Stupid Tops (Larry Stylinson) EN EDICIÓN

19

La mañana prometía ser perfecta, había conseguido boletos para la feria, había limpiado sus zapatillas y ahorrado para invitar a su Lou a comer.
Había planeado esta salida hace un buen tiempo (ayer, porque se le olvidó que la feria había llegado hace dos días)  en fin, no había forma de que esto se arruine.

¿O si?

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La respuesta es sí.

Porque ahora estaba lloviendo terriblemente, por lo que la feria había cerrado y el lodo iba a ensuciar sus zapatillas, además, Lou dice que comer helado cuando llueve va a hacer que te resfríes.

El cambio de clima le había puesto triste, casi le da un ataque de pánico, se encontraba solo en su casa, así que sólo atinó a llamar a Louis para que lo ayude a calmarse.

-Hazzy- respondió desde la otra línea -¿Estás bien,  grandote?-

-Llueve- respondió con la voz temblorosa por  el llanto.

-Lo sé, cielo. Pero podremos salir otro día- trató de calmar al contrario.

-Yo, yo lo había planeado solo ¿Por  qué todas las citas que planeo  se arruinan?-

-Amor, no, no, nada de eso, hemos tenido citas muy buenas y este sólo es un contratiempo- habló mientras se  colocaba unas zapatillas y su chaqueta impermeable.

-No es justo, yo, yo, quería-

-Lo sé, amor, lo sé- salió de su casa y abrió su paraguas.

-Es qué, creí que iba a estar soleado- suspiró aguantando un sollozo -Tal vez leí mal o, o de nuevo las letras me confundieron-.

-Harry, no cr-

-Soy tan tonto, soy un idiota, no puedo ni saber sobre el clima-

-Hazz, amor, no digas eso, ya te he dicho que eres muy listo en otros aspectos-. Miró hacia ambos lados de la calle para cruzar tranquilamente.
Gracias a la lluvia fuerte no había mucho tráfico.

-Lo sé, pero, ugh- Un suave sollozo se escuchó del lado de la línea, esto hizo que Louis acelerara el paso. -¿Vas a terminar conmigo Boo?-.

-Dios, claro que no, amor, no pienso terminar contigo, te quiero mucho y me haces sentir especial ¿Por qué terminar algo tan bonito?-.

-Por, porque soy inútil- Susurró apenado.

-Styles, no eres un inútil y no quiero escucharte decir eso de nuevo, eres una persona hermosa, muy amable, paciente y buenísimo en los deportes, ahora abre la puerta-.

Con una mirada confundida el rizado hizo caso y abrió la puerta, dejando ver a un sonriente Louis cerrando su paraguas.

-Lou, tengo que colgar, Louis llegó a mi casa- Dijo rápidamente en el teléfono haciendo reír a su novio.

-Mi amor- El ojiazul se lanzó a los brazos de su novio para formar un tierno abrazo, sin importarles que el más bajito se encuentre todo mojado por la lluvia.

-¿Que haces aquí? Está lloviendo muy fuerte, no quiero que te resfríes- El mariscal hablaba mientras quitaba cuidadosamente el abrigo de su novio.

-Quería verte, además vivimos cerca, sólo fueron unos minutos de lluvia- Una pequeña risita salió de sus labios al sentir cómo su rostro era besado constantemente por el ojiverde.

Ambos se miraron fijamente, con una leve sonrisa en sus rostros. Es que la presencia de ambos hacía que todo esté mejor, sin importar el clima o las circunstancias, la relación que tenían era tan mágica, casi destinada.
Las manos de ambos encajaban perfectamente juntas, sus respiraciones coordinadas y sus ojos brillantes al verse ¿Cómo alguien podría dudar de su amor?