EN MI MENTE Y EN SU CORAZÓN

32. Un poco de cultura

Sam y Mike iban ya de regreso de su primer cita. Una cita maravillosa para ambos, los dos iban riendo y contando cosas de su infancia o cosas triviales.

—Si tuvieras la oportunidad de conocer un lugar, ¿dónde sería?—pregunta Mike.

Sam hace el sonido de <<mmm>> mientras lo piensa. Pero no tarda demasiado.

—México. Sin duda.

—¿Motivo?

—Su cultura, gastronomía y gente. Mi padre una vez fue, por el trabajo, y dice que le encantó. Fue sólo un mes, pero se quedó maravillado.

>>Fue en la época de noviembre, y me mencionó que que el primer día y el segundo del mes celebran a los muertos. ¿No es fantástico? Digo, es algo escalofriante para nosotros que no sabemos nada, pero al perecer para ellos es una conexión para sus seres queridos en el más allá.

Hace una pausa.

—También me comentó que les hacen de comer y hacen altares donde les ponen lo que más querían. Y qué hay un montón de flores llamadas "Cempasúchil", bueno, investigue y en realidad se llaman "Tagete erecta", pero se me hace un nombre muy original. Hacen un camino con estas flores para indicar dónde deben llegar y no perderse. También ponen velas. ¡Ah! Además ponen fotos de sus difuntos, obviamente y se quedan en el altar como compañía, es más, a veces hasta llevan música.

<<Esto se festeja en todo el país, ¡hasta se pintan la cara y se arreglan cómo calaveras! Que se llaman <<catrines>> y <<catrinas>> y no lo toman como de miedo ni nada de eso.

Sam se queda en silencio al darse cuenta de todo lo que dijo y a una velocidad impresionante.

—Perdón, desde que mi papá fue me la habité investigando sobre esa tradición y me fascinó.

Mike sonrió con ternura.

—No tiene nada de malo eso, es más, creo que estoy aprendiendo más sobre cultura que en la escuela. Sin duda me parece, a lo que has dicho, una tradición muy impresionante. Y al parecer nos tardaríamos horas en que me explicases todo lo que conlleva la tradición. Que, sin duda, no me molestaría nada en escucharte, en absoluto.

Sam, sin duda alguna tuvo un sonrojo—. Gracias—dice con la cara ardiendo—. Espero que...

Mike frunció el ceño al percatarse que cortó lo que iba a decir. Noto que se puso nerviosa y algo tensa por lo que iba a mención. Así que decidió no presionar.

—¿Y tú?—mencionó rápido Sam para calmar los nervios.

Mike se encoge de hombros.

—Ahora con lo que he escuchado decirte de México, me da la sensación de que también me gustaría visitarle.

Sam sonrió al escucharlo.

—No me molestaría que fuéramos juntos, en absoluto.