la parte inferior del bikini y quedaba bastante bien, mostrando sus piernas pero también luciendo con estilo. Bueno al menos eso pensaba él.

Agitando su varita lentamente por su cuerpo como lo había hecho ella Severus se deshizo de su camisa, dejándolo sólo en pantalones que luego cambió por unos shorts negros de tabla. La diversión era clara en su rostro pero ninguno de los dos la abordó. Ambos se sentaron juntos en el borde de la piscina mientras dejaban que sus pies colgaran en ella, Hermione se deslizó con elegancia en el agua desafiando el frío como apostura mientras Severus esperaba a ver su reacción, preguntándose si estaría tan fría como suponía o si estaría bien. Por desgracia para él, Hermione tenía cara de póquer, así que tuvo que averiguarlo por sí mismo.

La pareja estaba en un cómodo silencio, flotando en el agua sintiéndose satisfecha y bastante fresca. Hermione se metió bajo el agua para mojarse el pelo y la cara mientras él nadaba lentamente hacia ella sin prisa. Una vez que estuvieron uno al lado del otro, Hermione sonrió.

"Hola"

Severus sonrió con diversión, "hey tú"

Hermione resopló de una manera muy poco femenina, lo que hizo que él se riera y que su rostro adquiriera un delicado tono rosado. Suavemente, le empujó el pelo detrás de la oreja y Hermione sintió que se derretía por dentro. Decidiendo cambiar las cosas para dejar de ser tan íntimos, Hermione empujó el agua hacia él por debajo del agua, tratando de ser sigilosa y esperando que su magia causara una ola masiva. Severus no lo vio venir y se encontró completamente cubierto de agua, con el pelo pegado a la cara y el agua goteando por encima de su pecho haciendo que Hermione soltara una risita loca. Los ojos de Severus se entrecerraron y movió los dedos por la parte superior del agua. Aparecieron formas de serpiente en el agua, hechas de agua empezaron a deslizarse por encima hacia ella, Hermione chilló de asombro e intentó saltar de la piscina haciendo que él ladrara de risa. Hermione lo fulminó con la mirada, aunque no fue realmente sentida, mientras él se reía en silencio de su malhumorado comportamiento.