Ya era hora de que Hermione llegara a su hotel y Severus se sentía bastante impaciente. No es que estuviera especialmente emocionado por volver a verla, es que no quería verla y quería que acabara de una vez. Sí, eso era.
Releyendo la última carta de Hermione por sexta vez, Severus gruñó y apretó la mandíbula, apartando la vista mientras se sentaba en su despacho del trabajo. Ella tenía razón al menos en una cosa, él no quería su amistad, ciertamente no confiaba en ella. Pero Severus conocía a Hermione lo suficiente como para saber que no la dejaría en paz y que no pararía hasta conseguirlo. ¿Iba a ceder y a dar cabida a sus ideas o a mostrarle al maestro de la terquedad? Otra cosa que le molestaba era la forma en que ella firmaba su carta, era así.... íntima. ¿Suya? Seguramente era una broma a su costa, nadie en su sano juicio le diría algo tan íntimo sin tomarse el pelo. Severus resopló ante la idea de que Hermione se burlara de él y decidió limitarse a quemar la carta, intentando que no le siguiera afectando, aunque sabía que ocurriría independientemente de que la carta estuviera en su poder o no.
Las 10 de la mañana finalmente golpearon y Severus oyó que llamaban a su puerta, sabía que era la chica pero no estaba de humor para entretenerla más, no cuando se estaban burlando de él.
Hermione ignoró el hecho de que Severus no la había recibido en su despacho y entró mirándolo con curiosidad.
"Hola Severus, ¿cómo estás?" preguntó Hermione con dulzura.
Severus frunció el ceño mirando a Hermione, con el labio y la nariz levantados en señal de disgusto.
"Iba bastante bien hasta que usted me ha arruinado la mañana, dígame señorita Granger ¿suele entrar en las habitaciones sin el permiso de la persona que reside en ella?" Severus frunció el ceño.
Hermione se encogió un poco de hombros y lo miró inocentemente, "Me disculpo Severus pero estuve esperando un buen rato pero como no me contestaste pensé en presentarme. La alegría de ser un amigo no es así"
Severus miró a Hermione con la mirada más sucia que pudo reunir y se cruzó de brazos.
"No puedo imaginar nada peor, ¿qué tan grande debe ser tu cabeza para suponer que alguien acogería tu amistad a pesar de varios intentos de hacerte saber que tu compañía no era deseada?" dibujó Severus.
Hermione sintió que le bajaban los humos y respiró agitadamente antes de esbozar una sonrisa, mucho más débil, y encogerse de hombros como si nada.
"Bueno, mi semana fue bastante lenta y aburrida, tengo que admitir que en realidad tenía muchas ganas de estar aquí, sobre todo de aprender bajo tu mando una vez más" Hermione lo miró felizmente, parloteando.
Severus levantó una ceja y una sonrisa de satisfacción adornó sus rasgos.
"¿Bajo mi mando?" se burló Severus.
La sangre acudió a su cara y la boca de Hermiones se abrió y se cerró como un pez fuera del agua.
"Yo... No, quiero decir... Eso no quiere decir que no lo harías, quiero decir... No tengo Ron.... Me refería a aprender mientras te veía preparar una poción difícil, sí, eso es".
Severus soltó una risita mientras soportaba la torpeza de Hermiones y negó con la cabeza, dándose la vuelta para caminar hacia el fondo de su despacho.
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𝘚𝘶𝘴 𝘰𝘫𝘰𝘴 𝘮𝘢𝘳𝘳𝘰𝘯𝘦𝘴 | 𝘚𝘦𝘷𝘮𝘪𝘰𝘯𝘦
FanfictionAlgún tipo de magia ha salvado a Severus Snape de la muerte, pero ¿se siente agradecido? No, no lo está. Hermione va a buscar a sus padres y a devolverles sus recuerdos y, de alguna manera, consigue encontrar a Severus también. Ahora que la guerra h...