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Era hora de que escribiera esto

....

- ¿a que hora llega tu avión?

- yyyy...a las seis más o menos. - respondió el más bajo con desgano, observando la gente pasar junto a su mochila trantando de no pisarla en el camino.

- falta media hora aún. - informó el ruso observando su reloj.

Ahí terminó el tema de la hora, puesto que arge no quería pensar en el viaje. No quería pensar en el poco tiempo le quedaba junto al ruso, mucho menos en su vida muy próxima al llegar a su hogar.

Su hogar junto a Chile.

Chile y el futuro bebé.

- Rusia...

- que sucede?

- mmmmm...bueno...la pasé re bien en tu casa, boludo, me encantaría quedarme acá para siempre.

Rusia se incorporó para observar bien al Argento, quien se sentaba con la espalda curvada hacia adelante, con los brazos sobre sus muslos. Su mirada perdida en el suelo. Cabello acomodado, aunque con apariencia de tenerlo enredado.

- Argentina ¿por que no te quedas? No veo las razones por las que debas irte si asi no lo deseas. Te vi muy feliz estando aquí. Pudiste hacer todos tus deberes como país sin estar en tu territorio. En ningún momento te faltó algo, y nunca tuviste quejas de como eran las cosas.

El bicolor escucha apenas todo lo que le decían. Estaba entre las razones por las que podría vivir con quien había dormido la noche anterior, y entre no querer escuchar e irse corriendo, perdiéndose entre la gente y tomar cualquier avión que pudiese llevarlo lejos de Rusia y de Chile.

- amor...- dejó descansar su mano roja sobre el hombro del argentino.- cuando mi padre aún estaba, tu haz vivido aquí por mucho tiempo ¿por que ahora no puede ser así? ¿por que no puedes aceptar que con Chile no te ves feliz? Argentina, te amo enserio, y no quiero que te vayas.

- Rusia, Chile está por tener un bebé, que hasta donde yo se es mío, no puedo dejarlo criandolo sólo.

- pero, si cuando tuviste a misiones tu pudiste criarlo sólo ¿Por que Chile no podría también?

No hubo respuesta.

- por favor, quedate conmigo, seamos una familia de nuevo. -tomó su mejilla, haciendo que se siente derecho y lo mire.

- Rusia ¿por que me decís esto ahora, justo cuando solo faltan 15 minutos. Tengo miles de cosas para procesar... y vos me decís que me quede... ¿que va a pasar con mi futuro hijo? ¿con Uruguay, las provincias?

- podrás viajar cuando quieras...- estaba notando que no iba a ganar las discusión

- no es tan facil.- negó con la cabeza.

En un movimiento rápido, el ruso abrazó a su amado con fuerza, ocultando su rostro en el cuello celeste, evitando llorar. Perder esa discusión le costó al amor de su vida.

- Argentina...no quiero que te vayas, te necesito. Sabes que te amo, tu me amas y no puedes negarlo. No puedes irte, no puedes. - soltó en alto,  pero hablando para si mismo.

"Mal Ahí"- RusargDonde viven las historias. Descúbrelo ahora