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No se ilusionen, lo único que voy a decir.

.........

-ahh~- suspiró el ruso ya tirado en la cama con intenciones de dormir.

Ese mismo día en que Rusia se confesó, las cosas habían seguido como fue desde un principio. Normal. Era como si ambos se hubieran puesto de acuerdo para no volver a tocar el tema de nuevo.

Ni siquiera Rusia, quien contaba las manchas en el viejo cielo raso, se le pasaba por la cabeza su pasada confesión. Es más, su mente estaba en blanco, no pensaba en más que en lo que se encontraba haciendo.

Por otro lado, Argentina, arrodillado en el piso de su habitación,  buscaba algo en su mochila, revolviendo ya frustrado todas la prendas que le habían comprado.
En referencia, buscaba una cosa que compró a escondidas de su anfitrión hace ya un tiempo. Pensaba dárselo a alguien más, pero supuso que no se notaría si él lo usaba.

-pero lpm, ropa de mier*a- soltó enojado sacando todo de la mochila de un sólo movimiento .- ¿donde conc*a está?

Revolviendo cada pertenencia en el suelo, lo encontró

-ajá!

..........

-Rusia? - llamó a la puerta

-que pasa?

-puedo entrar?

-mmmmm...si

Argentina entra a la habitación, cerrando la puerta despacio, quedándose estático hasta que sus ojos se acostumbren a la oscuridad de la pieza.

-que ocurre? ¿Te pasó algo, Argentina?

El recién nombrado no responde, sólo se acerca a la cama de Rusia y se sube en ella.

-Rusia, prendé la luz, que no se ve un cho*o- le ordenó acomodandose mejor.

El Tricolor hace lo ordenado, encontrándose con el argento arrodillado en el extremo de la cama, con un mini trajecito de conejo puesto, observandolo con una sonrisa ladina.

-Argentina?!- abrió como platos los ojos, con éstos clavados en el abdomen del celestino.

-que pasa?- se ríe mostrando sus dientes

Antes de responder, pasa sus ojos por todo Argentina.

-de donde sacaste eso?

Una pequeña pausita por parte del Celestino, dejando que Rusia admire su ser semi-desnudo por el mini traje negro, a lo que argen se dió cuenta y empezó a acomodarselo mejor mientras hablaba.

-bueno...era un regalo que le iba a dar a Chile para cuando...estuvieramos solos, después de que él diera a luz... - pausa lo que iba a decir para acercarse a Rusia gatenado y quedando sobre él .- pero me parece que a mi me queda mejor. - continuó, posando sus manos sobre el pecho de quien se encontraba abajo.

- pues, a mi me parece que te queda algo ajustado...- rompió el contacto visual que Argentina mantenía.

- y eso es lo que hace que me quede mejor, Rusia

"Mal Ahí"- RusargDonde viven las historias. Descúbrelo ahora